El caseum amigdalino, también llamado amigdalitis, amigdalitis o cálculo de las amígdalas, son pequeñas bolas blancas que pueden formarse debido a la acumulación de restos de comida, saliva y células en la boca, provocando síntomas como mal aliento, inflamación de garganta y, en algunos casos, casos, dificultad para tragar.
Esta situación es más común en adultos que padecen amigdalitis frecuente, por lo que se recomienda hacer gárgaras con agua tibia y sal, unas 2 a 3 veces al día para facilitar la eliminación del caseum y aliviar las molestias y el mal aliento.
Por otro lado, cuando el caso es común y se desarrolla debido a una amigdalitis crónica, puede ser necesaria una cirugía para extirpar las amígdalas.
Principales síntomas
El caseum amigdalino o amigdalitis son pequeñas bolas blancas o amarillentas que pueden aparecer y permanecer en las amígdalas. Además, otros signos y síntomas que pueden presentarse son:
- Dolor al tragar;
- Mal aliento;
- Dolor de garganta;
- Dificultad para tragar;
- Amígdala inflamada;
- Dolor de oído, en algunos casos;
- Cambio de gusto;
- Ronquidos;
- Sensación de tener algo en la garganta.
Ante la presencia de signos y síntomas, es importante consultar a un otorrinolaringólogo para diagnosticar el factor que favorece la aparición de estas bolas blancas y orientar el mejor tratamiento.
Causas del caseum amigdalino
La formación de amigdalitis o caseum amigdalino puede ocurrir debido a la acumulación de alimento en las amígdalas, favoreciendo el crecimiento de microorganismos, provocando inflamación de las amígdalas y la formación de bolas blancas o amarillentas en ellas.
Algunos de los factores que pueden incrementar la posibilidad de formación de casos son la mala higiene bucal, el uso de fármacos que provocan sequedad de boca, rinitis y sinusitis, porque en estas situaciones existe una mayor acumulación de moco, lo que puede contribuir a la formación de casos.
Cómo se realiza el tratamiento
En la mayoría de los casos, el caso no requiere tratamiento, ya que logra desprenderse de forma natural de las amígdalas, pudiendo tragarlo sin darse cuenta. Sin embargo, se puede recomendar un tratamiento en caso de dolor, malestar o mal aliento debido a la amigdalitis.
De esta forma, el tratamiento de los bultos blancos en las amígdalas se puede realizar en casa con gárgaras con soluciones salinas o enjuagues bucales o con el uso de soluciones naturales con propiedades antisépticas. Los signos de mejora de la caseína pueden tardar hasta 3 días en aparecer e incluyen una reducción en la cantidad de bultos blancos en la garganta y una disminución del mal aliento.
Algunas formas de tratar la caseína son:
1. Haga gárgaras con agua tibia con sal o enjuague bucal
Para hacer gárgaras con agua tibia con sal, simplemente mezcle un vaso de agua tibia con una cucharada de sal, haciendo gárgaras durante 20 segundos, 2 a 3 veces al día.
Otra alternativa es el enjuague bucal sin alcohol, ya que esta sustancia seca y deshidrata la mucosa oral, aumentando la descamación celular, aumentando la formación de casos. El enjuague debe contener sustancias que ayuden a oxigenar la cavidad bucal para prevenir el desarrollo de bacterias anaeróbicas que contribuyen a la formación de casos y al mal aliento.
Algunos ejemplos de enjuagues con estas características son Listerine sin alcohol, Colgate Plax cero alcohol o Oral B sin alcohol.
Sin embargo, si estos tratamientos no alivian los síntomas después de 5 días, es posible que deba consultar a un otorrinolaringólogo.
2. Retirar con un hisopo
También puede intentar quitar el estuche con un hisopo, presionando suavemente el área donde están las amígdalas. No aplique demasiada fuerza para evitar lesiones en los tejidos. Por último, es ideal para hacer gárgaras con agua y sal o un enjuague bucal sin alcohol.
Sin embargo, esta técnica generalmente no se recomienda ya que puede dañar el tejido de las amígdalas y debe evitarse en los niños.
3. Remedios caseros
Los remedios naturales de Caseum tienen propiedades antisépticas y antiinflamatorias, lo que ayuda a prevenir la formación de bultos blancos y a aliviar los síntomas de la amigdalitis.
Una opción es enjuagar con propóleo de granada, que también es un antibiótico natural. Para hacer este enjuague, basta con añadir 20 gramos de hojas y flores de granada y 3 gotas de propóleo en 2 tazas de agua hirviendo y dejar enfriar. Luego, haga gárgaras durante 30 segundos hasta 5 veces al día.
Otra opción es beber o hacer gárgaras con té de plátano, ya que esta planta medicinal tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y astringentes, ayudando a tratar la amigdalitis. Para hacer este té, basta con añadir 10 gramos de hojas de plátano a 500 ml de agua hirviendo y dejar reposar durante unos 15 minutos. Luego filtrar o beber unas 3 tazas de té al día.
En caso de que no haya mejoría en los primeros días después de la aplicación de estos remedios caseros, se recomienda consultar a un dentista u otorrinolaringólogo para una evaluación física y es posible iniciar el tratamiento más adecuado.
4. Cirugía
La cirugía está indicada cuando otras medidas no han tenido éxito, cuando existe un desarrollo persistente de amigdalitis, cuando la persona siente un gran malestar o sufre de mal aliento, llamado halitosis, que no puede tratarse con otras medidas.
En estos casos, la operación indicada es la amigdalectomía, que consiste en extirpar ambas amígdalas. En algunos casos, la cirugía posoperatoria no es fácil, ya que los pacientes pueden experimentar dolor de garganta y de oído severo durante varios días. Otra opción es utilizar un láser mediante una técnica conocida como criptolisis de amígdalas, que cierra las cavidades de las amígdalas, que son una especie de orificio, evitando la formación y acumulación de bolas blancas en la garganta.
Mire el video a continuación para obtener más consejos sobre cómo aliviar las molestias después de la amigdalectomía para tratar un caso: