La inyección subcutánea es un método de administración en el que el fármaco se administra a través de una aguja en la capa de grasa debajo de la piel, principalmente en el área abdominal.
Este tipo de técnica es ideal para administrar algunos medicamentos que deben aplicarse en casa debido a su facilidad de aplicación, que permite la liberación gradual del medicamento. Existen pocos riesgos para la salud en comparación con la vía intramuscular.
La inyección subcutánea se usa principalmente para administrar insulina o enoxaparina en el hogar, generalmente después de una cirugía o durante el tratamiento de afecciones que han ocurrido como resultado de un coágulo, como un accidente cerebrovascular o una trombosis venosa profunda.
Uso adecuado de la inyección subcutánea.
La técnica para administrar una inyección subcutánea es relativamente simple, siga estos pasos:
- Prepara el material necesario: jeringa precargada con medicamento, algodón / gasa y alcohol;
- Lavarse las manos antes de la aplicación;
- Limpiar adecuadamente la piel con un hisopo con alcohol. para desinfectar el sitio de aplicación;
- Haga una ranura en el área de aplicación., utilizando el pulgar y el índice de la mano opuesta a la que va a utilizar para aplicar la inyección;
- Inserte la aguja en el pliegue de la piel. (Ángulo de 90º) movimiento rápido, usando su mano dominante;
- Aplicar el medicamento lentamente, empujando el émbolo en la jeringa hasta que se haya administrado todo el medicamento;
- Retire la aguja con un movimiento rápido y separe el pliegue de la piel., aplique una ligera presión en el área con otro hisopo de algodón humedecido en alcohol durante unos minutos;
- Coloque la jeringa y la aguja usadas en un recipiente seguro., que debe ser de material duro y no debe estar fuera del alcance de los niños. Nunca debe intentar reemplazar la tapa de la jeringa.
Esta técnica se puede realizar en diferentes partes del cuerpo que tienen depósito de grasa, pero lo más importante es cambiar el lugar entre cada aplicación, aunque sea la misma zona del cuerpo, para intentar dejar un espacio de al menos 1 cm entre cada aplicación.
En caso de que alguien tenga un poco de grasa corporal, debe insertar 2/3 de la aguja para evitar su aplicación en los músculos. Al hacer un pliegue cutáneo, es importante ejercer presión sobre la piel para no quitar músculo y tejido graso.
Sitios de aplicación de inyecciones
Los mejores lugares para dar una inyección subcutánea son aquellos donde hay una mayor acumulación de grasa. De esta forma, las áreas más utilizadas incluyen:
1. Abdomen
La zona del ombligo es una de las mayores reservas de grasa corporal, por lo que casi siempre se considera la primera opción para las inyecciones subcutáneas. Además, en esta zona es mucho más fácil doblar la piel sin tomar músculos, que es una zona muy segura para su aplicación.
El principal cuidado para cuidar esta zona es dejar un espacio de al menos 1 cm desde el ombligo al administrar la inyección.
2. Ram
El brazo puede ser otra zona utilizada para este tipo de inyección, ya que también tiene depósitos de grasa, como en la espalda y lateralmente entre el codo y el hombro.
En esta zona puede resultar más difícil doblar la piel sin coger un músculo, por lo que es necesario tener cuidado al separar los dos tejidos antes de administrar la inyección.
3. Los muslos
La inyección también se puede aplicar en los muslos, ya que esta es otra zona donde hay grasa, especialmente en las mujeres. Aunque no es la ubicación más utilizada, el muslo puede ser una buena opción cuando el abdomen y los brazos se utilizan en múltiples ocasiones.
Posibles complicaciones
La inyección subcutánea se considera segura, sin embargo, como cualquier técnica de administración de medicamentos mediante esta técnica, pueden presentarse algunas complicaciones, como:
- Dolor en el área de aplicación;
- Enrojecimiento de la piel;
- Hinchazón local;
- Secreción;
Estas complicaciones pueden ocurrir en cualquier caso, pero son más comunes cuando es necesario administrar inyecciones subcutáneas durante períodos más prolongados.
En caso de que aparezcan algunos de estos síntomas y no mejoren al cabo de unas horas, es importante acudir al médico.