Las heridas en los bebés también conocidas como estomatitis, llagas, postemelia se caracterizan por pequeñas llagas en la boca, generalmente amarillentas en el centro y rojizas en el exterior, que pueden aparecer en la lengua, en el paladar, en el interior de las mejillas. en las encías, la parte posterior de la boca o en la garganta del bebé.
Las aftas son una infección viral y debido a que son dolorosas, principalmente al masticar o tragar, hacen que el bebé se enoje, llore, no quiera comer ni beber y sean muy viscosas. Además, pueden provocar fiebre, mal aliento, dificultad para dormir e incluso inflamación de los ganglios del cuello.
Las llagas generalmente desaparecen en 1 a 2 semanas, pero los síntomas mejoran en aproximadamente 3 a 7 días cuando finaliza el tratamiento. El tratamiento puede ser con analgésicos como paracetamol o ibuprofeno, guiado por un pediatra y tomando algunas precauciones como ofrecer líquidos, preferiblemente fríos, para evitar que el niño se deshidrate.
La tos y el algodoncillo son infecciones diferentes porque el algodoncillo es causado por un hongo y se caracteriza por manchas blancas parecidas a la leche que también pueden aparecer en cualquier región de la boca. Obtenga más información sobre la rana bebé.
Opciones de tratamiento de heridas del bebé
Por lo general, los síntomas de las aftas mejoran en aproximadamente 7 a 14 días, pero existen algunas formas de tratamiento que pueden reducir el malestar y acelerar la recuperación. Estos son:
1. Medicamentos para la candidiasis bucal
Los fármacos más utilizados en el tratamiento de las aftas son los analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol, porque alivian la inflamación y el dolor de las aftas, reduciendo las molestias que siente el bebé.
Estos medicamentos solo deben usarse según las indicaciones de un pediatra, ya que las dosis varían según el peso del niño.
2. Medicamentos para la candidiasis bucal en lactantes
Algunos ejemplos de ungüentos para la candidiasis bucal para bebés son las cremas de acetónido de triamcinolona, que funcionan más rápido que los analgésicos y promueven la curación. Estas grasas se pueden tragar sin riesgo para el bebé, pero su efecto desaparece más rápido que los medicamentos orales porque necesitan estar en contacto con la herida.
3. Otros cuidados domiciliarios
Aunque los medicamentos tienen un gran efecto para aliviar el dolor y acelerar la curación, existen algunas preocupaciones que se pueden hacer en casa para brindar aún más comodidad al bebé, tales como:
- Ofrézcale agua, jugos naturales o batidos de frutas para evitar que su bebé se deshidrate;
- Evite darle a su bebé bebidas gaseosas y ácidas ya que empeoran el dolor;
- Dele alimentos fríos y picantes como gelatina, sopa fría, yogur o helado, ya que los alimentos calientes aumentan el dolor;
- Limpie la boca del bebé con una gasa húmeda o una bola de algodón en agua fría para aliviar el dolor.
Además, es importante que el bebé no vaya al jardín de infancia durante el tratamiento, ya que puede transmitir el virus a otros niños.