Dolor de espalda al respirar: 8 causas principales y que hacer

El dolor de espalda al respirar generalmente se asocia con un problema que involucra los pulmones o el revestimiento de estos órganos, conocido como pleura. Los casos más comunes son la gripe y los resfriados, pero el dolor también puede ocurrir con trastornos pulmonares más graves, como neumonía o embolia pulmonar, por ejemplo.

Aunque es menos común, el dolor puede ser un signo de problemas en otras áreas, desde los músculos hasta el corazón, sin embargo, estas situaciones suelen estar asociadas a otros síntomas que no involucran solo la respiración.

En cualquier caso, la mejor opción siempre que se presente este tipo de dolor, especialmente si dura más de 3 días o si es muy intenso, es consultar a un neumólogo o médico de cabecera para las pruebas diagnósticas, como radiografías y similares. Ser capaz de identificar la posible causa e iniciar el tratamiento más adecuado.

Por lo tanto, las causas más comunes de dolor de espalda al respirar incluyen:

1. Gripe y resfriado

La gripe y los resfriados son afecciones de salud bastante comunes causadas por el virus que ingresa al cuerpo, causando síntomas como rinitis, tos, fatiga excesiva e incluso fiebre. Sin embargo, aunque es menos común, tanto la gripe como el resfriado común también pueden causar dolor de espalda al respirar, que suele estar asociado con una acumulación de secreciones en el tracto respiratorio o fatiga de los músculos respiratorios por el acto de toser.

Hacer: Los virus del resfriado y la gripe se eliminan naturalmente del sistema inmunológico después de unos días. Por ello, lo mejor es adoptar medidas que ayuden a fortalecer las defensas del organismo y acelerar la recuperación, como mantener el reposo y beber abundantes líquidos a lo largo del día. Aprenda 7 sencillos consejos para hacer en casa y deshacerse de la gripe más rápido.

2. Estirar los músculos

La distensión muscular es otra causa relativamente común y menor de dolor al respirar. Esta condición ocurre cuando las fibras musculares sufren lesiones menores y por lo tanto causan dolor durante 2 a 3 días. Esto puede suceder cuando se tensa los músculos de la espalda, lo que puede suceder debido a una mala postura durante el día, al ejercicio en el gimnasio o simplemente a una tos muy fuerte durante una situación de resfriado o gripe.

Hacer: la mejor forma de tratamiento para la distensión muscular es el reposo, ya que se evita el uso de fibras musculares lesionadas. Además, la aplicación de una compresa fría en el sitio durante las primeras 48 horas de 3 a 4 veces al día también puede ayudar a aliviar el dolor. Obtenga más información sobre el estiramiento muscular y qué hacer.

3. Costocondritis

La costocondritis consiste en la inflamación del cartílago que conecta el esternón con las costillas. Esta afección generalmente causa un dolor de pecho intenso, que puede irradiarse a la espalda, especialmente al respirar profundamente. Además del dolor, la costocondritis puede incluso causar dificultad para respirar y malestar si se presiona el esternón.

Hacer: Normalmente, el dolor causado por la costocondritis se alivia aplicando compresas tibias en la zona del esternón, además de descansar y evitar esfuerzos intensos. Sin embargo, cuando el dolor es muy intenso o dificulta la realización de las actividades diarias, es recomendable consultar a un ortopedista o médico de cabecera para valorar la necesidad de iniciar tratamiento con medicamentos, como analgésicos y antiinflamatorios. Obtenga más información sobre esta afección y su tratamiento.

4. Neumonía

Aunque el dolor de espalda al respirar suele ser solo un síntoma de gripe o resfriado, hay situaciones en las que el dolor empeora, lo que puede indicar una infección un poco más grave, como la neumonía.

En estos casos, además del dolor, la tos y la rinitis, que son comunes por la gripe y el resfriado, pueden aparecer otros signos y síntomas como dificultad respiratoria severa, fiebre superior a 38 ºC y flema verdosa o sangre, por ejemplo. Aprenda a identificar una situación de neumonía.

