La espondiloartritis, conocida como osteoartritis de la columna vertebral u osteoartritis de la columna vertebral, es el desgaste del cartílago de las articulaciones de la columna vertebral, que causa síntomas como dolor y dificultad para mover la espalda, y puede ser causado por cambios en la edad, como con alteraciones genéticas o movimientos de espalda irregulares.
Los síntomas de la osteoartritis varían de una persona a otra, varían en severidad de leve a severa, e incluso pueden causar restricciones en las actividades diarias y en el trabajo. Por esta razón, en algunos casos la osteoartritis puede ser una indicación de enfermedad o jubilación, pero esto rara vez ocurre porque cuando una persona realiza el tratamiento correctamente, los síntomas tienden a estar bien controlados.
El desgaste puede ocurrir en cualquier región de la columna, más a menudo en las regiones lumbar y cervical, y aunque no existe cura, el tratamiento puede mejorar significativamente los síntomas y la calidad de vida de una persona, incluido el uso de medicamentos. , medicamentos antiinflamatorios y opciones quirúrgicas para los casos en los que el tratamiento no médico no responde.
Principales síntomas
El cartílago es importante para aliviar el accidente cerebrovascular y reducir la fricción entre las extremidades de los huesos, y cuando hay osteoartritis, puede haber síntomas como:
- Dolor en la columna que empeora con el movimiento;
- Dificultad para moverse por la región debido al dolor;
- Puede haber un hormigueo o entumecimiento en el cuello o los brazos cuando hay osteoartritis cervical;
- Puede haber un hormigueo o entumecimiento en las piernas cuando hay osteoartritis lumbar.
Para recuperarse del desgaste de los huesos por parte del cuerpo, se pueden formar pequeñas manchas en sus extremidades, conocidas como picos de loro, que pellizcan o aprietan los nervios que recorren áreas como la ciática y causan un gran dolor.
Además, la compresión de los discos de cartílago en la columna, llamados discos intervertebrales, puede hacer que la columna se abulte hacia afuera, lo que lleva a una hernia de disco.
Causas de la espondiloartritis
La osteoartritis de la columna tiene efectos genéticos y hereditarios, sin embargo, existe un mayor riesgo de desarrollar cambios debido a:
- Desgaste natural de la columna debido a la edad;
- Movimientos repetitivos e irregulares como llevar objetos pesados en la posición incorrecta;
- Exceso de ejercicio físico;
- Lesiones de la médula espinal causadas por traumatismos y accidentes.
De esta forma, es muy importante que el ejercicio de actividad física sea dirigido por un profesional y que se realicen movimientos repetitivos o esfuerzos laborales manteniendo una postura adecuada, evitando el desarrollo de artrosis.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de osteoartritis de columna se realiza sobre la base de los síntomas presentados y mediante el examen físico realizado por el médico, en relación con pruebas de imagen como radiografías de columna.
En algunos casos, la resonancia magnética de la columna vertebral puede ser necesaria para identificar anomalías como una hernia de disco o pequeñas deformidades que no se ven en las radiografías.
Cómo se realiza el tratamiento
No existe cura para la espondiloartritis, pero su tratamiento adecuado es muy importante para eliminar los síntomas y mejorar la calidad de vida de la persona con fármacos como:
- Analgésicos, como paracetamol o dipirona, de 2 a 4 veces al día o cuando tenga dolor;
- Opioides, que son analgésicos más potentes como la codeína, el tramadol o incluso la morfina, para los casos de dolor moderado a intenso;
- Glucosamina o condroitín sulfato, cuáles son los complementos alimenticios que pueden ayudar en la regeneración del cartílago;
- Antiinflamatorio, como ketoprofeno o ibuprofeno, en comprimidos o ungüentos, deben utilizarse durante un tiempo limitado, de acuerdo con las instrucciones del médico, ya que su uso continuo puede ser perjudicial para órganos como el estómago y los riñones;
- Anestésicos inyectables y corticosteroides., llamadas infiltraciones o bloqueos, se inyectan en la articulación para un mejor control local del dolor, en casos graves.
Estos tratamientos pueden administrarse en momentos en que se presentan los síntomas o pueden tomarse de por vida en personas con síntomas persistentes y deben ser manejados por un médico generalista, ortopedista o reumatólogo.
Opciones de operación
Las cirugías de columna están indicadas por un ortopedista o neurocirujano en algunos casos donde no hay mejoría de los síntomas con tratamientos previos, debido a su riesgo, aunque sea pequeño, de causar complicaciones como sangrado, infección o lesión en la columna.
Estos procedimientos quirúrgicos consisten en cirugía por radiofrecuencia, convencional o mínimamente invasiva, desarrollada para corregir deformidades, reducir síntomas y permitir que la persona con la enfermedad lleve una vida con mínimas restricciones.
Conozca los cuidados principales después de una cirugía de columna.
Tratamiento de fisioterapia
La fisioterapia es un tratamiento muy importante para quienes padecen artrosis de columna, ya que los ejercicios y manipulaciones que realiza el fisioterapeuta ayudan a reducir la inflamación, alinear las articulaciones y fortalecer los músculos, para que haya menos sobrecarga y dolor en la columna. .
El ejercicio también es importante para tonificar los músculos y mantener la estabilidad de las articulaciones. Los mejores tipos de ejercicio son la natación y la hidro-gimnasia, ya que las actividades acuáticas trabajan los músculos con el menor impacto en las articulaciones.