La disfunción eréctil, también conocida como impotencia sexual masculina, es la dificultad de tener o mantener una erección que permita un contacto íntimo satisfactorio en al menos el 50% de los intentos.
Este problema puede ocurrir en hombres de cualquier edad y a menudo se asocia con hábitos de estilo de vida, como el consumo de drogas, el tabaquismo y el estrés excesivo. A pesar de que la disfunción suele estar asociada con el envejecimiento, muchos hombres mayores nunca han tenido un problema de erección y, por esta razón, la edad solo se considera un factor de riesgo, no necesariamente una causa.
Para diagnosticar la disfunción eréctil es muy importante consultar a un urólogo, quien evaluará el historial de salud de la persona y solicitará algunas pruebas. Una vez confirmado el diagnóstico, se iniciará el tratamiento, que puede variar de un hombre a otro, pero que generalmente implica el uso de ciertos medicamentos, como sildenafil o alprostadil, además del seguimiento psicológico.
Principales síntomas
El síntoma principal que indica disfunción eréctil es la dificultad para tener o mantener una erección. Sin embargo, otros síntomas como:
- Erecciones menos rígidas y más flácidas;
- Más necesidad de concentración y tiempo para lograr una erección;
- Disminución del interés por el sexo;
- Eyaculación rápida o precoz.
Adicionalmente, hay casos en los que un hombre logra tener una erección, pero no durante las relaciones sexuales, y por lo tanto, incluso si logra tener una erección, puede significar que padece disfunción eréctil.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico lo debe realizar el urólogo en función de los signos y síntomas que presente la persona. Además, durante la evaluación, el médico debe considerar la historia clínica, sexual y psicológica para realizar un diagnóstico. Además, se pueden solicitar pruebas de laboratorio para verificar si la disfunción eréctil puede estar relacionada con cambios hormonales.
Causas de la disfunción eréctil
Algunas de las causas más comunes de disfunción eréctil son:
- el consumo de drogas;
- Alcoholismo;
- Obesidad;
- De fumar;
- Uso excesivo de ciertos medicamentos como: antihipertensivos, antidepresivos y antipsicóticos;
- Problemas psicológicos como depresión, trauma, miedo, insatisfacción o baja libido.
Además, algunas enfermedades crónicas con insuficiencia renal o diabetes también pueden afectar la circulación sanguínea y facilitar la aparición de disfunción eréctil. Obtenga más información sobre la disfunción eréctil en la diabetes y por qué ocurre.
Cómo se realiza el tratamiento
La impotencia sexual se puede tratar de diferentes formas, porque su tratamiento depende de la causa. Por tanto, algunas de las opciones de tratamiento que existen son:
- Uso de drogas tales como sildenafil (Viagra), tadalafil (cialis) o vardenafil (levitra), apomorfina, blemelanotida o alprostadil que ayudan en la erección.
- Terapia de reemplazamiento de hormonas en cápsulas, adhesivos o inyecciones que aumentan los niveles de testosterona y alivian la testosterona;
- Uso de dispositivos de vacío que promueven la erección y se recomiendan especialmente para hombres que no pueden ser tratados con medicamentos;
- Cirugía de implante de prótesis el pene se usa como último recurso, solo cuando todos los demás tratamientos han fallado.
Además de los tratamientos anteriores, la asesoría con un psicólogo o psiquiatra y la terapia de pareja también son muy importantes ya que ayudan a tratar otros problemas como los miedos e inseguridades que pueden existir y que también contribuyen al problema. La psicoterapia también está indicada en estos casos para ayudar a tratar el estrés, la ansiedad y la depresión. Obtenga más información sobre los medicamentos que se usan para tratar la disfunción eréctil.