El esguince de rodilla se produce debido a un estiramiento excesivo de los ligamentos de esta articulación, que en algunos casos terminan en fractura, provocando dolor e hinchazón intensos.
Esto puede ocurrir durante el ejercicio en algunos deportes, debido a movimientos bruscos o debido a una lesión causada por golpear un objeto con la rodilla. El tratamiento consiste en reposo, hielo y compresión del sitio, pero en casos más graves, puede ser necesaria una cirugía.
Principales síntomas
Los signos y síntomas del esguince de rodilla incluyen:
- Dolor severo de rodilla
- Rodilla hinchada;
- Dificultad para doblar la rodilla y soportar el peso del cuerpo sobre la pierna afectada.
En algunos casos, se puede escuchar ruido en el momento de la lesión y, en algunas situaciones, puede haber un ligero sangrado en la articulación, dejando el área de color púrpura o azulado.
Posibles Causas
En los jóvenes, los esguinces de rodilla son más frecuentes durante el ejercicio, en deportes como baloncesto, fútbol, tenis, voleibol o gimnasia, por ejemplo, cuando algo llega a la rodilla desde el exterior, cuando hay un cambio brusco de dirección, cuando el cuerpo se gira sobre un pie apoyado o al caer de un salto repentino. En estos casos, puede producirse una rotación anormal del fémur en relación con la tibia, lo que provoca un estiramiento excesivo de los ligamentos y el menisco y la rotura de estos ligamentos.
En los ancianos, el estiramiento puede ocurrir debido a un cambio brusco en la marcha, como al cruzar la calle, por ejemplo.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de esguince de rodilla debe ser realizado por un médico y consiste en un examen físico que evalúa el movimiento, la hinchazón y la sensibilidad de la rodilla a una rodilla sana. Si es necesario, también se pueden utilizar herramientas de diagnóstico como radiografías, resonancias magnéticas o ecografías para evaluar si los ligamentos, los meniscos y los tendones están desgarrados o gravemente comprometidos.
Tratamiento de estiramiento de rodilla
El tratamiento comienza con el reposo, evitando en lo posible poner el pie en el suelo, para no poner peso en la rodilla. Para hacer esto, la pierna debe mantenerse erguida y las personas pueden usar muletas para moverse. Idealmente, acuéstese con la pierna levantada para que su rodilla esté más alta que la altura de su corazón para ayudar a su muñeca a exhalar más rápido.
Durante el período de descanso, se pueden aplicar compresas de hielo en la rodilla durante 20 a 30 minutos cada 2 horas, y el intervalo de aplicación debe aumentarse durante los días. Se pueden usar medias elásticas o vendajes de compresión para inmovilizar la rodilla durante aproximadamente 5-7 días, y su médico puede recetar analgésicos y medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor.
Después de una liberación médica de la inmovilización, es importante realizar de 10 a 20 sesiones de fisioterapia para ayudar a restablecer el movimiento y el equilibrio, utilizando equipos electrónicos como ultrasonido y estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), además de técnicas de fisioterapia. ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular.
En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria, especialmente si la persona es joven o un deportista que quiere seguir practicando deportes. Además, se recomienda en situaciones donde la lesión compromete las actividades diarias o es muy grave.
El tiempo de recuperación depende en gran medida de la gravedad de la tensión, pero los atletas generalmente pueden volver a hacer ejercicio entre 3 y 6 meses después de la lesión, pero esto dependerá de la gravedad de la lesión y del tipo de tratamiento realizado. Las sesiones de fisioterapia se recuperan más rápido.
Cuando se produce una rotura del ligamento cruzado anterior, se recomienda otro tipo de tratamiento.