La congestión nasal durante el embarazo es una situación común, especialmente entre el 2º y 3º trimestre del embarazo, y se produce en la mayoría de los casos debido a los cambios hormonales habituales durante este período, lo que provoca un aumento de la producción y acumulación de secreciones.
En la mayoría de los casos esta situación mejora después del parto, pero es interesante que la mujer acepte algunas prácticas caseras que ayudan a eliminar el exceso de mocos y aliviar las molestias, como bañarse en agua caliente, inhalar vapor y limpiar la nariz con suero fisiológico, por ejemplo.
Razones principales
La principal causa de congestión nasal en el embarazo es la rinitis gestacional, que suele ocurrir entre el segundo y el tercer trimestre del embarazo y es consecuencia del aumento de los niveles de estrógenos durante este período. Por este motivo y debido a los cambios hormonales, es posible aumentar el volumen de sangre y dilatar las venas presentes en la nariz, lo que contribuye a una mayor producción y acumulación de moco, provocando congestión nasal.
Además, la congestión nasal durante el embarazo puede ocurrir como resultado de infecciones respiratorias, como resfriados o gripe, sinusitis o rinitis alérgica.
Cualquiera sea el motivo, es importante tomar alguna acción para descongestionar la nariz y aliviar las molestias, el obstetra puede recomendar el uso de descongestionantes nasales o tratamientos naturales. Además, es importante iniciar el tratamiento adecuado para reducir el riesgo de complicaciones por cambios en la circulación de oxígeno, como hipertensión materna, preeclampsia y cambios en el crecimiento intrauterino, por ejemplo.
¿Qué hacer en caso de congestión nasal durante el embarazo?
La congestión nasal durante el embarazo suele mejorar después del parto, pero para aliviar las molestias y prevenir complicaciones, su médico puede sugerir algunas medidas caseras y naturales para diluir las secreciones y facilitar su eliminación, algunas de las cuales son:
- Báñese con agua tibia, sonándose y lavándose la nariz durante el baño;
- Lávese la nariz con solución salina, usando un enjuague nasal que se puede comprar en farmacias o droguerías;
- Inhale vapor de agua, usando un recipiente con agua tibia;
- Beba alrededor de 1,5 litros de agua al día;
- Aumente la ingesta de alimentos ricos en vitamina C para estimular su sistema inmunológico, como guayaba, brócoli, naranjas o fresas;
- Coloque algunas almohadas o una silla sobre la cama para mantener la cabeza más alta cuando se acueste.
Además, la mujer puede utilizar un humidificador, porque el aumento de humedad facilita la respiración y ayuda a aflojar la nariz. Una opción casera para humedecer el aire es colocar un recipiente con agua tibia o un paño húmedo en el dormitorio o en casa.
Vea las otras opciones para sonarse la nariz en el siguiente video:
¿Puede una mujer embarazada usar un aerosol nasal?
El uso de aerosoles nasales o aerosoles debe realizarse solo cuando el médico que acompaña el embarazo lo haya prescrito, ya que algunos de ellos pueden ser adictivos y dificultar el desarrollo del bebé.
Por este motivo, los aerosoles nasales como Sinomarin y Nasalub, por ejemplo, deben usarse como último recurso y bajo la guía de un obstetra, quien indicará el más adecuado y cómo usarlo.
Aprenda algunas técnicas para sonarse la nariz.