Las enfermedades psicosomáticas son enfermedades de la mente que manifiestan síntomas físicos como dolor abdominal, temblor o sudoración, y cuya causa es psicológica. Suelen presentarse en personas que tienen altos niveles de estrés y / o ansiedad, porque es una forma que tiene el cuerpo de mostrar físicamente que algo anda mal, tanto emocional como emocionalmente.
Los principales signos y síntomas que pueden indicar la presencia de una enfermedad psicosomática son:
- Aumento de la frecuencia cardíaca;
- Temblores
- Respiración rápida y dificultad para respirar;
- Sudoración excesiva o fría;
- Boca seca;
- Mareo;
- Dolor abdominal;
- Diarrea;
- Sensación de un nudo en la garganta;
- Pecho, espalda y / o dolor de cabeza;
- Manchas rojas o moradas en la piel.
Estos síntomas ocurren porque el estrés y la ansiedad provocan un aumento de la actividad nerviosa en el cerebro, además de aumentar los niveles de ciertas hormonas en la sangre como la adrenalina y el cortisol. Muchos órganos del cuerpo, como los intestinos, el estómago, los músculos, la piel y el corazón, tienen una conexión directa con el cerebro y son los más afectados por estos cambios.
Si los síntomas persisten, es común que se presenten enfermedades relacionadas con las emociones como gastritis, fibromialgia, psoriasis e hipertensión, por ejemplo. Incluso en algunos casos, los síntomas pueden ser tan intensos que pueden hacer que una persona sienta que tiene un ataque cardíaco, un derrame cerebral o una convulsión, por lo que el médico puede sugerir un tratamiento rápido basado en ansiolíticos.
¿Qué puede causar estas enfermedades?
Cualquiera puede desarrollar una enfermedad psicosomática porque todos estamos expuestos a situaciones que generan ansiedad, estrés o tristeza. Así, algunas situaciones que pueden provocar estas enfermedades son:
- Estrés laboral;
- Deudas o problemas financieros;
- Traumas o situaciones que marcaron al individuo;
- Dificultad para expresar o hablar sobre sentimientos;
- Depresión o ansiedad;
- Presión o acoso psicológico;
- Empuja hasta el límite.
En caso de sospechar que los síntomas que presenta el individuo pueden estar relacionados con una enfermedad psicosomática o si nota que la persona suele estar ansiosa o estresada, lo más recomendable es acudir a un médico de cabecera, para que le realice las pruebas diagnósticas que permitir la exclusión de otras enfermedades y, si es necesario, el médico puede derivar al individuo a un psiquiatra y / o psicólogo.
El acompañamiento de un psicólogo en estas situaciones es muy importante, pues es necesario que el individuo identifique la causa de su estrés y ansiedad, afronte el problema y adopte hábitos y estrategias que promuevan una sensación de bienestar.
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Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento consiste en medicamentos para aliviar los síntomas, como analgésicos, antiinflamatorios y medicamentos para las náuseas. Además, si su médico lo considera necesario, puede recetarle ansiolíticos como diazepam o alprazolam o antidepresivos como sertralina o citalopram, por ejemplo. Es necesario acudir con frecuencia a un psiquiatra para ajustar la dosis de estos fármacos según la respuesta del individuo.
Además del uso de medicación, las personas con enfermedades psicosomáticas deben someterse a varias sesiones de psicoterapia para poder identificar el problema y buscar estrategias para abordarlo. Hacer algunas actividades de ocio, como hacer ejercicio, yoga, bailar, pintar o aprender a tocar un instrumento, puede ayudar a aliviar el estrés y reducir la ansiedad.
También existen algunas alternativas naturales que ayudan a calmar la ansiedad y aliviar los síntomas emocionales, y puedes infundir tés con propiedades calmantes como la manzanilla y la valeriana, además del aprendizaje diario y la práctica de técnicas de meditación y respiración.