Derrame pleural: que es, causas, síntomas y tratamiento

El derrame pleural ocurre por acumulación excesiva de líquido en el espacio pleural, que es el espacio que se crea entre los pulmones y la membrana externa que lo recubre, y puede ocurrir por problemas cardiovasculares, respiratorios o autoinmunes como el lupus, por ejemplo.

Esta acumulación interfiere con la función pulmonar normal y, por lo tanto, la respiración puede verse gravemente afectada, por lo que se debe recibir tratamiento en un hospital lo antes posible para eliminar el exceso de líquido.

¿Qué puede causar un derrame?

Las principales causas de derrame pleural están relacionadas con la inflamación de los pulmones o los tejidos pleurales e incluyen:

  • Neumonía;
  • tuberculosis;
  • Cáncer de pulmón;
  • Embolia pulmonar;
  • Artritis reumatoide;
  • Lupus.

Sin embargo, el accidente cerebrovascular también puede ser causado por problemas que conducen a un aumento de líquido en todo el cuerpo, como insuficiencia cardíaca descompensada, cirrosis o enfermedad renal avanzada.

Conozca otras causas del agua en los pulmones.

Cómo ocurre el derrame pleural

En circunstancias normales, la cantidad de líquido en el espacio pleural es muy pequeña, alrededor de 10 ml, y esto es el resultado de un perfecto equilibrio entre producción y absorción. Sin embargo, cuando existe un problema de salud, como una infección pulmonar o insuficiencia cardíaca, ese equilibrio puede alterarse y provocar una acumulación excesiva de líquido.

Una vez que el líquido no se absorbe correctamente, se acumula lentamente, aumentando la presión sobre los pulmones, dificultando la respiración, dando lugar a síntomas como dolor en el pecho y sensación de falta de aire, por ejemplo.

Principales síntomas

Los primeros síntomas que pueden indicar el desarrollo de un derrame pleural incluyen:

  • Respiración dificultosa;
  • Sensación de falta de aire
  • Dolor en el pecho que empeora con la respiración profunda;
  • Fiebre superior a 37,5ºC;
  • Tos seca y persistente.

En la mayoría de los casos, estos síntomas no ocurren en pequeños derrames pleurales, e incluso cuando ocurren, pueden estar relacionados con causas como insuficiencia cardíaca o neumonía. Por este motivo, siempre se recomienda una radiografía para valorar la posibilidad de un ictus, especialmente en los casos descompensados ​​o cuando los síntomas son muy intensos.

Cómo confirmar el derrame

Radiografía con derrame pleural del lado izquierdo

La mejor forma de confirmar la presencia de un derrame pleural es hacer una radiografía de tórax para ver si hay una acumulación de líquido, que está representada por un área blanca en los pulmones. En la mayoría de los casos, la causa del derrame pleural ya se conoce, como en los casos de insuficiencia cardíaca, sin embargo, cuando el derrame ocurre sin razón aparente, pueden ser necesarias pruebas adicionales para identificar la causa y comenzar el tratamiento adecuado.

Cómo se realiza el tratamiento

El derrame pleural se trata cuando es muy grande y provoca síntomas como dolor intenso o dificultad para respirar, porque cuando es pequeño puede ser absorbido por el organismo, lo que dificulta la realización de nuevas radiografías para observar su evolución.

En los casos en que se necesita tratamiento, el médico suele drenar el líquido, utilizando una aguja y una jeringa para atravesar la pared torácica y entrar en el espacio lleno de líquido, eliminando el exceso.

Debido a que existe un alto riesgo de recurrencia del derrame pleural unas semanas después de la aspiración, es muy importante identificar la causa del problema y comenzar el tratamiento adecuado.

Fisioterapia para el derrame pleural

Una vez que se ha eliminado el exceso de líquido, su médico puede recomendar fisioterapia respiratoria, que consiste en una serie de ejercicios de respiración dirigidos por un fisioterapeuta que ayudan a que los pulmones vuelvan a su tamaño normal después de haber sido comprimidos por el derrame.

Estos ejercicios son importantes para reducir las molestias respiratorias, pero también para aumentar la cantidad de oxígeno en el cuerpo.
Vea cómo se realiza la fisioterapia respiratoria.

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