La cirugía para tratar una hernia de disco, cervical, dorsal o lumbar, está indicada en los casos en los que no hay mejoría en los síntomas de dolor o malestar, incluso con tratamiento farmacológico y fisioterapia, o cuando hay signos de pérdida de fuerza o sensación. . Esto se debe a que este procedimiento conlleva ciertos riesgos, como la restricción del movimiento de la columna o una infección, por ejemplo.
El tipo de cirugía puede variar, como tradicionalmente abrir la piel para llegar a la columna o usar técnicas más nuevas y menos invasivas, como usar un microscopio. La recuperación puede variar según la lesión y la técnica utilizada, por lo que realizar fisioterapia para la rehabilitación ayuda a mejorar los síntomas y hacer que el paciente vuelva a sus actividades diarias más rápidamente.
Tipos de cirugías
El tipo de cirugía puede variar según la ubicación de la hernia, la técnica disponible en el hospital o las necesidades de cada paciente, según lo determine un ortopedista o neurocirujano. Los principales tipos son:
1. Cirugía tradicional
Se realiza a través de la abertura de la piel, con una incisión para llegar a la columna. La elección del lugar de acceso a la columna se realiza según el lugar más cercano de acceso al disco, que puede ser frontal, ya sea común en hernia cervical, lateral o posterior, común en hernia lumbar.
Esto se hace accediendo a la piel para llegar al área lesionada. La elección del punto de acceso a la columna se realiza de acuerdo con la lesión y la experiencia del cirujano ortopédico.
Esta operación se realiza generalmente bajo anestesia general, que puede eliminar parte o la totalidad del disco intervertebral dañado. Posteriormente, se pueden unir 2 vértebras o se puede usar material artificial para reemplazar el disco extraído. El tiempo de la operación varía en función del tipo y situación de la hernia de cada persona, pero dura unas 2 horas.
2. Cirugía mínimamente invasiva
La cirugía mínimamente invasiva utiliza técnicas que permiten que la piel se abra menos, proporcionen menos movimiento de las estructuras alrededor de la columna, sean más rápidas y tengan un menor riesgo de complicaciones como sangrado e infección.
Las principales técnicas utilizadas son:
- Microcirugía: la manipulación del disco intervertebral se realiza con la ayuda de un microscopio quirúrgico, sin necesidad de abrir demasiado la piel;
- Cirugía endoscópica: es una técnica que se realiza introduciendo pequeños abordajes en la piel, lo que posibilita el procedimiento con una recuperación más rápida y menos dolorosa.
La cirugía mínimamente invasiva se puede realizar bajo anestesia local y sedación, con una duración de aproximadamente 1 hora o menos. Durante la cirugía, se puede usar un dispositivo de radiofrecuencia o láser para extirpar la parte herniada del disco, razón por la cual este tipo de cirugía también se conoce como cirugía con láser.
Riesgos de la cirugía
La cirugía de hernia discal puede ocasionar algunas complicaciones, pero el riesgo es bajo, principalmente debido a las técnicas y dispositivos cada vez más modernos que se utilizan. Las principales complicaciones que pueden presentarse son:
- Dolor constante en la columna;
- Infección;
- Sangrado;
- Lesión de los nervios alrededor de la columna vertebral;
- Dificultad para mover la columna;
Debido a estos riesgos, la cirugía se reserva para pacientes con síntomas debilitantes o cuando no hay mejoría con otras formas de tratamiento de hernia de disco. bonito
¿Cómo es la recuperación?
El postoperatorio varía en función de la operación, con una estancia de aproximadamente 2 días en cirugía mínimamente invasiva y puede llegar a 5 días en cirugía convencional.
La posibilidad de realizar actividades como conducir o volver al trabajo es mayor en la cirugía mínimamente invasiva. En la cirugía tradicional, se necesita mucho tiempo para descansar para volver al trabajo. En la mayoría de los intentos de realizar actividades, como el ejercicio, el alta se da después de la evaluación por parte del cirujano y la mejoría de los síntomas.
Durante la recuperación, se deben usar analgésicos o medicamentos antiinflamatorios recetados por un médico para aliviar el dolor. También deben comenzar las sesiones de fisioterapia de rehabilitación, con técnicas que ayuden a recuperar el movimiento y mantener una buena postura. Obtenga más información sobre el cuidado de su columna vertebral después de la cirugía.