Glaucoma: que es, síntomas y tratamiento

El glaucoma es una afección ocular caracterizada por aumento de la presión intraocular o fragilidad del nervio óptico.

El tipo más común de glaucoma es el glaucoma de ángulo abierto, que no causa dolor ni otros síntomas que puedan indicar un aumento de la presión intraocular. El glaucoma de ángulo cerrado, que es el tipo más pequeño, puede causar dolor y enrojecimiento de los ojos.

Por tanto, en caso de duda, conviene consultar a un oftalmólogo para que realice las pruebas oportunas y comience el tratamiento adecuado del glaucoma y prevenga la pérdida de visión.

Los síntomas del glaucoma.

Algunos de los principales síntomas que pueden indicar una presión intraocular elevada en los ojos son:

  • Dolor severo dentro y alrededor de los ojos;
  • Dolor de cabeza;
  • Enrojecimiento de los ojos;
  • Problemas de la vista;
  • Dificultad para concentrarse en la oscuridad;
  • Náuseas y vómitos;
  • Agrandamiento de la parte negra del ojo, también conocida como pupila, o tamaño de los ojos;
  • Visión borrosa y borrosa;
  • Observación de arcos alrededor de las luces;
  • Disminución de la visión periférica.

Estos son algunos de los síntomas generales que pueden indicar la presencia de glaucoma, pero los síntomas varían un poco según el tipo de glaucoma presente y los que son más comunes rara vez causan síntomas. Obtenga más información sobre los síntomas del glaucoma.

En presencia de algunos de estos síntomas, se recomienda consultar a un oftalmólogo lo antes posible para que el médico pueda diagnosticar el problema. Generalmente, el diagnóstico de glaucoma se puede realizar mediante un examen oftalmológico completo realizado por un médico, que incluirá tonometría, un examen que permite medir la presión en el ojo. Como el glaucoma en la mayoría de los casos no presenta síntomas, se recomienda que este examen oftalmológico se realice al menos una vez al año, especialmente después de los 40 años.

Además, la presión alta en los ojos puede causar escleritis, una inflamación crónica de la esclerótica, que es una capa delgada que cubre el blanco de los ojos, lo que puede causar ceguera a largo plazo.

Razones principales

La presión alta en el ojo ocurre cuando hay un desequilibrio entre la producción de líquido ocular y su drenaje, lo que lleva a una acumulación de líquido en el ojo, lo que resulta en un aumento de la presión intraocular. La presión arterial alta o el glaucoma pueden tener una variedad de causas, que incluyen:

  • Antecedentes familiares de glaucoma;
  • Producción excesiva de líquido ocular;
  • Obstrucción del sistema de drenaje del ojo, que permite la eliminación de líquido. Este problema también se conoce como ángulo abierto;
  • Uso prolongado o excesivo de prednisona o dexametasona;
  • Traumatismo ocular causado por accidente cerebrovascular, hemorragia, tumor ocular o inflamación, por ejemplo;
  • Realización de cirugía ocular, especialmente la realizada para el tratamiento de cataratas.

Además, el glaucoma puede ocurrir en personas mayores de 60 años, que padecen hipertensión arterial o que padecen miopía axial.

Cómo se realiza el tratamiento

Generalmente, el tratamiento para el aumento de la presión intraocular está indicado por un oftalmólogo, quien puede recetar gotas o medicamentos para ayudar a reducir la presión arterial en los ojos.

En algunos casos, su médico puede sugerir tratamientos con láser o cirugía ocular, principalmente cuando otros tratamientos no tienen el efecto deseado o cuando tiene otras condiciones comórbidas como diabetes, por ejemplo, pero todo dependerá de quién. ser la causa del aumento de la presión.

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