El choque neurogénico ocurre cuando se interrumpe la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, lo que hace que los vasos sanguíneos pierdan tono y se dilaten, lo que dificulta el flujo de sangre a través del cuerpo y reduce la presión arterial. Cuando esto sucede, los órganos no obtienen el oxígeno que necesitan y dejan de funcionar, creando una situación potencialmente mortal.
Este tipo de choque es más común en accidentes automovilísticos y caídas, que son situaciones que pueden ocasionar lesiones en la médula espinal, pero también pueden ocurrir debido a problemas cerebrales.
Si se sospecha de un shock neurogénico, es importante llamar al número de emergencia de su país o comunicarse con el departamento de emergencias del hospital de inmediato para que se pueda iniciar el tratamiento adecuado, ya que puede causar daños irreversibles, por lo que incluso causar la muerte. El tratamiento se suele administrar en la UCI con la administración de fármacos por vía intravenosa.
Los principales signos y síntomas.
Los dos síntomas principales que generalmente ocurren como resultado de un shock neurogénico son una caída rápida de la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Sin embargo, también son comunes otros signos y síntomas, como:
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Reducción de la temperatura corporal por debajo de 35,5 ºC;
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Respiración rápida y superficial;
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Piel fría y azulada;
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Mareos y desmayos;
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Sudoración excesiva;
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Falta de respuesta a los estímulos;
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Cambio de estado mental;
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Reducción o ausencia de producción de orina;
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Inconsciencia;
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Dolor de pecho.
La gravedad de los síntomas dependerá de la lesión que provocó el choque, porque en el caso de las lesiones de la columna, mayor será la gravedad de los síntomas.
Existen otros tipos de shock que también pueden provocar este tipo de síntomas, como el shock séptico o el shock cardiogénico. Sin embargo, en todos los casos siempre es importante acudir al hospital lo antes posible para iniciar el tratamiento.
Posibles causas del shock neurogénico
La principal causa del shock neurogénico son las lesiones que se producen en la columna, debido a fuertes golpes en las costillas, caídas de altura o accidentes de tráfico.
Sin embargo, una técnica inadecuada para administrar la anestesia epidural, el uso de ciertos fármacos o fármacos que afectan el sistema nervioso también pueden ser causas de shock neurogénico.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para el shock neurogénico debe iniciarse lo antes posible para evitar complicaciones graves que pongan en peligro la vida. De esta forma, el tratamiento puede iniciarse inmediatamente en el puesto de primeros auxilios, pero debe continuarse en la UCI para mantener una evaluación continua de los signos vitales. Algunas formas de tratamiento incluyen:
- Inmovilización: Se utiliza en los casos en que se produce una lesión en la columna, con el fin de prevenir su deterioro con los movimientos;
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Terapia de suero: permite aumentar la cantidad de líquido en el cuerpo y regular la presión arterial;
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Administración de atropina: Es un medicamento que aumenta la frecuencia cardíaca, en caso de que el corazón se vea afectado;
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Uso de epinefrina o efedrina: en combinación con suero, ayudan a regular la presión arterial;
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Uso de glucocorticoides, como metilprednisolona: ayuda a reducir las complicaciones de la lesión neurológica.
Además, en caso de accidente, puede ser necesaria una cirugía para reparar las lesiones.
El tratamiento puede durar de 1 semana a varios meses, según el tipo de lesión y la gravedad de la situación. Después de estabilizar los signos vitales y recuperarse del shock, generalmente es necesario realizar sesiones de fisioterapia para recuperar la fuerza muscular o adaptarse a las actividades diarias.