Flema y tos con sangre: 9 causas principales y que hacer

La tos y la flema sanguinolenta, una afección técnicamente conocida como hemoptisis, no siempre es un signo de un problema grave, especialmente en personas jóvenes y sanas, y solo pueden ser el resultado de un pequeño dolor de nariz o garganta que sangra al toser o la presencia de un dolor prolongado. tos o sequedad en las membranas del sistema respiratorio, p. ej.

Sin embargo, toser con sangre roja brillante puede ser un signo de problemas de salud más graves, como neumonía, tuberculosis o cáncer de pulmón, especialmente en casos de sangrado excesivo o prolongado.

Por ello, se recomienda consultar a un médico cuando la tos con sangre tarda más de 24 horas en desaparecer, si se acompaña de otros síntomas, como falta de aire o falta de aire (falta de aire) o cuando la cantidad de sangre es menor. grande o aumenta con el tiempo.

Por lo tanto, algunas de las causas más comunes de tos con sangre y flema incluyen:

1. Lesiones de las vías respiratorias

En la mayoría de los casos, la tos y la flema sanguinolenta son causadas por simples lesiones en la nariz, con irritación de la garganta o por determinadas pruebas como broncoscopia, biopsia pulmonar, endoscopia o amigdalectomía, por ejemplo.

Hacer: En la mayoría de los casos, esta condición se resuelve por sí sola sin necesidad de ningún tratamiento; sin embargo, si dura más de 24 horas, es importante consultar a un neumólogo para identificar el problema y comenzar el tratamiento adecuado.

2. Tos prolongada

Cuando tiene alergias o gripe y se presenta una tos seca, fuerte y persistente, la presencia de sangre al toser es relativamente común debido a la irritación del tracto respiratorio, que puede resultar en una mezcla con flema. En caso de alergia, esta condición puede ser temporal, mientras que la gripe puede durar más si no se trata.

Hacer: Es ideal para identificar la causa de la alergia y evitar el contacto con ella, como pelos de animales, polvo, polen. En caso de que la alergia cause una gran irritación y haya sangre en la flema, se debe acudir a un médico para que dirija el tratamiento adecuado que puede ser con antihistamínicos, por ejemplo. Además, si la gripe no mejora después de unos días y se acompaña de otros síntomas como fiebre o malestar general, debe buscar atención médica para iniciar el tratamiento.

3. Neumonía

Otra causa de tos con sangre es la neumonía, que, en casos graves o sin tratamiento, puede provocar este síntoma, además de fiebre, dificultad para respirar, dolor en el pecho y palpitaciones, por ejemplo. Para su diagnóstico, el médico puede solicitar una radiografía y el tratamiento se realiza con antibióticos.

Hacer: Debido a que algunos tipos de neumonía deben tratarse con antibióticos, es recomendable consultar a un neumólogo para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado. En los casos más graves, la neumonía puede afectar en gran medida la respiración e incluso puede ser necesario permanecer en el hospital.

Obtenga más información sobre los síntomas y el tratamiento de esta enfermedad.

4. Tuberculosis

Además de tos y flemas sanguinolentas, que son muy comunes en los casos de tuberculosis, esta enfermedad puede provocar otros síntomas como fiebre constante, sudores nocturnos, fatiga excesiva y pérdida de peso. En este caso, la tos debe estar presente durante al menos 2 semanas y su diagnóstico requiere el examen de la flema para identificar la bacteria e iniciar el tratamiento antibiótico. Vea cómo reconocer la tuberculosis.

Hacer: En caso de síntomas característicos de la tuberculosis, como tos con flema y sangre durante más de 2 semanas, sudores nocturnos y pérdida de peso, es necesario acudir al hospital para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado. Además, es importante que las personas con las que entre en contacto también se hagan la prueba para descartar tuberculosis, ya que es una enfermedad altamente contagiosa.

5. Bronquiectasia

La bronquiectasia es una enfermedad respiratoria que provoca tos y flema sanguinolenta, que empeora gradualmente debido a la dilatación permanente de los bronquios, provocando una producción excesiva de flema, así como una frecuente sensación de falta de aire. Esto se debe principalmente a la fibrosis quística, además de infecciones como tuberculosis, neumonía o infecciones por hongos, por ejemplo.

Hacer: Las bronquiectasias siempre deben ser diagnosticadas por un médico para comenzar el tratamiento adecuado con medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Por lo tanto, si se sospecha esta condición, se debe consultar a un neumólogo para evaluar los síntomas y enumerar pruebas, como radiografías, para orientar el tratamiento según la causa.

