La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa que se puede transmitir al consumir agua y alimentos contaminados con la bacteria Salmonella typhi, provocando síntomas como fiebre, falta de apetito, tos y manchas rojas en la piel.
El tratamiento de la fiebre tifoidea se puede realizar con antibióticos, reposo e ingesta de líquidos para mantener al paciente hidratado. La vacunación es la mejor forma de prevención para esta enfermedad y está indicada para personas que viajarán a áreas donde la enfermedad es más común.
La fiebre tifoidea y la tifoidea son enfermedades diferentes porque el tifus es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Rickettsia, que se transmite por la picadura de un insecto infectado, como piojos, pulgas o garrapatas, o por la contaminación de las heces de un insecto infectado. Obtenga más información sobre el tifus.
Los síntomas de la fiebre tifoidea
Las imágenes muestran uno de los síntomas característicos de la fiebre tifoidea, manchas rojas en el hombro, pecho y abdomen. Los síntomas de la fiebre tifoidea incluyen:
- Alta temperatura;
- Escalofríos;
- Dolor abdominal;
- Estreñimiento o diarrea;
- Dolor de cabeza;
- Incomodidad;
- Agrandamiento del bazo;
- Pérdida de apetito;
- Tos seca;
- Manchas rojas en la piel, que desaparecen al presionar.
Los síntomas de la fiebre tifoidea pueden, en algunos casos, parecerse a los de una infección del tracto respiratorio y meningitis. El período de incubación de la enfermedad es de 1 a 3 semanas y la persona puede tener fiebre tifoidea varias veces a lo largo de su vida. El diagnóstico de fiebre tifoidea se puede realizar mediante análisis de sangre y heces.
La fiebre tifoidea y paratifoidea son enfermedades similares con los mismos síntomas y tratamiento, sin embargo, la fiebre paratifoidea es causada por la bacteria Salmonella paratyphi A, B o C y generalmente es menos severa.
Vacuna contra la fiebre tifoidea
La vacuna contra la fiebre tifoidea es la opción más eficaz para prevenir la fiebre tifoidea. Está indicado para personas que viajarán a zonas donde la enfermedad es común.
Dado que la vacuna no protege completamente a las personas de la fiebre tifoidea, es importante tomar otras medidas preventivas, como hervir o filtrar el agua antes de su consumo, utilizar agua mineral incluso para el cepillado de los dientes, la higiene personal diaria, evitar lugares frecuentes con mala higiene, lavarse las manos antes de preparar la comida y después de ir al baño y cuenta con saneamiento básico.
Transmisión de la fiebre tifoidea
La fiebre tifoidea generalmente se trata de la siguiente manera:
- Por ingestión de agua y alimentos contaminados con heces u orina de una persona con fiebre tifoidea;
- Mediante infección directa de las manos, a través de las manos de un portador de la enfermedad.
Las verduras, frutas y legumbres lavadas con agua contaminada también pueden causar la enfermedad, e incluso los alimentos congelados no son seguros, ya que las bajas temperaturas no pueden eliminar la salmonela.
Tratamiento de la fiebre tifoidea
El tratamiento de la fiebre tifoidea se puede realizar habitualmente en casa con la administración de antibióticos recetados por un médico, como cloranfenicol, además de mantener el reposo, una dieta baja en calorías y grasas, y la ingesta de líquidos para mantener al paciente hidratado. En los casos más graves, puede ser necesario que la persona permanezca hospitalizada para estar bajo supervisión médica y recibir antibióticos intravenosos IV y IV.
Es recomendable beber suficiente agua o té para mantenerte hidratado, debes evitar los alimentos ricos en grasas y azúcares. Para reducir la temperatura, puede tomar un baño varias veces al día, además de tomar paracetamol o dipirona según las indicaciones del médico. No se deben tomar laxantes para relajar los intestinos o para consumir alimentos que retrasen la motilidad intestinal en caso de diarrea. Vea cómo bajar la temperatura de forma natural.
Después del quinto día, es posible que la persona ya no tenga síntomas, pero las bacterias todavía están presentes en el cuerpo. Un individuo puede permanecer con la bacteria hasta por 4 meses, lo cual ocurre en más de 1/4 de los pacientes, o más de 1 año, esta situación es menos común, por lo que es fundamental usar el baño correctamente y mantener las manos siempre limpio.
Cuando la fiebre tifoidea no se trata, puede provocar complicaciones faciales graves, como sangrado, perforación intestinal, infección generalizada, coma e incluso la muerte.