La enfermedad cardíaca grave, también llamada enfermedad cardíaca grave, ocurre cuando el corazón comienza a perder su capacidad funcional debido a una enfermedad o trastorno congénito. La enfermedad cardíaca grave se puede clasificar en:
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Enfermedad cardíaca aguda severa, que tiene una evolución rápida, lo que lleva a una fuerte disminución de la función cardíaca;
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Enfermedad cardíaca crónica severa, que se caracteriza por la pérdida progresiva de la capacidad funcional del corazón;
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Enfermedad cardíaca grave en etapa terminal, en el que el corazón no puede realizar correctamente sus funciones, reduciendo así la esperanza de vida de una persona. Normalmente, las personas con enfermedad cardíaca terminal grave no responden al tratamiento farmacológico y no son candidatos a una cirugía para corregir una anomalía cardíaca, que en la mayoría de los casos es un trasplante de corazón.
Las enfermedades cardíacas graves pueden causar graves trastornos en la vida personal y profesional del paciente, además del agotamiento físico y emocional. La enfermedad cardíaca congénita es uno de los principales tipos de enfermedad cardíaca grave y se caracteriza por un defecto en la formación del corazón durante el embarazo, que puede provocar un deterioro de la función cardíaca.
Además, la insuficiencia cardíaca congestiva, la hipertensión arterial, la insuficiencia coronaria y las arritmias complejas son enfermedades que pueden asociarse con una enfermedad cardíaca grave o incluso empeorar la afección, lo que puede conducir a una enfermedad cardíaca terminal grave.
Síntomas principales
Los síntomas asociados con una enfermedad cardíaca grave dependen del grado de insuficiencia cardíaca y pueden ser:
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Respiración dificultosa;
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Dolor de pecho;
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Desmayos, desorientación o somnolencia frecuente;
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Fatiga después de poco esfuerzo;
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Palpitaciones del corazón;
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Dificultad para dormir en la cama;
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Tos nocturna;
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Hinchazón de las extremidades inferiores.
La cardiopatía grave puede ocasionar graves limitaciones físicas, en el desarrollo de las funciones diarias y en el trabajo, dependiendo del tipo y gravedad de la enfermedad a la que se asocia.
El diagnóstico de cardiopatía grave lo realiza el cardiólogo, mediante la evaluación del historial médico de la persona; así como pruebas que permitan evaluar la función cardíaca, como electrocardiograma y ecocardiograma, tanto en reposo como en movimiento, prueba de esfuerzo o ergometría, radiografía de tórax y angiografía, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la enfermedad cardíaca grave depende de la causa y lo determina el cardiólogo, y puede realizarlo:
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Uso de drogas, generalmente por vía intravenosa;
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Colocación de balón intraaórtico;
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Cirugía de corrección de cambios cardíacos.
En los casos más graves, se puede recomendar el trasplante de corazón, que está más indicado en personas con enfermedad cardíaca terminal grave, debido a la pérdida de la función cardíaca, la esperanza de vida de la persona se ve comprometida. Obtenga más información sobre los trasplantes de corazón y cómo es la recuperación.