6. Bronquitis

La bronquitis también se puede asociar con tos y producción de flema sanguinolenta, aunque esto es raro porque hay una inflamación recurrente de los bronquios, lo que aumenta la irritación de las vías respiratorias y las posibilidades de sangrado. Es común la flema blanca o amarillenta, así como dificultad para respirar o falta de aire, fatiga frecuente y dificultad para respirar. Infórmese sobre otros síntomas y qué tratamientos se pueden utilizar.

Hacer: Muchas veces, el descanso y la ingesta adecuada de agua pueden aliviar los síntomas de la bronquitis; Sin embargo, si son persistentes o si las dificultades respiratorias empeoran, es aconsejable buscar ayuda médica, ya que puede ser necesario el uso de medicamentos. Las personas que padecen bronquitis crónica deben someterse a un control adecuado por parte de un neumólogo y, además, usar los medicamentos recetados por él tan pronto como aparezcan los primeros signos de crisis.

7. Edema pulmonar

El edema pulmonar, conocido popularmente como «agua en los pulmones», ocurre cuando hay una acumulación de líquido en estos órganos; es, por esta razón, más común en personas con problemas cardíacos, como ocurre en la insuficiencia cardíaca congestiva, en la que el corazón no bombea la sangre correctamente y, por lo tanto, se acumula en los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones, provocando la liberación de líquido hacia su interior. parte interna.

En estos casos, la flema liberada puede ser rojiza o rosada y tener una consistencia ligeramente espumosa. Otros síntomas comunes incluyen dificultad para respirar, labios y dedos azulados, dolor en el pecho y taquicardia.

Hacer: El edema pulmonar se considera una emergencia médica. Por tanto, si tienes un problema cardíaco y existe la sospecha de un trastorno pulmonar, es muy importante acudir de inmediato al puesto de primeros auxilios para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que se realiza con la hospitalización.

Obtenga más información sobre el tratamiento del edema pulmonar.

8. Embolia pulmonar

La embolia pulmonar es un problema grave que debe tratarse en un hospital lo antes posible. Generalmente ocurre debido a la presencia de un coágulo que evita que la sangre fluya hacia los pulmones, provocando la muerte de los tejidos afectados y dificultando la respiración. Por lo tanto, además de toser sangre, a menudo se siente dificultad para respirar, dedos azulados, dolor en el pecho y aumento de la frecuencia cardíaca. Vea qué otros síntomas pueden ocurrir y cómo se realiza el tratamiento.

Hacer: Siempre que exista una disnea severa, acompañada de dolor en el pecho y tos, es muy importante acudir rápidamente al hospital para ser evaluado y recibir el tratamiento adecuado.

9. Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón causa una variedad de síntomas como pérdida de peso, tos reciente o crónica que puede contener sangre, dolor en el pecho e incluso cambios en la voz. Este tipo de cáncer es más común en fumadores mayores de 40 años. Para su diagnóstico se requiere una muestra de tejido pulmonar o flema, además de pruebas de imagen como radiografías y tomografías. Infórmese sobre otros síntomas del cáncer de pulmón.

Hacer: el éxito del tratamiento del cáncer es mayor cuanto antes se diagnostica. Por ello, siempre que existan síntomas que puedan indicar un problema pulmonar, es muy importante consultar a un neumólogo para que realice las pruebas oportunas e inicie el tratamiento según el estadio del cáncer, si es necesario.

Cuando ver a un doctor

Se recomienda consultar a un neumólogo cuando el sangrado es excesivo, dura más de 3 días o se acompaña de otros síntomas como:

  • Orina o heces con sangre;
  • Dolor de pecho severo;
  • Mareo;
  • Fiebre superior a 38ºC;
  • Respiración dificultosa.

Si sospecha que la situación es grave, debe llamar al número de urgencias o acudir urgentemente al hospital para valorar la situación con un médico que le realizará pruebas diagnósticas como radiografías, broncoscopia, tomografía computarizada o resonancia magnética. identificar la causa de la tos y la flema sanguinolenta para indicar el tratamiento más adecuado.

Tos con sangre en bebés y niños.

La causa más común en los niños es la presencia de pequeños objetos que se colocan en la nariz o la boca y terminan en los pulmones, provocando una tos seca con rastros de sangre. En este caso, es normal no involucrar mucha sangre, pero es importante llevar al niño al hospital para una radiografía de tórax para identificar la causa.

El médico también puede usar un pequeño instrumento para observar las orejas, la nariz y la garganta de su hijo en busca de objetos pequeños como brotes, capullos de mariposa, maíz, guisantes, frijoles o juguetes que puedan haberse insertado en estas áreas. Dependiendo del inserto y su ubicación, se puede extraer con fórceps y, en los casos más graves, incluso puede ser necesaria la cirugía.

Otras causas menos comunes de tos con sangre en bebés y niños son las enfermedades pulmonares o cardíacas, que deben ser diagnosticadas y tratadas por un pediatra. En caso de duda, debe contactar con su pediatra.

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