Dieta para pancreatitis aguda y crónica.

La dieta para la pancreatitis es esencial para un tratamiento exitoso porque el objetivo es prevenir la mala absorción de nutrientes, reducir la digestión y reducir los factores de riesgo para prevenir o tratar la desnutrición. Por tanto, es importante seguir algunas recomendaciones como:

  • No consuma bebidas alcohólicas;
  • No coma alimentos que contengan grasas;
  • Evite las comidas copiosas.

El objetivo de la dieta para la pancreatitis es consumir una dieta baja en grasas que ayude a inhibir la producción de enzimas pancreáticas, reduciendo así síntomas como dolor abdominal, náuseas y vómitos. Además, es importante controlar la ingesta de alimentos ricos en azúcares o de alto índice glucémico porque durante la pancreatitis puede haber un aumento de la glucosa en sangre. Eche un vistazo al índice glucémico de algunos alimentos.

Para facilitar la digestión, su médico puede recomendar la ingestión de un medicamento similar a una enzima pancreática llamado pancreatina, que debe ingerirse antes de cada comida principal para ayudar a digerir y absorber los alimentos.

La dieta para la pancreatitis dependerá de su tipo, porque durante el ataque es importante mantener el páncreas en reposo durante las primeras 48 horas para no complicar la enfermedad. La dieta para cada situación se explica con más detalle a continuación:

1. Dieta para la pancreatitis aguda

Durante un ataque de pancreatitis aguda, la alimentación generalmente se interrumpe hasta por 48 horas, con hidratación intravenosa solo para estabilizar la cara. Una vez estabilizado y dependiendo del peso, el médico puede ordenar la colocación de una sonda que va desde la nariz hasta los intestinos para permitir la alimentación enteral con suplementos dietéticos especiales que se insertan a través de la sonda nasoentérica, esto se hace con la intención de mantener la el páncreas está en reposo, pero al mismo tiempo estimula los intestinos. Vea qué es la nutrición enteral.

Dependiendo de la evolución, una vez que el individuo esté indoloro, los recuentos sanguíneos de enzimas pancreáticas sean bajos y no haya riesgo de complicaciones, la alimentación oral se iniciará con una dieta clara y baja en grasas. De acuerdo con la tolerancia del paciente, en pequeñas cantidades, comenzando con la alimentación con jugos de frutas licuados y exprimidos, agua de coco y sopa de verduras bien diluida. Además, su médico puede recetarle suplementos con enzimas digestivas que facilitan la digestión, ayudando al páncreas a funcionar mejor.

Una vez que se toleran los líquidos claros, la dieta progresará a una consistencia suave y luego firme con alimentos bajos en grasa y fáciles de digerir. Durante la fase de consistencia blanda, las sopas se deben triturar, también se puede comer puré de papas o calabaza sin mantequilla ni leche, se deben hervir los huevos y se debe rallar el pollo y el pescado.

Es importante preparar la comida con aderezos naturales, como: perejil, orégano, cilantro, cebollino y albahaca, así como asar a la parrilla o al vapor.

2. Dieta para la pancreatitis crónica

En la pancreatitis crónica, el tratamiento nutricional tiene como objetivo prevenir la pérdida de grasa y músculo; estimular el apetito; reducción de síntomas como dolor, náuseas, vómitos y diarrea; recuperar al paciente de la mala absorción de nutrientes (proteínas, grasas, vitaminas y minerales) y controlar los niveles de glucosa en sangre.

Debido a esta situación, la dieta debe complementarse con vitaminas A, D, E y K, que son las más afectadas por la malabsorción porque son vitaminas liposolubles, además de vitamina B12 y del complejo B y minerales como. como zinc, calcio y magnesio. Además, la ingesta oral de enzimas pancreáticas es importante para ayudar a digerir y absorber adecuadamente los alimentos.

También es importante evitar las comidas abundantes, comer comidas pequeñas varias veces al día (3 comidas principales y 3 meriendas), consumir entre 40 y 60 g de grasa máxima al día y evitar los alimentos ricos en azúcar para ayudar a controlar la glucosa en sangre, si está elevada. . Además, se debe evitar la ingesta de alcohol, la ingesta adecuada de proteínas y la ingesta baja de fibra.

