El cáncer de linfa es una enfermedad caracterizada por la proliferación anormal de linfocitos, que son las células responsables de las defensas del organismo. Normalmente, los linfocitos se producen y almacenan en el sistema linfático, que está formado por órganos como el timo y el bazo, y a través de una red de vasos encargados de transportar la linfa desde los tejidos a los vasos sanguíneos, que tienen pequeñas estructuras llamadas ganglios linfáticos. . responsable de filtrar la linfa y actuar sobre la maduración de los linfocitos.
En los casos de linfoma, los linfocitos cambian y por tanto comienzan a multiplicarse muy rápidamente o dejan de destruirse, acumularse y provocar la formación de tumores que pueden comprometer el sistema linfático y provocar síntomas como hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello. O dolor de garganta, fatiga y malestar general.
El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio, como un hemograma, que confirma la linfocitosis, además de la biopsia de tejido, que se realiza para identificar la presencia de células alteradas y confirmar la enfermedad para poder realizar el diagnóstico. Además, su médico puede ordenar una ecografía o una resonancia magnética, por ejemplo, para controlar qué regiones están afectadas y la evolución del cáncer linfático.
El sistema linfático
Los síntomas del cáncer de linfa
El síntoma principal del cáncer de linfa es la inflamación de las glándulas del cuello, las axilas, el abdomen o la ingle. Otros síntomas incluyen los siguientes:
- Fatiga;
- Malestar general;
- Fiebre;
- Pérdida de apetito;
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
Los síntomas asociados con el cáncer linfático son los mismos que en otras situaciones; también es importante buscar ayuda médica para que se puedan enumerar las pruebas que ayuden a diagnosticar y comenzar el tratamiento.
Descubra qué es el linfoma y cuáles son sus principales síntomas.
Posibles Causas
Aunque se conoce el cambio que ocurre en los linfocitos para el desarrollo del cáncer linfático, aún no se sabe exactamente por qué ocurre. La mayoría de los casos de este cáncer ocurren espontáneamente y sin razón aparente. Sin embargo, algunos factores pueden afectar su apariencia, como antecedentes familiares o enfermedades autoinmunes, que aumentan el riesgo de desarrollar esta afección.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del cáncer linfático se realiza según el grado de afectación del sistema linfático y la evolución de la enfermedad, es decir, si los linfocitos alterados ya se encuentran en otras partes del cuerpo. Por lo tanto, el tratamiento puede ser con quimioterapia, radioterapia o ambas.
Durante el tratamiento, es normal que una persona experimente algunos efectos secundarios causados por los medicamentos utilizados, como pérdida de peso, trastornos gastrointestinales y caída del cabello, que es el efecto más común.
El cáncer linfático se puede curar cuando los primeros síntomas se diagnostican de inmediato y el tratamiento se inicia lo antes posible para prevenir la diseminación de las células alteradas por todo el cuerpo.
Principales factores de riesgo
Los factores de riesgo asociados con el desarrollo de cáncer linfático incluyen los siguientes:
- Someterse a un trasplante de órganos;
- Infectado por VIH;
- Tiene una enfermedad autoinmune como lupus o síndrome de Sjгреgren;
- Tiene infección por el virus de Epstein-Barr o HTLV-1;
- Exposición prolongada a productos químicos;
- Tener antecedentes familiares de la enfermedad.
Aunque los antecedentes familiares aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad, el cáncer linfático no se hereda, es decir, no se transmite de padres a hijos y no es contagioso.