El hantavirus es un tipo de virus que pertenece a la familia Hantaviridae del orden Bunyaviridae. El virus infecta principalmente a los roedores salvajes y se transmite a los humanos a través de la saliva, las heces o la orina.
La infección generalmente ocurre al inhalar partículas de virus en el aire, lo que hace que los síntomas aparezcan aproximadamente 2 semanas después del contacto con el virus. Los principales signos y síntomas de infección son fiebre, vómitos, dolor de cabeza y dolores corporales, además de la afectación de los pulmones, el corazón o los riñones, que pueden ser muy graves.
Por tanto, si se sospecha una infección por hantavirus, es importante que la persona acuda al hospital para que le diagnostiquen la enfermedad y comience un tratamiento para paliar los síntomas, ya que no existe un tratamiento específico para eliminar el virus.
También es importante desarrollar estrategias de prevención de enfermedades, evitando el almacenamiento de restos de comida o basura que puedan atraer roedores por la casa; evite quitar el polvo en interiores donde pueden haber roedores; Almacene los alimentos lejos de los roedores.
Principales síntomas
Los primeros síntomas de la infección por hantavirus pueden aparecer entre 5 y 60 días (promedio de 2 semanas) después de la infección y pueden causar fiebre, fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza, malestar general, náuseas, vómitos y / o dolor. Este cuadro inicial de síntomas es bastante inespecífico, por lo que puede confundirse con otros tipos de infecciones como la gripe, el dengue o la leptospirosis. Conozca los síntomas, las complicaciones y cómo tratar la leptospirosis.
Una vez que aparecen los primeros síntomas, es común que algunos órganos funcionen mal, lo que significa que el virus se está propagando y que la enfermedad ya se encuentra en una etapa avanzada. Por tanto, es posible:
- Síndrome de hantavirus cardiopulmonar (SPHV), en los que los síntomas respiratorios aparecen de 3 a 7 días después de la infección, puede haber tos, producción de flemas con moco y sangre y dificultad para respirar, que puede evolucionar a insuficiencia respiratoria provocando edema pulmonar, que comienza a acumular líquido en la sustancia blanca. . También puede haber una caída de la presión arterial y un colapso de la circulación sanguínea.
- Fiebre hemorrágica con síndrome renal, En algunos casos, la enfermedad puede afectar los riñones, con síntomas como disminución de la producción de orina (oliguria), acumulación de urea en la sangre, pérdida de proteínas en la orina (proteinuria), hematomas y petequias en todo el cuerpo. , riesgo de hemorragia e incluso puede causar síndrome de disfunción multiorgánica.
La recuperación es más probable cuando una persona recibe el tratamiento hospitalario adecuado y puede durar de 15 a 60 días, y también pueden persistir consecuencias como insuficiencia renal crónica o presión arterial alta.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de enfermedad inducida por hantavirus se realiza mediante análisis de laboratorio para identificar anticuerpos contra el virus o el genoma del virus en sí, lo que confirma la infección.
Además, el médico podrá identificar a través del historial médico si la persona ha estado expuesta al virus en un ambiente contaminado o si ha estado en contacto con roedores.
Como se transmite
La principal forma de transmisión del hantavirus se produce por inhalación de partículas víricas presentes en las secreciones y excreciones de los roedores, principalmente en la orina y las heces. También es posible infectar la enfermedad a través del contacto del virus con membranas mucosas, heridas, mordeduras de ratas, consumo de alimentos o agua contaminados o manipulación de roedores contaminados en el laboratorio.
Las personas que tienen más probabilidades de infectarse con el virus son los trabajadores rurales o de forestación, los trabajadores a cargo de la limpieza de despensas, cobertizos y graneros, y las personas que desean trabajar libremente en áreas silvestres o rurales. .
Los principales vectores responsables de la transmisión del hantavirus son los pequeños mamíferos y los roedores, como ratas, ratones y ratas, aunque también se pueden encontrar en otras especies de animales, como los murciélagos. Los animales infectados con el hantavirus padecen una infección crónica y persistente que, si bien no provoca cambios graves en estos animales, puede provocar enfermedades graves en los seres humanos.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la enfermedad inducida por hantavirus se lleva a cabo en un hospital y, dependiendo de la gravedad del caso, puede ser necesario ingresar al individuo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). No existe un tratamiento específico para esta infección, pero cuanto antes se detecte la enfermedad, mayores serán las posibilidades de recuperación.
Cuando la infección afecta gravemente órganos como los riñones o los pulmones, puede ser necesaria la diálisis o la ventilación. También se recomienda un control cuidadoso de los signos vitales y un control cuidadoso de los signos y síntomas para determinar si hay mejoría o si la enfermedad está empeorando.
Cómo prevenir el hantavirus
Para prevenir el hantavirus, se recomienda:
- Mantenga el área alrededor de la casa limpia y libre de vegetación y escombros de roedores;
- Evite barrer o sacudir los lugares por donde puedan pasar los roedores, prefiriendo limpiarlos con un paño húmedo;
- Al ingresar a lugares que han estado cerrados durante mucho tiempo, las ventanas y puertas deben abrirse para que ingrese el aire y la luz;
- Mantenga siempre los alimentos bien almacenados y fuera del alcance de los roedores;
- Siempre que uses productos enlatados como refrescos o latas de atún, por ejemplo, debes lavarlos antes de usarlos;
- Lave los utensilios de cocina que hayan estado almacenados durante mucho tiempo antes de usarlos.
Además, siempre es recomendable lavarse bien las manos y la comida antes de comer, ya que pueden contener partículas virales. Vea paso a paso cómo lavarse las manos correctamente en el siguiente video: