Dismorfia física: que es, síntomas y causas

La dismorfia física se caracteriza por ser un trastorno psicológico en el que existe un cuidado excesivo del cuerpo, provocando que la persona sobreestime o imagine pequeñas imperfecciones, lo que repercute negativamente en su autoestima, afectando su vida laboral, escolar y social.

Este trastorno afecta por igual a hombres y mujeres, se manifiesta principalmente en la adolescencia y puede estar influenciado por factores genéticos o ambientales. La dismorfia física se puede tratar con antidepresivos y sesiones de psicoterapia dirigidas por un psicólogo o psiquiatra.

Síntomas principales

Las personas que padecen dismorfia corporal se preocupan por la apariencia del cuerpo, aunque, en la mayoría de los casos, dan mucha importancia a los pequeños detalles del rostro, como el tamaño de la nariz, las orejas o la presencia excesiva de acné, por ejemplo.

Los signos y síntomas característicos de este trastorno son:

  • Tiene baja autoestima;
  • Cuidado excesivo de determinadas partes del cuerpo, convirtiéndose en una obsesión;
  • Mírate siempre en el espejo o, por otro lado, evita mirarte en él;
  • Dificultad para concentrarse en otras tareas diarias;
  • Evite la vida social.

Además, las personas con dismorfia pueden intentar de forma obsesiva ocultar pequeñas imperfecciones e incluso recurrir a la cirugía plástica en determinados casos.

Los hombres con dismorfia corporal tienden a tener síntomas más graves, con una gran obsesión por los genitales, la constitución corporal y la caída del cabello, mientras que las mujeres tienden a centrarse más en la apariencia de la piel, el peso, las caderas y las piernas.

Prueba en línea de dismorfia corporal

Si sospecha que padece dismorfia física, responda el cuestionario a continuación para conocer el riesgo:

  1. 1. ¿Le importa mucho su apariencia física, especialmente ciertas partes del cuerpo? No si
  2. 2. ¿Sientes que piensas mucho en tus defectos de apariencia y que te gustaría pensar menos en ellos? No si
  3. 3. ¿Sientes que los defectos de apariencia te causan mucho estrés o que afectan tus actividades diarias? No si
  4. 4. ¿Pasas más de una hora al día pensando en tus defectos? No si
  5. 5. ¿Su mayor preocupación está relacionada con no sentirse lo suficientemente débil? No si

Trastorno dismórfico muscular

Este tipo de trastorno, también conocido como dismorfia muscular o vigorexia, se centra principalmente en la insatisfacción persistente de una persona con su apariencia muscular, afectando principalmente a hombres que se perciben como débiles o cuyos músculos no son lo suficientemente grandes, lo que les lleva a pasar muchas horas en el gimnasio. y tener una dieta anabólica, es decir, hacer crecer los músculos, presentando síntomas de ansiedad además de los de dismorfia corporal.

Dismorfia física y trastornos alimentarios.

El trastorno dismórfico físico se ha relacionado con los trastornos alimentarios, siendo el principal la anorexia nerviosa, que provoca problemas en una persona que sufre de conexión con los demás e incluso la posibilidad de suicidio. Los síntomas de ambos trastornos suelen ser similares, pero el seguimiento a largo plazo por parte de un equipo multidisciplinario es importante porque la terapia generalmente se suspende en los primeros meses.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico consiste en la observación, por parte de un psicólogo o psiquiatra, del comportamiento de una persona, específicamente la forma en que habla sobre su cuerpo y la forma en que trata de ocultar sus imperfecciones.

Posibles Causas

Los motivos que pueden provocar este trastorno psicológico aún no se conocen, pero se cree que puede estar relacionado con la deficiencia de serotonina y puede estar influenciado por factores genéticos y la crianza del niño en un entorno en el que existe una excesiva preocupación por la imagen. .

Cómo se realiza el tratamiento

En general, el tratamiento de la dismorfia física se realiza con sesiones psicoterapéuticas, en concreto, mediante terapia cognitivo-conductual. Consiste en una combinación de terapia cognitiva y terapia conductual, que se centra en la forma en que una persona procesa e interpreta situaciones que pueden generar sufrimiento.

También puede ser necesario tomar antidepresivos y ansiolíticos, que pueden ser recetados por un psiquiatra. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir el comportamiento obsesivo-compulsivo asociado con la dismorfia corporal, ayudando a mejorar la autoestima y la calidad de vida.

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