Equimosis: que es, las principales causas y que hacer

La equimosis es la extravasación de sangre de los vasos sanguíneos de la piel, que se rompen y forman un área de color púrpura, y generalmente se asocia con traumatismos, contusiones o los efectos secundarios de ciertos medicamentos, por ejemplo.

Esta condición puede durar de 1 a 3 semanas y durante este período el color cambia de púrpura a amarillo verdoso. En la mayoría de los casos, la equimosis no requiere un tratamiento específico; sin embargo, si ocurre con frecuencia, es importante consultar a un médico de cabecera o hematólogo.

El diagnóstico de sus causas se basa en la realización de pruebas de laboratorio con la ayuda de un hemograma completo y el seguimiento de los niveles de plaquetas y factores de coagulación sanguínea. Por otro lado, en casos de sospecha de fractura ósea, su médico puede ordenar pruebas como radiografías o resonancias magnéticas.

Las principales causas de la equimosis incluyen las siguientes:

1. Contusión

La principal causa de equimosis son las contusiones o lesiones que se producen durante el ejercicio o en casos de accidentes domésticos, escolares, laborales o de tráfico. Las contusiones pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo y causar la ruptura de los vasos sanguíneos superficiales, lo que lleva al desarrollo de equimosis.

Hacer: la equimosis generalmente desaparece espontáneamente; Sin embargo, si el área afectada es dolorosa, puede usar compresas frías o hielo en el área de la lesión durante las primeras 24 a 48 horas y compresas tibias después de ese período, o tomar medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, por ejemplo.

2. Operaciones

La equimosis puede ocurrir en el postoperatorio de cirugía plástica, como liposucción, abdomen o rinoplastia, debido a traumatismos mecánicos en la piel o en operaciones que requieran cortes o incisiones, provocando rotura de vasos sanguíneos y extravasación de sangre a la piel.

Hacer: En el caso de cirugías de liposucción o abdominoplastia, el uso de bandas de compresión o drenaje linfático reduce la presión en los vasos sanguíneos y ayuda a prevenir la equimosis. Si la operación se realizó en la cara, como una rinoplastia, se debe tener cuidado de acostarse con la cabeza inclinada, por encima de la altura del corazón. En estos casos, se pueden aplicar compresas frías en el área durante las primeras 48 horas para contraer los vasos sanguíneos, reduciendo el sangrado local y la equimosis.

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3. Fracturas óseas

Generalmente, cuando se fractura un hueso, el tejido cutáneo que lo rodea puede romperse, generando equimosis en las zonas cercanas a la fractura. Por otro lado, una fractura en la base del cráneo o huesos faciales, por ejemplo, puede provocar equimosis periorbitaria, en la que aparece una mancha púrpura alrededor de los ojos, signo conocido como «ojos de mapache».

Hacer: Es importante buscar ayuda médica en casos de sospecha de fractura ósea para inmovilizar la región afectada. Sin embargo, para reducir la hinchazón y el sangrado local, se puede levantar la extremidad y aplicar compresas frías o hielo para prevenir hematomas y controlar el dolor y la hinchazón.

4. Venas varicosas

En el caso de las varices, también conocidas como varices, la equimosis puede ocurrir por la mayor fragilidad de los vasos sanguíneos, que es más común en los ancianos, o por otros factores como la bipedestación prolongada, la obesidad o el embarazo, por ejemplo. .

Hacer: Se pueden utilizar medias de compresión para prevenir la equimosis y, en los casos más graves, pueden ser necesarias inyecciones o cirugía con láser en el área donde las venas están dilatadas.

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5. Uso de drogas

Ciertos medicamentos anticoagulantes, como el ácido acetilsalicílico o la warfarina, alteran el tiempo de coagulación de la sangre, que es importante para detener el sangrado, y en casos de golpes y hematomas, la equimosis puede ocurrir con más frecuencia.

Hacer: Se puede aplicar una compresa fría en el área para reducir el sangrado y prevenir un aumento de hematomas. Durante el uso de anticoagulantes, es importante hacerlo bajo supervisión médica y realizarse análisis de sangre periódicos para evitar una coagulación sanguínea incontrolada e informar al médico en caso de hematomas frecuentes o sin motivo aparente.

6. Plaquetas bajas

Las plaquetas son importantes para la formación de un trombo responsable de detener el sangrado. Cuando hay una disminución en el recuento de plaquetas, una condición conocida como trombocitopenia o espuma de plaquetas, puede ocurrir equimosis.

Hacer: Es ideal no realizar actividades que requieran esfuerzo o deportes de contacto para evitar la formación de equimosis. En el caso de trombocitopenia ya diagnosticada por un médico, se debe realizar un seguimiento riguroso para controlar los niveles de plaquetas. Una dieta rica en ácido fólico y vitamina B12 puede ayudar a reducir la incidencia de equimosis, ya que estos nutrientes aumentan la formación de glóbulos y plaquetas.

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7. Hemofilia

La hemofilia es una enfermedad rara caracterizada por la falta de factores de coagulación, que son importantes para la formación de coágulos y detener el sangrado. En este caso, este defecto puede causar equimosis más fácilmente.

Hacer: Para prevenir la equimosis deben evitarse situaciones que puedan provocar sangrado, como el contacto y exposición a la actividad física, así como el uso de anticoagulantes como el ácido acetilsalicílico o la warfarina, y corticoesteroides como la dexametasona o la betametasona. En los casos más graves de hemofilia, puede ser necesaria una transfusión de sangre, por lo que se debe consultar a un hematólogo con regularidad para controlar la enfermedad.

8. Leucemia

La leucemia se produce debido a una reducción en la formación de glóbulos blancos por parte de la médula ósea, lo que interfiere con su función normal y la formación de plaquetas, lo que puede provocar hemorragias y equimosis.

Hacer: Generalmente, la aparición de equimosis es un síntoma común de leucemia. En el caso de equimosis frecuentes, que están muy extendidas por todo el cuerpo y sin motivo aparente como hematomas o accidentes cerebrovasculares, se debe buscar atención médica para diagnosticar e iniciar el tratamiento, que generalmente se realiza con quimioterapia.

9. Dengue

El dengue es una infección viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti que puede provocar trastornos de la coagulación sanguínea, provocando equimosis.

Hacer: Las equimosis suelen ir acompañadas de otros síntomas como dolor de cabeza, dolores corporales, dolor ocular y fiebre, por ejemplo, y duran unos 7 días. En caso de sospecha de dengue, conviene descansar y consultar a su médico para que le realice análisis de sangre e indique el tratamiento más adecuado, que se realiza con analgésicos como el paracetamol o antipiréticos como la dipirona, por ejemplo, e hidratación.

¿Cuál es la diferencia entre equimosis y hematoma?

La equimosis y el hematoma son dos tipos de hemorragia caracterizados por sangrado debido a la rotura de vasos sanguíneos. Sin embargo, en la equimosis se produce la rotura de los vasos superficiales de la piel, mientras que en el hematoma se produce la rotura de los vasos más profundos y puede afectar a los músculos y capas internas, además de la formación de un bulto endurecido en la zona y la aparición de dolor.

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