Los ganglios o ganglios linfáticos inflamados son bultos o bultos que pueden aparecer en el cuello, las axilas o la ingle debido a la presencia de una infección o inflamación. Pueden aparecer repentinamente y manifestarse por la aparición de uno o más nódulos en la piel de estas regiones, que pueden ser dolorosos o no, y desaparecer en un período que puede variar de 3 a 30 días.
Esto se debe a que los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras que forman parte del sistema inmunológico y actúan como filtros de sustancias o microorganismos, ayudando a combatir infecciones, atacando y destruyendo las bacterias que se transportan a través del líquido linfático.
La presencia de ganglios linfáticos en ingle, cuello o axilas también se denomina adenopatía o linfadenopatía, que suele ser una inflamación leve y transitoria, pero que también puede ser causada por enfermedades más graves, como el cáncer o enfermedades autoinmunes en general. cuando persisten por más de 1 mes, crecen más de 2 cm o se extienden por todo el cuerpo.
Las principales causas de inflamación de los ganglios en la ingle, el cuello y las axilas.
Los ganglios linfáticos se extienden por diferentes partes del cuerpo, pero generalmente se perciben como nódulos o bolas de piel en regiones más superficiales como el cuello, las axilas, la ingle o la mandíbula. Las razones más comunes son:
1. Inflamación de la piel
Cualquier tipo de inflamación puede causar hinchazón de estos ganglios linfáticos porque actúan como un filtro contra posibles amenazas en el cuerpo. Suelen ocurrir debido a irritaciones de la piel por el uso de productos químicos como desodorantes o una pequeña herida que se produce después de la depilación, foliculitis, vellos encarnados o cortes en la piel.
Las inflamaciones que ocurren en las vías respiratorias o en la región oral, como rinitis alérgica, faringitis, gingivitis o inflamación de los dientes, también son causas importantes de agrandamiento de los ganglios linfáticos.
2. Infecciones
Cualquier tipo de infección puede causar inflamación de los ganglios linfáticos, y los más comunes son los resfriados, la gripe, la otitis, la sinusitis, la faringitis o cualquier tipo de virus, como el Zika o el dengue. Estas enfermedades causan agrandamiento de los ganglios en el cuello, el occipucio, la mandíbula o detrás de la oreja durante la duración de la infección.
Otras enfermedades infecciosas como la neumonía y la bronquitis también pueden provocar nódulos axilares y, además, infecciones del abdomen, como gastroenteritis, en la zona genital como VPH, sífilis, candidiasis. O vaginosis, y pequeñas lesiones en piernas o pies. puede causar nódulos inflamados en la ingle. Obtenga más información sobre las enfermedades de transmisión sexual.
3. Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades que interfieren con la inmunidad también pueden causar agrandamiento de los ganglios linfáticos, y algunos ejemplos son el lupus, la artritis, la vasculitis y la enfermedad inflamatoria intestinal.
4. Cáncer
Una causa menos común de los ganglios linfáticos es el cáncer, los ganglios asociados a esta enfermedad pueden aparecer en todo el cuerpo y tener un aspecto más firme, que no desaparecen al cabo de 1 o 2 meses y no paran de crecer. Cualquier tipo de cáncer puede causar inflamación de los ganglios, pero algunos son más comunes: linfoma, cáncer de mama y cáncer de pulmón. Obtenga más información sobre los signos y síntomas que pueden indicar cáncer.
Cuando ver a un doctor
Los ganglios inflamados en la ingle, el cuello o las axilas son motivo de preocupación, indicando enfermedades más graves como cáncer, linfoma o tuberculosis cuando presentan las siguientes características:
- Ubicado en los brazos o alrededor de la clavícula;
- Se propaga a diferentes regiones del cuerpo;
- Mide más de 2,5 cm;
- Es difícil y no se mueve;
- No mejora después de 1 mes;
- Se acompaña de fiebre que no mejora durante 1 semana, sudores nocturnos, pérdida de peso o malestar.
Si se presentan uno o más de los síntomas mencionados anteriormente, debe consultar a un médico de cabecera para que le realice análisis de sangre que puedan indicar la presencia de una infección o inflamación. Cuando persiste la sospecha, el médico puede ordenar una biopsia de ganglio linfático, que mostrará si tiene características benignas o malignas.
Cómo se realiza el tratamiento
Para el tratamiento de los ganglios inflamados, solo se recomienda el reposo y la hidratación, además de identificar y eliminar qué lo causa, ya que no es necesario tomar medicamentos específicos para el tratamiento. Entonces, cuando la infección o inflamación se cura, el ganglio linfático desaparecerá, porque su apariencia es solo una respuesta del cuerpo que muestra que está combatiendo al agente ofensivo.
Los analgésicos o antiinflamatorios recetados por su médico pueden aliviar el dolor o la sensibilidad en el sitio. Un buen remedio casero es beber té de eucalipto y utilizar compresas de arcilla, ya que ayudan a reducir la inflamación y fortalecen las defensas del organismo.