La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca la vaina de mielina, una estructura protectora que recubre las neuronas, causando destrucción o daño permanente a los nervios, lo que genera problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple varían y dependen de cuánto y qué nervios se vean afectados, pero generalmente incluyen debilidad muscular, temblores, fatiga y pérdida del control del movimiento y la capacidad de caminar o hablar, por ejemplo.
La esclerosis múltiple es una enfermedad que no tiene cura, pero los tratamientos disponibles pueden ayudar a controlar los síntomas, evitar las convulsiones o retrasar su evolución y siempre deben ser recetados por un neurólogo.
Principales síntomas
La esclerosis múltiple se manifiesta a través de síntomas que se vuelven más evidentes durante períodos conocidos como brotes de enfermedades o brotes que ocurren a lo largo de la vida o a medida que avanza la enfermedad. Así, pueden ser muy diferentes, variar de persona a persona y pueden reducirse, desaparecer por completo cuando se realiza el tratamiento, o no, dejando algunas consecuencias.
Los síntomas de la esclerosis múltiple incluyen:
- Hormigueo o entumecimiento en los brazos o piernas;
- Fatiga excesiva;
- Falta de fuerza muscular;
- Rigidez o espasmo muscular;
- Sacudida;
- Dolor de cabeza;
- Vacíos de memoria y dificultad para concentrarse;
- Incontinencia urinaria o fecal;
- Problemas de visión, como visión doble, nublada o borrosa.
- Dificultad para hablar o tragar;
- Problemas para caminar o perder el equilibrio;
- Dificultad para respirar;
- Depresión.
Estos síntomas no aparecen todos al mismo tiempo, pero pueden reducir la calidad de vida. Además, los síntomas pueden empeorar cuando alguien se expone al calor o si tiene fiebre, que puede disminuir espontáneamente cuando la temperatura vuelve a la normalidad.
Si cree que puede tener esta enfermedad, elija sus síntomas actuales para averiguar cuál es su riesgo:
- 1. Falta de fuerza en los brazos o dificultad para caminar No Sí
- Hormigueo repetido en manos o pies No Sí
- 3. Dificultades para coordinar movimientos No Sí
- 4. Dificultad para retener la orina o las heces No Sí
- 5. Pérdida de memoria o dificultad para concentrarse No Sí
- 6. Dificultad para enfocar o visión borrosa No Sí
Como se diagnostica
El diagnóstico de esclerosis múltiple lo realiza un neurólogo en función de los síntomas que presenta la persona. Además, su médico puede ordenar pruebas de imágenes para confirmar el diagnóstico, como una resonancia magnética, por ejemplo, que puede confirmar la degradación de la vaina de mielina.
Además, otras pruebas que su médico puede requerir son estudiar los potenciales evocados para registrar las señales eléctricas producidas por los nervios en respuesta a los estímulos y analizar el líquido cefalorraquídeo extraído por punción lumbar, que puede mostrar anomalías en los anticuerpos asociados con la esclerosis múltiple. infecciones y otras afecciones con síntomas similares a esta enfermedad.
Aprenda a realizar una punción lumbar.
Posibles Causas
La causa exacta de la esclerosis múltiple aún se desconoce, pero algunos factores pueden contribuir a su desarrollo, tales como:
- Tener entre 20 y 40 años;
- Las mujeres tienen de 2 a 3 veces más probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple que los hombres;
- Tener casos de esclerosis múltiple en la familia, como padres o hermanos;
- Tiene una infección con virus como Epstein-Barr;
- Tener otras enfermedades autoinmunes, como enfermedad de la tiroides, anemia perniciosa, diabetes tipo 1 o enfermedad inflamatoria intestinal.
Además, algunos estudios han relacionado un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple con niveles bajos de vitamina D en el cuerpo.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la esclerosis múltiple debe realizarse con medicación prescrita por un médico con el fin de prevenir la progresión de la enfermedad, reducir el tiempo e intensidad de los ataques y controlar los síntomas.
Además, la fisioterapia es un tratamiento importante para esta enfermedad porque permite que los músculos se activen, controlando la debilidad de las piernas, la dificultad para caminar o evitando la atrofia muscular. Consiste en realizar ejercicios para estirar y fortalecer los músculos.
Cuidados durante el tratamiento
Algunos pasos importantes en el tratamiento de la esclerosis múltiple pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir la progresión de la enfermedad, que incluyen:
- Dormir por lo menos de 8 a 9 de la noche;
- Práctica recomendado por un médico;
- Evite la exposición al calor o lugares cálidos, decidiendo temperaturas agradables;
- Aliviar el estrés con actividades como yoga, tai chi, masajes, meditación o respiración profunda.
Es importante contar con un neurólogo, quien debe guiar su dieta para asegurarse de tener una dieta balanceada rica en vitamina D.
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