Es importante que el individuo con pancreatitis crónica acuda a un nutricionista para desarrollar un plan de nutrición acorde a sus necesidades y evitar la pérdida de peso y mejorar la absorción de nutrientes, evitando que el individuo se desnutrió.

Comida permitida

Después de una crisis aguda con pancreatitis o en una persona que padece pancreatitis crónica, se deben preferir los siguientes alimentos:

  • Leche desnatada y yogur;
  • Queso blanco o ricotta light;
  • Huevo duro;
  • Pan blanco y tostadas;
  • Carnes bajas en grasa, como pechugas de pollo y pavo sin piel o filetes de pescado;
  • Gelatina sin azúcar;
  • Fruta sin piel y sin bagazo;
  • Verduras cocidas como calabaza, té, zanahorias, remolachas y calabacines;
  • Arroz y pasta;
  • Puré de patatas.

Esta dieta debe mantenerse en el caso de personas con pancreatitis crónica. En caso de un episodio de pancreatitis aguda, se debe mantener durante aproximadamente 2 semanas, dependiendo de la tolerancia y evolución del individuo.

Alimentos prohibidos

Para evitar nuevas crisis de pancreatitis, se deben evitar los siguientes alimentos:

  • Chocolate;
  • Bebidas alcohólicas,
  • Carnes con mucha grasa como tocino, mantequilla, margarina, queso, manteca de cerdo;
  • Alimentos congelados, hamburguesas, comida rápida;
  • Alimentos fritos, filetes como salami y salchichas;
  • Especias como cubos de Swiss Maggi o Knorr, salsas y mayonesa.

Es importante que siempre que se consuma algún alimento, en la etiqueta nutricional se compruebe si el producto contiene grasas saturadas o hidrogenadas para evitar su consumo, siempre teniendo en cuenta la cantidad total de grasa consumida durante el día y nunca superando la recomendación de dieta.

Menú de ejemplo para pancreatitis

La siguiente tabla muestra un ejemplo de un menú de dieta para la pancreatitis de tres días:

Desayuno Día 1 Dia 2 Día 3
Desayuno 240 ml de zumo de manzana (licuado y filtrado) + 2 tostadas blancas + 1 huevo cocido 1 taza de avena atolón: 200 ml de leche desnatada + 2 cucharadas de avena 1 vaso de leche desnatada + 2 rebanadas de pan blanco con ricotta o requesón
Bocado matutino 1/2 manzana hervida con un poco de canela 2 tostadas con queso ricotta 1 plátano, machacado
Almuerzo cena Sopa de verduras con pollo (licuada y colada) 90 g de pechuga de pavo rallada + 1/2 taza de arroz + 1 taza de calabacín hervido, berenjena y zanahorias 90 gramos de merluza rallada + 1/2 taza de puré de papa + 1 taza de zanahoria y judías verdes cocidas
Bocadillo de la tarde 1 vaso de jugo de naranja (colado) + 1 yogur desnatado 1 yogur natural desnatado + 6 fresas 240 ml de yogur desnatado con fresa

La orientación de un nutricionista es importante para evaluar al individuo y hacer un plan de nutrición acorde a sus necesidades, con el fin de evitar deficiencias nutricionales que pueden ocasionar desnutrición y otras complicaciones.

Dieta para la recuperación de la pancreatitis.

Para la recuperación tanto de la pancreatitis aguda como crónica, es importante mantenerse bien hidratado y llevar una dieta equilibrada y equilibrada, evitando alimentos ricos en grasas, frituras y alimentos industrializados ya que son proinflamatorios y previenen la regeneración pancreática.

Además, deben evitarse las bebidas alcohólicas y los cigarrillos. También puede ser necesario visitar a un nutricionista para que le aconseje cómo cambiar permanentemente sus hábitos alimenticios y, en el caso de pancreatitis crónica, continuar con la nutrición para evitar la desnutrición.

Obtenga más información sobre el tratamiento de la pancreatitis.

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