Fiebre de las Montañas Rocosas: síntomas y tratamiento

La fiebre de las Montañas Rocosas, también conocida como fiebre de las Montañas Rocosas, se transmite por la picadura de una garrapata infectada con una bacteria llamada Rickettsia rickettsii.

Para que la enfermedad se transmita, la unión entre la garrapata y el individuo debe tomar de 6 a 10 horas, una enfermedad común en América Central del Sur y partes de América del Sur.

La fiebre de las rocas tiene cura, pero su tratamiento debe iniciarse lo antes posible, tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, tomando antibióticos, porque previene el desarrollo de la enfermedad y provoca complicaciones graves como inflamación, parálisis cerebral, insuficiencia respiratoria. o abstinencia de los riñones, que puede poner en peligro la vida del paciente.

Garrapata manchada con fiebre

Principales síntomas

Los síntomas de la Fiebre de las Montañas Rocosas pueden ser difíciles de identificar y por ello, siempre que se sospeche el desarrollo de la enfermedad, se recomienda acudir al centro de salud más cercano para realizarse análisis de sangre y confirmar la infección, que es de inmediato iniciar la terapia con antibióticos.

Los síntomas de la fiebre de las montañas rocosas suelen aparecer de 2 a 15 días después de la picadura de una garrapata, y los principales son:

  • Fiebre repentina superior a 39ºC y fiebre;
  • Dolor de cabeza intenso;
  • Conjuntivitis;
  • Náuseas y vómitos;
  • Diarrea y dolor abdominal;
  • Dolor muscular constante;
  • Insomnio y dificultad para descansar;
  • Hinchazón y enrojecimiento de las palmas de las manos y plantas de los pies;
  • Gangrena de los dedos y las orejas;
  • Parálisis del cuerpo, que comienza en las piernas y pasa a los pulmones hasta que provoca un paro respiratorio.

Además, después del desarrollo de la fiebre, es común que se desarrollen manchas rojas que comienzan en los pies y las manos, incluidos los pies y las palmas de las manos, y se extienden rápidamente al torso o al resto del cuerpo.

Los síntomas de la fiebre manchada pueden ser difíciles de identificar y por ello, siempre que se sospeche el desarrollo de la enfermedad, se recomienda acudir a urgencias para hacerse análisis de sangre y confirmar la infección, iniciando el antibiótico de forma inmediata. tratamiento.

El diagnóstico se puede realizar mediante pruebas como la hematología en las que se han informado anemia, trombocitopenia y depleción plaquetaria. Además, se indica una revisión de las enzimas CK, LDH, ALT y AST.

Cómo se lleva a cabo la transferencia

La transmisión se produce por la picadura de una garrapata contaminada con la bacteria Rickettsia rickettsii. Al morder y alimentarse de sangre, la garrapata transmite bacterias a través de su saliva. Sin embargo, se requieren de 6 a 10 horas de contacto para que esto ocurra, sin embargo, la picadura de las larvas de esta garrapata puede transmitir la enfermedad y no es posible identificar el sitio de su picadura porque no causa dolor, aunque sí es suficiente para la transmisión de bacterias.

A medida que la piel atraviesa la barrera, las bacterias llegan al cerebro, pulmones, corazón, hígado, bazo, páncreas y tracto digestivo, por lo que es importante saber identificar y tratar esta enfermedad lo antes posible para evitar complicaciones e incluso la muerte. .

El período de incubación varía de 2 días a 2 semanas hasta que aparecen los primeros síntomas.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la fiebre manchada debe ser dirigido por un médico de cabecera y comenzar hasta 5 días después del inicio de los síntomas, lo que generalmente se realiza mediante la ingestión de antibióticos como cloranfenicol o tetraciclinas para evitar complicaciones graves.

La falta de tratamiento puede afectar el sistema nervioso central y causar encefalitis, confusión mental, delirios, convulsiones y coma. En este caso, la bacteria se puede identificar en la prueba de líquido cefalorraquídeo, aunque el resultado no siempre es positivo. Los riñones pueden verse afectados provocando insuficiencia renal y edema generalizado. Cuando los pulmones se ven afectados, puede haber neumonía y dificultad para respirar, por lo que es necesario recurrir al uso de oxígeno.

Cómo prevenir la fiebre de las Montañas Rocosas

Para prevenir esta enfermedad, debe:

  • Use pantalones, sudaderas de manga larga y zapatos, especialmente cuando sea necesario estar en lugares con hierba alta;
  • Use repelente de insectos, vuelva a aplicar cada 2 horas o según sea necesario;
  • Limpiar los arbustos y mantener el jardín sin hojas en el césped;
  • Revise su cuerpo o mascotas todos los días en busca de garrapatas;
  • Mantenga a las mascotas, como perros y gatos, desinfectadas con pulgas y garrapatas.

En caso de identificación de garrapatas en la piel, se recomienda acudir al centro de salud o al hospital de emergencia más cercano para que se lo extraigan adecuadamente y evitar la fiebre de las Montañas Rocosas.

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