La drogadicción es una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y uso compulsivo de drogas, independientemente de las consecuencias y sus efectos sobre la salud, donde la persona tiene dificultades para controlar o dejar de consumir este tipo de sustancias.
Prestar atención a ciertos signos y síntomas, como ojos rojos, pérdida de peso, cambios repentinos de humor e incluso pérdida de interés en las actividades diarias, puede ayudar a identificar si alguien está consumiendo drogas. Sin embargo, dependiendo de la medicación que se tome, estos síntomas pueden variar.
De esta forma, mientras que algunas drogas como la cocaína generalmente provocan cambios de comportamiento, otras, como la marihuana o el LSD, provocan cambios psicológicos que manifiestan agresión, depresión, agitación o cambios de humor, por ejemplo; la mayoría de ellos provocan síntomas físicos. Obtenga más información sobre los diferentes tipos de medicamentos y sus efectos en el cuerpo.
1. Signos físicos
Todas las drogas se manifiestan de manera diferente en el cuerpo, pero estos son los signos y síntomas físicos más comunes:
- Ojos rojos con exceso de lágrimas;
- Estudiantes más grandes o más pequeños de lo normal;
- Movimientos involuntarios de los ojos;
- Cambios de peso rápidos;
- Temblores frecuentes en las manos;
- Dificultades para coordinar movimientos;
- Habla despacio o alterado;
- Baja tolerancia al ruido;
- Disminución de la sensibilidad al dolor.
- Cambios en la temperatura corporal;
- Cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Además, las personas que consumen drogas habitualmente tienden a dejar de preocuparse por su imagen, a llevar constantemente la misma ropa o a salir de casa sin prepararse primero, por ejemplo.
2. Señales en el comportamiento
Las drogas tienen un fuerte efecto sobre el correcto funcionamiento del cerebro, provocando que el usuario cambie la forma en que se comporta e incluso las emociones que expresa. Algunos de los cambios más comunes son:
- Disminución de la productividad en el trabajo o en las actividades diarias;
- Ausencias frecuentes del trabajo u otras obligaciones;
- Empiece fácilmente peleas en casa o en el trabajo;
- Realizar actividades peligrosas, como conducir después de beber o participar en conductas sexuales de alto riesgo;
- Pida dinero prestado a menudo;
- Pérdida de interés por los amigos y la familia.
Otro signo muy común es el deseo de querer estar siempre solo, evitando actividades como salir de casa o con amigos. Por lo general, es en estos momentos cuando una persona siente la privacidad necesaria para consumir drogas sin que nadie lo sepa.
3. Signos psicológicos
Este tipo de signos pueden ser más evidentes en algunos tipos de drogas, como la marihuana, el LSD o el éxtasis, porque pueden provocar alucinaciones graves que cambian la percepción de lo que hay a nuestro alrededor. Estos signos incluyen:
- Constantemente asustado o molesto sin razón aparente;
- Tiene cambios repentinos de personalidad;
- Estar más excitado e hiperactivo en determinados momentos del día;
- Tener momentos repentinos de ira o leve irritabilidad;
- Tienen menos ganas de realizar las actividades diarias;
- Tiene baja autoestima;
- Pérdida de sentido en la vida;
- Cambios en la memoria, la concentración y el aprendizaje;
- Desarrollo de algún tipo de esquizofrenia o ideas paranoicas.
Estos cambios también pueden ser síntomas de una enfermedad psiquiátrica, como depresión, trastorno bipolar o esquizofrenia, por ejemplo. De esta forma, puede ser necesario consultar a un médico o psicólogo para comprender la verdadera causa de los cambios.
Quién tiene mayor riesgo de consumir drogas
Personas de todas las edades, géneros o nivel socioeconómico pueden verse tentadas a probar drogas e incluso volverse adictas. Sin embargo, existen algunos factores que están asociados con un mayor riesgo de comenzar a consumir drogas.
Algunos de estos factores incluyen: tener antecedentes familiares de consumo de drogas, tener un trastorno psiquiátrico como depresión o déficit de atención, tener un grupo de amigos donde algunas personas consumen algún tipo de droga, sentir falta de apoyo familiar, estar expuesto a las drogas por mucho tiempo, sintiendo la presión de otras personas o comenzando a usarlo temprano.
Del mismo modo, las drogas también las consumen más quienes necesitan escapar de la realidad; por ejemplo, en personas que padecen un trastorno de estrés postraumático o que tienen ansiedad o ataques de pánico.
Que hacer en caso de duda
Cuando sospecha que alguien está consumiendo drogas, lo más importante es hablar con esa persona para tratar de entender si la sospecha tiene algún fundamento. Cualquiera que sea la respuesta, es importante mostrarle a la persona que está disponible para ayudar con cualquier cosa que sea necesaria y buscar atención especializada si es necesario. Los adolescentes deben tener cuidado, porque además de los cambios que crea la droga en el organismo, también hay cambios propios de la edad.
Si la persona ya es adicta, es muy común que intente mentir, pero demostrar que está disponible para recibir ayuda es la mejor manera de intentar llegar a la verdad. En estos casos, la única forma de tratamiento es la solicitud de una clínica de rehabilitación.
En la mayoría de los casos, se necesitará mucho tiempo, paciencia y compasión para ayudar a un amigo o familiar a liberarse del hábito de las drogas.