Puedes utilizar una toalla, un pañal de tela o una gasa para limpiar los oídos de tu bebé, evitando siempre utilizar un hisopo, ya que pueden producirse accidentes como rotura del tímpano y taponamiento del oído con cera.
Entonces debes seguir estos pasos:
- Acueste al bebé sobre una superficie segura;
- Gire la cabeza del bebé boca abajo;
- Humedezca ligeramente la punta del pañal, el paño o la gasa en agua tibia sin jabón;
- Aprieta el pañal de lona para eliminar el exceso de agua;
- Pase un paño húmedo, pañal o gasa sobre la parte exterior de la oreja. para eliminar impurezas;
- Seca tu oreja con un paño suave.
Es importante tener en cuenta que solo se deben eliminar las impurezas externas, ya que la cera se exprime naturalmente del oído y se elimina durante el baño.
La cera es una sustancia producida de forma natural por el organismo para proteger el oído de la entrada de polvo y suciedad, además de formar una barrera que evita la entrada de microorganismos que pueden provocar infecciones como la otitis.
Cuando limpiarle la oreja a tu bebé
La oreja de su bebé se puede limpiar todos los días después del baño, siguiendo los pasos a continuación. Esta rutina es capaz de mantener el canal auditivo siempre libre de exceso de cera, que puede afectar la audición y provocar infecciones.
Sin embargo, si hay una acumulación excesiva de cera, es recomendable consultar a su pediatra para una limpieza profesional y evaluar si existe algún problema de oído.
Cuando la cera puede indicar un problema
La cera normal es fina y tiene un color amarillento, se exprime naturalmente a través de un pequeño canal en el oído. Sin embargo, cuando hay problemas de oído, la cera puede variar en color y grosor, hinchándose o espesándose.
Además, cuando hay un problema, el bebé puede presentar otros signos como frotarse las orejas, meterse un dedo en la oreja e incluso fiebre si desarrolla una infección. En estos casos es importante acudir a un pediatra para una evaluación y comenzar el tratamiento adecuado.
Cómo evitar la inflamación en el oído.
La inflamación de la oreja, también conocida como otitis, se puede prevenir con medidas sencillas como un buen secado de la oreja del bebé después del baño, una buena limpieza de la parte externa y posterior de la oreja como se explicó anteriormente y no sumergir al bebé en agua mientras se baña.
Además, nunca use objetos con púas para tratar de quitar la cera o ayudar a limpiar el interior del oído, como hisopos, mondadientes o mondadientes, ya que pueden causar lesiones o desgarrar el tímpano con facilidad.