Los exámenes ginecológicos ordenados por el médico anualmente tienen como objetivo garantizar el bienestar y la salud de la mujer y diagnosticar o tratar algunas enfermedades, como la endometriosis, el VPH, el flujo vaginal anormal o el sangrado fuera de la menstruación.
Se recomienda acudir al ginecólogo al menos una vez al año, especialmente después de la primera menstruación, aunque no haya síntomas, porque existen enfermedades ginecológicas que pueden ser asintomáticas, principalmente en la etapa inicial, porque si se diagnostican precozmente. pueden salvar vidas.
A través de ciertas pruebas, el ginecólogo puede evaluar la región pélvica de una mujer, como los ovarios, el útero y las mamas, y puede detectar algunas enfermedades de manera temprana. Algunos ejemplos de exámenes que pueden ser necesarios en la rutina ginecológica son:
1. Ecografía de la pelvis
La ecografía pélvica es una prueba visual que nos permite observar los ovarios y el útero, ayudando a detectar precozmente determinadas enfermedades, como ovarios poliquísticos, útero agrandado, endometriosis, sangrado vaginal, dolor pélvico, embarazo ectópico e infertilidad, por ejemplo.
Esta prueba se realiza insertando un transductor en el abdomen o en la vagina (ecografía transvaginal), que le permite ver imágenes nítidas y detalladas del sistema reproductor femenino. Infórmate de qué es una ecografía o ecografía transvaginal y cuándo está indicada.
2. Prueba de Papanicolaou
Las pruebas de Papanicolaou se realizan raspando el interior del útero con un hisopo de algodón para extraer una pequeña muestra de células que luego se analizan en un laboratorio, lo que permite identificar infecciones y cambios vaginales o uterinos, que pueden ser indicativos de cáncer. La prueba es indolora, pero puede resultar incómoda cuando el médico frota las células del útero.
La prueba debe realizarse al menos una vez al año y está indicada para todas las mujeres que hayan comenzado a tener relaciones sexuales o que tengan más de 21 años. Vea cómo comprender los resultados de la prueba de Papanicolaou.
3. Seguimiento de infecciones
El control de la infección se realiza a través de un análisis de sangre, y su propósito es identificar enfermedades infecciosas que pueden ser de transmisión sexual, como herpes, VIH, sífilis, clamidia y gonorrea, por ejemplo.
Este cribado infeccioso se puede realizar mediante un análisis de sangre o mediante un análisis microbiológico de orina o flujo vaginal, que además de mostrar si existe o no una infección, también muestra cuál es el microorganismo responsable y el mejor tratamiento.
4. Colposcopia
La colposcopia permite la observación directa del cuello uterino y otras estructuras genitales, como la vulva y la vagina, con la capacidad de identificar cambios celulares benignos, tumores y signos de infección o inflamación.
La colposcopia generalmente la requiere un ginecólogo durante un examen de rutina, pero también está indicada cuando una prueba de Papanicolaou tiene resultados anormales. Esta prueba no duele, pero puede causar molestias leves, generalmente ardor cuando el médico aplica una sustancia para visualizar posibles cambios en el útero, la vagina o la vulva. Aprenda a realizar una colposcopia.
5. Histerosalpingografía
La histerosalpingografía es un examen de rayos X con contraste que permite la observación del cuello uterino y las trompas de Falopio para identificar posibles causas de infertilidad distintas de la salpingitis, que es una inflamación de las trompas de Falopio.
Esta prueba no duele, pero puede causar malestar, por esta razón su médico puede recomendar analgésicos o antiinflamatorios antes y después de la prueba. Aprenda cómo se realiza la histerosalpingografía.
6. Imágenes por resonancia magnética
La resonancia magnética te permite observar imágenes de estructuras genitales con buena resolución para detectar cambios malignos, como fibromas y cáncer de útero y vagina. También se usa para monitorear los cambios que pueden ocurrir en el sistema reproductor femenino para confirmar si ha habido una respuesta al tratamiento o si se debe realizar una cirugía.
Ésta es una prueba que no usa radiación ni contraste en una vena. Descubra para qué sirve MFA y cómo se hace.
7. Laparoscopia diagnóstica
La laparoscopia diagnóstica o videolaparoscopia es un examen que utiliza un tubo delgado de luz para visualizar los órganos reproductores en el abdomen, lo que permite identificar endometriosis, embarazo ectópico, dolor pélvico o la causa de infertilidad, por ejemplo.
Aunque esta prueba se considera la mejor técnica para diagnosticar la endometriosis, no es la primera opción, ya que ya es una técnica invasiva y requiere anestesia general, siendo más recomendable la ecografía vaginal o la resonancia magnética. Aprenda cómo se realiza la laparoscopia diagnóstica y quirúrgica.
8. Ecografía mamaria
Generalmente, una ecografía de la mama, también conocida como ecografía de la mama, se realiza después de sentir un bulto a la palpación o si la mamografía está incompleta, principalmente en mujeres que tienen senos grandes y antecedentes familiares de cáncer de mama.
La ecografía no debe confundirse con la mamografía, ni debe reemplazar este examen, ya que solo puede complementar la evaluación de la mama. Aunque esta prueba también puede identificar nódulos que indican cáncer de mama, la mamografía es la prueba más indicada para realizar en mujeres con sospecha de cáncer en la zona.
Para realizar el examen, la mujer debe acostarse en una camilla, sin blusa ni sostén, para que el médico pueda aplicar el gel en la mama y luego pasar el dispositivo, mientras observa en la pantalla del ordenador si hay algún cambio.