Hay varios factores que pueden causar dolor en la mandíbula, como disfunción de la articulación temporomandibular (ATM), problemas dentales, sinusitis, bruxismo, osteomielitis e incluso dolor neuropático.
Además del dolor de mandíbula, estos cambios pueden causar otros síntomas como dolores de cabeza, dolores de oído e incluso secreción nasal, que deben abordarse para identificar la causa.
El tratamiento dependerá de la causa, por lo que es importante consultar a un médico o dentista para identificar el diagnóstico y prescribir el tratamiento adecuado.
Los cambios más comunes que causan dolor en la mandíbula son:
1. Disfunción temporomandibular
La disfunción temporomandibular, o TMD, es causada por un trastorno en la articulación temporomandibular (TMJ), que es responsable de unir la mandíbula al cráneo. Este síndrome genera molestias en la cara y zona de la mandíbula, dolores de cabeza constantes, dolores de oído, chasquidos al abrir la boca o incluso sensación de mareos y zumbidos.
Las causas más comunes de disfunción del sistema temporomandibular son mucho apretar los dientes durante el sueño, un golpe en la zona o el hábito de morderse las uñas, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento: Se puede realizar colocando una placa sólida que recubre los dientes durante el sueño, realizando fisioterapia y técnicas de relajación, tomando analgésicos y antiinflamatorios en la fase aguda, o mediante láser o cirugía.
Obtenga más información sobre cómo tratar este problema.
2. Cefalea en racimo
La cefalea en racimo es una enfermedad poco común caracterizada por un dolor de cabeza muy severo que afecta solo un lado de la cara y también puede causar enrojecimiento, lagrimeo y dolor en el ojo del mismo lado que el dolor, que puede irradiarse por todo el rostro, incluyendo oído y mandíbula.
Cómo se realiza el tratamiento: Esto se puede hacer con medicamentos, como antiinflamatorios no esteroideos u opioides, y con el uso de una máscara de oxígeno al 100%, que se administra en momentos de crisis. Además, la reducción de alimentos como los filetes y el tocino, que son ricos en nitratos y a menudo agravan el dolor, puede ayudar a prevenir el desarrollo de una crisis.
3. Sinusitis
La sinusitis es una inflamación de los senos paranasales que provoca síntomas como dolor de cabeza, secreción nasal y sensación de pesadez en el rostro, especialmente en la frente y pómulos, pues es en estas zonas donde se localizan los senos paranasales. Aprenda a identificar esta enfermedad.
Cómo se realiza el tratamiento: debe ser prescrito por un médico de cabecera u otorrinolaringólogo, quien puede recomendar el uso de aerosoles nasales, analgésicos, corticosteroides orales o antibióticos, por ejemplo.
4. Problemas dentales
Otro factor que puede provocar dolor en la mandíbula es la presencia de un problema dental, como enfermedad de las encías, abscesos o caries, que generalmente provocan un dolor intenso en la zona del problema que puede irradiarse a la mandíbula.
Cómo se realiza el tratamiento: Depende del problema dental que está provocando el dolor, por lo que lo ideal es acudir al dentista para realizar el procedimiento necesario y recetar medicamentos para el dolor y la inflamación, y si es necesario, antibióticos.
Vea cómo cepillarse los dientes correctamente.
5. Neuralgia del trigémino
La neuralgia del trigémino es un dolor facial severo causado por una disfunción del nervio trigémino, responsable de conducir información sensible desde la cara al cerebro y controlar los músculos involucrados en la masticación. Esta enfermedad provoca síntomas como dolor intenso en cualquier zona del rostro.
Cómo se realiza el tratamiento: se realiza con analgésicos, como paracetamol o dipirona; anticonvulsivos, como carbamazepina o gabapentina; relajantes musculares, como diazepam o baclofeno, o antidepresivos, como amitriptilina. La cirugía también puede ser necesaria.
Obtenga más información sobre el tratamiento de la neuralgia del trigémino.
