Dieta para la diverticulitis: que comer y que evitar

La dieta de la diverticulitis debe comenzar con líquidos claros y de fácil digestión, como caldo de pollo, jugos y batidos de frutas colados, agua de coco y gelatina. Al inicio se debe realizar este tipo de alimentación porque es necesario calmar los intestinos, mantenerlos en reposo y evitar o reducir la formación de heces.

Las convulsiones con diverticulitis ocurren cuando los divertículos del colon, que son sacos anormales que se forman en la pared intestinal, se inflaman o infectan y causan síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos y estreñimiento. Por este motivo, los alimentos a consumir deben ser de fácil digestión y bajos en fibra.

Una vez que la crisis de diverticulitis ha mejorado, la dieta también se ajusta, pasando de una dieta líquida a una dieta en puré hasta que se vuelvan a consumir alimentos sólidos. Por tanto, es importante incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra y agua, lo que evitará la aparición de una nueva crisis.

Qué comer durante una crisis de diverticulitis

Al comienzo de una crisis de diverticulitis, la dieta debe ser baja en fibra y de fácil digestión. Para controlar la tolerancia oral, se debe comenzar con una dieta líquida pura, que debe incluir jugos de frutas mezclados y colados, con la posibilidad de consumir manzanas, peras y melocotones; sopa de pollo descremada y; tés de manzanilla o tilo. En general, esta alimentación se mantiene durante 24 horas.

Una vez que la crisis ha remitido, cambian a una dieta mixta, que incluye jugos de frutas licuados y exprimidos; sopas de verduras mezcladas y coladas (calabaza, apio, ñame, calabaza), verduras cocidas (calabacín, té o berenjena) y pollo o pavo; atolones como la maicena o la crema de arroz sin leche; yogur natural; gelatina líquida sin azúcar y; tés de manzanilla o tilo. En general, esta alimentación se mantiene durante 24 horas.

A medida que el dolor ceda y los intestinos vuelvan a funcionar, la dieta debe progresar e incluir alimentos de consistencia blanda, como puré, compotas, pan blanco, carnes bajas en grasa como pollo y pavo picado o molido, pasta, entre otros. Vea con más detalle cómo hacer una dieta blanda. Y una vez resuelta la crisis, puedes volver a consumir una dieta completa que incluya la ingesta de fibra y líquidos.

Que evitar

Los alimentos que pueden provocar más inflamación de los divertículos no se deben ingerir durante la crisis, por lo que no se deben consumir:

  • Verduras crudas;
  • Fruta pelada:
  • Carnes rojas y grasas;
  • Alimentos que provocan flatulencias;
  • Leche;
  • Huevos;
  • Refresco;
  • Comidas instantáneas;
  • Comida congelada;
  • Frijoles;
  • Castañas;
  • Semillas de calabaza y sésamo;
  • Embutidos

Además, durante una crisis, la dieta debe ser baja en grasas, evitando el consumo de frituras, embutidos, salsas y quesos.

¿Cuál debería ser la dieta después de la crisis?

Una vez superada la crisis de diverticulitis, es importante incluir gradualmente alimentos ricos en fibra en su dieta para no causar gases o dolores de estómago, comenzando con una ración de frutas y verduras crudas al día, luego puede ir aumentando las raciones y gradualmente agregue los granos integrales y la harina. Además, debes aumentar tu consumo de agua bebiendo al menos 2 litros al día.

Comer fibra y beber suficiente agua es importante para quienes padecen diverticulitis porque evita el estreñimiento, mejora el tránsito intestinal y suaviza las heces. Cuando las heces están apretadas en los intestinos y tarda en pasar, puede causar que el divertículo se inflame o se infecte y desarrolle otra crisis. Consulte una dieta rica en fibra.

Menú de ejemplo durante una crisis de diverticulitis

La siguiente tabla muestra una muestra de un menú de 3 días de alimentos que ayudan a calmar el intestino durante una crisis de diverticulitis.

ComidaDía 1 (líquidos claros) Día 2 (líquido) Día 3 (suave) Día 4 (completado)Desayuno

Bocado matutino

Almuerzo cena

Bocadillo de la tarde

Jugo de manzana colado y licuado Crema de arroz + 1 vaso de jugo de manzana Atolón de maicena + 1 vaso de jugo de melocotón 1 vaso de leche desnatada + pan blanco con queso ricotta + 1 vaso de jugo de naranja
Jugo de pera, licuado y colado + 1 taza de tilo s / az 1 taza de gelatina s / az 1 pera hervida con 1 cucharadita de canela Galletas con agua y sal
Consumo de pollo desengrasado Sopa de verduras colada y licuada 90 gramos de pavo rallado + 4 cucharadas de puré de calabaza + espinaca hervida + 1 manzana hervida 90 gramos de pescado a la plancha + 4 cucharadas de arroz + ensalada de brócoli con zanahoria + 1 cucharadita de aceite de oliva + 1 plátano
1 taza de gelatina líquida sin azúcar + 1 taza de manzanilla s / az 1 taza de té de manzanilla + 1 taza de jugo de durazno 1 yogur natural 1 manzana con piel

La cantidad incluida en el menú varía en función de la edad, el sexo, la actividad física y si tienes alguna otra enfermedad relacionada o no, por lo que es ideal acudir a un nutricionista para hacer una valoración completa y desarrollar un plan nutricional que se adapte a tus necesidades. .

También es importante recordar que, en algunos casos, una crisis de diverticulitis puede hacer que el individuo sea hospitalizado, en cuyo caso la dieta será prescrita por un nutricionista. En algunos casos más graves, el nutricionista puede sugerir nutrición parenteral, es decir, intravenosa, para mantener los intestinos en completo reposo, recuperando así más rápido.

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