Hacer: en caso de sospecha de neumonía, siempre es muy importante consultar a un médico para diagnosticar el problema e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antibióticos. Sin embargo, debido a que la neumonía puede ser bastante contagiosa, especialmente si es causada por un virus, se recomienda, si es posible, usar una máscara cuando salga de casa.

5. Embolia pulmonar

Aunque es poco común, la embolia pulmonar es otro problema que puede causar dolor de espalda severo al respirar. Esta afección ocurre cuando un coágulo bloquea uno de los vasos sanguíneos de los pulmones, lo que impide que la sangre fluya a algunas partes de los pulmones. Cuando esto sucede, además del dolor, son comunes síntomas como falta de aire severa, tos con sangre y piel azulada, por ejemplo.

La embolia puede ocurrir en cualquier persona, pero es más común en personas con antecedentes de trombosis, problemas circulatorios, sobrepeso o un estilo de vida muy sedentario.

Hacer: Al tratarse de una situación bastante grave, ante la sospecha de embolia pulmonar, se recomienda acudir a urgencias lo antes posible para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento, que suele realizarse mediante el uso de medicamentos que ayuden a destruir los coágulos, como como heparina. Comprenda mejor qué es un accidente cerebrovascular, cuáles son los síntomas y cómo tratarlo.

6. Pleuresía

La pleuresía, también llamada pleuresía, es otra afección que puede causar dolor de espalda severo al respirar, que ocurre cuando se acumula algún tipo de líquido entre las dos capas de la pleura, que es el revestimiento de los pulmones. Cuando esto sucede, la pleura se inflama y el dolor tiende a empeorar al respirar profundamente o al toser. Otros síntomas incluyen tos muy frecuente, dificultad para respirar y fiebre baja persistente.

Aunque no se considera una afección grave, la pleuresía puede ser un signo importante, ya que ocurre con mayor frecuencia en personas que tienen otro problema respiratorio y puede significar que el tratamiento para este problema no funciona.

Hacer: La sospecha de pleuresía siempre debe ser valorada por un médico, por este motivo es importante acudir al hospital. Casi siempre se indica un medicamento antiinflamatorio para tratar la inflamación de la pleura y mejorar los síntomas; sin embargo, es posible que el médico también deba identificar la causa de la pleura.

7. Pericarditis

El dolor de espalda al respirar casi siempre está asociado con un problema pulmonar, pero también puede ocurrir debido a ciertos problemas cardíacos, como la pericarditis. La pericarditis es una inflamación de la membrana que recubre el músculo cardíaco, llamada pericardio; que, además de crear un dolor severo en el pecho, también puede causar un dolor intenso que se irradia a la espalda, especialmente durante la respiración profunda.

La pericarditis es más común en personas que tienen algún tipo de infección o inflamación en otra parte del cuerpo, como neumonía, tuberculosis, artritis reumatoide o incluso caries.

Hacer: El tratamiento de la pericarditis puede ser relativamente fácil, especialmente cuando el problema se identifica en una etapa temprana. Por tanto, ante la sospecha de un problema cardíaco, es recomendable consultar a un cardiólogo para valorar tanto los síntomas como la historia clínica personal, con el fin de hacer un diagnóstico e indicar el tratamiento más adecuado.

8. Ataque cardíaco

Aunque el síntoma más común de un infarto es la aparición de un dolor muy intenso en forma de opresión en el pecho, hay casos en los que el dolor comienza con una leve molestia en la espalda que empeora con la respiración. Otros síntomas que pueden estar relacionados son hormigueo en una de las manos, generalmente izquierda, náuseas y malestar general, así como dificultad para respirar.

Aunque es relativamente raro, el ataque cardíaco es una afección cada vez más común, especialmente en personas que tienen algunos factores de riesgo, como una dieta desequilibrada, tabaquismo, estrés constante o antecedentes de presión arterial alta, diabetes o colesterol alto.

Hacer: Siempre que se sospeche un infarto, es muy importante acudir rápidamente al hospital, ya que cuanto antes se diagnostique, mayores serán las posibilidades de tratar el problema y evitar complicaciones. Obtenga más información sobre cómo reconocer un posible ataque cardíaco.

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