6. Bruxismo
El bruxismo consiste en el acto inconsciente de apretar o rechinar los dientes constantemente, que puede ocurrir durante el día o la noche y causar síntomas como desgaste en la superficie del diente, dolor al masticar y abrir la boca, y dolor en las articulaciones temporomandibulares., Dolores de cabeza al despertar. o incluso fatiga. Aprenda qué hacer para controlar el bruxismo.
Cómo se realiza el tratamiento: Se realiza mediante sesiones de relajación, ya que esta afección suele estar provocada por una ansiedad excesiva y el uso de una placa de protección dental, que debe colocarse sobre los dientes antes de irse a dormir.
7. Dolor neuropático
El dolor neuropático es causado por una lesión en el sistema nervioso que puede ser causada por una infección, como el herpes, o por una enfermedad, como la diabetes, o como resultado de una disfunción del sistema nervioso. Los síntomas más comunes que ocurren comúnmente con el dolor neuropático son: dolor que puede ir acompañado de edema y sudoración excesiva, cambios en el flujo sanguíneo al área o cambios en los tejidos, como atrofia u osteoporosis.
Cómo se realiza el tratamiento: consiste en el uso de fármacos anticonvulsivos, como carbamazepina o gabapentina; Los analgésicos de acción central, como el tramadol y el tapentadol, e incluso los antidepresivos, como la amitriptilina y la nortriptilina, no solo alivian el dolor sino también la depresión, que es muy común en personas con dolor crónico.
Además, la fisioterapia, la terapia ocupacional y los estímulos eléctricos y térmicos también se pueden utilizar para mejorar la función física y ayudar a una persona a ganar funcionalidad. En casos severos de dolor neuropático, puede ser necesaria una cirugía.
8. Osteomielitis
La osteomielitis es una infección de los huesos que puede ser causada por bacterias, hongos o virus. Esta infección suele ocurrir por contaminación directa del hueso a través de una incisión profunda, fractura o implante de prótesis, o por circulación sanguínea durante una enfermedad infecciosa como un absceso, endocarditis o tuberculosis, por ejemplo.
Los síntomas más comunes que pueden presentarse con esta enfermedad son dolor óseo severo, inflamación en el área afectada, fiebre, temblor y dificultad para moverse por la región.
Cómo se realiza el tratamiento: puede tratarse con el uso de altas dosis de antibióticos durante mucho tiempo. La cirugía puede estar indicada, en algunos casos, para eliminar tejido muerto y así facilitar la recuperación.
Obtenga más información sobre cómo tratar la osteomielitis.
9. Golpe en la cara
Un golpe en la cara también puede causar dolor en la mandíbula, especialmente si el golpe es lo suficientemente grande como para causar dislocación o fractura del hueso. Por lo tanto, dependiendo del accidente cerebrovascular, pueden ocurrir otros síntomas además del dolor de mandíbula, como hinchazón local, sangrado y hematomas, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento: En caso de golpes muy severos, es importante consultar a un médico para confirmar cualquier desplazamiento o fractura, ya que en estos casos puede ser necesario un tratamiento más específico, que puede incluir el uso de vendajes para sujetar la mandíbula en su sitio. de la cirugía de reconstrucción maxilar, en caso de fractura, además de fisioterapia.
10. Cáncer de mandíbula
El cáncer de mandíbula es un tipo raro de cáncer en el que se desarrolla un tumor en la mandíbula inferior, que causa dolor en la mandíbula, que empeora a medida que se desarrolla el tumor, hinchazón en el cuello, sangrado en la mandíbula, boca, entumecimiento u hormigueo en la mandíbula. y dolor de cabeza frecuente. Vea cómo diagnosticar el cáncer de mandíbula.
Cómo se realiza el tratamiento: Es importante consultar a un médico generalista u oncólogo cuando los síntomas duran más de 1 semana, ya que esto permite realizar pruebas que confirman el diagnóstico e iniciar el tratamiento de forma inmediata, evitando la progresión de la enfermedad.
Dependiendo de la etapa del cáncer, la cirugía puede estar indicada para extirpar la mayor cantidad de tejido afectado por las células tumorales, colocar prótesis y usar sesiones de radioterapia para extirpar células que no se hayan extirpado mediante cirugía.