El tratamiento para la corrección de la lordosis cervical debe realizarse con ejercicios correctivos realizados en sesiones de fisioterapia. Se pueden utilizar diferentes métodos de tratamiento, dependiendo de las necesidades de la persona, como Pilates o RPG – Rehabilitación Postural Global, por ejemplo. En casos de dolor, se puede recomendar el uso de compresas calientes y dispositivos de estimulación eléctrica.
La columna cervical tiene una curvatura natural, sin embargo, cuando esta curvatura se pierde entre el cuello y la espalda, ocurre una corrección, llamada corrección fisiológica o anatómica de la lordosis lumbar, la cual puede ser causada por varios factores.
Principales síntomas
No en todos los casos en los que se produce una rectificación cervical, hay una manifestación de síntomas. En casos más leves, se puede ver a la persona de perfil para apreciar la ausencia de curvatura lordótica que debería estar presente en la zona del cuello. En los casos en que existan signos y síntomas, estos pueden ser:
- Dolor en la columna cervical;
- Dolor en el medio de la espalda;
- Rigidez de la columna vertebral;
- Rango reducido de movimientos del tronco;
- Contracciones musculares en el trapecio;
- Disco saliente que puede evolucionar a una hernia de disco.
El diagnóstico puede ser realizado por un médico o fisioterapeuta observando a la persona para un examen físico y no todos los casos requieren pruebas de imagen como radiografías y / o resonancia magnética, pero pueden ayudar con el diagnóstico. síntomas, como hormigueo en la cabeza, manos, brazos o dedos, e incluso una sensación de ardor, que puede indicar compresión del nervio que puede producirse por una hernia de disco cervical.
¿Cuándo se toma en serio?
La corrección de la columna cervical no es un cambio grave en sí mismo, pero puede provocar dolor, molestias en el cuello, e incluso aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis de columna, por lo que se puede tratar de forma conservadora mediante sesiones de fisioterapia sin necesidad. para cirugía.
Cómo se realiza el tratamiento
Para el tratamiento de la rectificación cervical se aconsejan ejercicios de movilidad y fortalecimiento muscular, como Pilates, con la ayuda de un fisioterapeuta. Además, cuando se presentan síntomas, se pueden programar sesiones de fisioterapia para controlar el dolor y la incomodidad, utilizando compresas tibias, ultrasonido o TENS. También está indicado el uso de técnicas de manipulación de la columna, como tirar manualmente del cuello uterino y estirar los músculos del cuello y la cintura escapular. Sin embargo, el fisioterapeuta puede sugerir otro tipo de tratamiento apropiado para una evaluación personal.
Pilates evita en gran medida el alto impacto, la producción de alta potencia y la carga muscular y esquelética pesada
Son muchos los ejercicios que se pueden asignar a esta patología dependiendo de la situación de cada persona, ya que la corrección no es el único cambio en la columna, pudiendo producirse corrección lumbar e hipomovilidad de toda la columna. El propósito de los ejercicios es fortalecer los músculos extensores cervicales ubicados en la parte posterior del cuello y estirar los flexores cervicales ubicados en la parte frontal del cuello. Algunos ejemplos de ejercicios de Pilates son:
Ejercicio 1: Ejercicio «Sí».
Acuéstese boca arriba con las piernas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Levanta la columna lo suficiente para separar la zona lumbar del suelo, así como la escápula y la cola. El ejercicio consiste en realizar un movimiento de «sí» sin bajar la cabeza del suelo y en pequeñas amplitudes.
Ejercicio 2: ejercicio «No»
En la misma posición anterior, con la cabeza apoyada en el suelo, realice el movimiento «no», en pequeñas amplitudes, sin separar la cabeza del suelo.
Ejercicio 3: Gato – Vaca
Apoyándose en las 4 extremidades, o en posición de gateo, con los brazos y las rodillas apoyadas en el suelo, intente apoyar la barbilla en el pecho y empuje la cintura hacia arriba. A continuación, debe mirar hacia adelante tratando de doblar la columna hacia abajo.
Ejercicio 4: rizo x rizo
Párese con las piernas ligeramente separadas y los brazos a ambos lados del cuerpo relajados. Apoya la barbilla en el pecho e inclínate, inclinando el tronco hacia adelante, poco a poco. Los brazos deben permanecer relajados hasta tocar el suelo, sin separar la barbilla del pecho. Para volver a la posición inicial, debes levantarte lentamente, estirando la espalda poco a poco hasta que vuelvas a mirar hacia adelante.
Ejercicio 5: Estiramiento
Para realizar este ejercicio, debes sentarte con las manos a los costados e inclinar el cuello a cada lado: derecho, izquierdo y atrás, manteniendo cada posición durante unos 30 segundos.
El fisioterapeuta puede sugerir otros ejercicios según las necesidades de la persona. Cada ejercicio puede repetirse 10 veces, y cuando encuentre que puede hacerlo un poco más fácil, puede aumentar el ejercicio con toallas, gomas, pelotas u otro equipo. Si siente dolor mientras realiza alguno de los ejercicios, debe detenerse y no continuar con ningún ejercicio en casa.