La brucelosis es una enfermedad contagiosa causada por bacterias del género Brucella que pueden transmitirse de animales a humanos principalmente al ingerir carne contaminada poco cocida, productos lácteos caseros no pasteurizados como leche o queso, y al inhalar la bacteria. o por contacto directo con las secreciones de un animal infectado, lo que provoca síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares.
La transmisión de la brucelosis de persona a persona es muy poco común y los profesionales del cuidado de los animales, como veterinarios, granjeros, lecherías, trabajadores de mataderos o microbiólogos, corren mayor riesgo de contaminarse. La brucelosis humana es curable cuando el tratamiento se lleva a cabo después del diagnóstico y generalmente implica el uso de antibióticos durante aproximadamente 2 meses o de acuerdo con las pautas médicas.
Principales síntomas
Los síntomas de la brucelosis varían según la etapa de la enfermedad, que puede ser aguda o crónica. En la fase aguda, los síntomas pueden ser similares a los de la gripe y pueden confundirse fácilmente, lo que dificulta el diagnóstico y el inicio del tratamiento. Los síntomas pueden aparecer de 10 a 30 días después del contacto con el cuerpo e incluyen:
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Fiebre superior a 38ºC y fiebre;
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Transpiración;
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Dolor de cabeza intenso;
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Dolor muscular;
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Dolores corporales generalizados;
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Sentirse enfermo;
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Fatiga;
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Escalofríos;
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Dolor abdominal;
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Deterioro de la memoria;
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Choques
Si no se identifica la enfermedad y no se inicia tratamiento, la brucelosis puede evolucionar a una fase crónica, en la que aparecen otros síntomas, como dolor articular, adelgazamiento y fiebre persistente, por la proliferación del microorganismo y la propagación de otros. se favorecen los órganos a través del torrente sanguíneo. Esto puede provocar complicaciones cardíacas, afectación cerebral, inflamación de los nervios, anomalías testiculares, problemas biliares, hepáticos y óseos.
Como es la transmision
La brucelosis es una enfermedad infecciosa que se puede adquirir por contacto con secreciones, orina, sangre y restos placentarios de animales infectados. Además, la bacteria se puede adquirir mediante el consumo de productos lácteos no pasteurizados, carne poco cocida, al limpiar establos, al trasladar ganado o en mataderos.
Debido a que las bacterias son más comunes en animales como vacas, ovejas, cerdos o bueyes, los agricultores y las personas que trabajan con estos animales y los profesionales de laboratorio que analizan sus muestras tienen más probabilidades de contraer la bacteria y desarrollar la enfermedad.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de brucelosis se realiza con el fin de aislar e identificar las bacterias causantes de la enfermedad, mediante hemocultivo, médula ósea, tejidos o secreciones. Además, su médico puede ordenar pruebas serológicas o moleculares para confirmar la enfermedad.
El diagnóstico diferencial de la brucelosis se realiza para la endocarditis bacteriana y la fiebre tifoidea, por ejemplo, porque la brucelosis puede llegar a otros órganos y causar complicaciones.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la brucelosis suele consistir en antibióticos durante aproximadamente 2 meses, y un médico o un especialista en enfermedades infecciosas recomienda el uso de antibióticos asociados a tetraciclina de la clase de aminoglucósidos o rifampicina. El tratamiento con antibióticos se realiza solo cuando se confirma la enfermedad para evitar el uso innecesario de antibióticos y, en consecuencia, la resistencia bacteriana.
Además, es importante adoptar ciertos comportamientos, como evitar el consumo de productos lácteos domésticos no pasteurizados, como leche, queso, mantequilla o helados, para evitar una mayor contaminación.
No existe una vacuna para la brucelosis en humanos, pero existe una vacuna para bueyes, terneros, vacas y ovejas de 3 a 8 meses, que debe ser administrada por un veterinario y que los protege de la enfermedad, previniendo la transmisión de la enfermedad a humanos.
La brucelosis es una enfermedad que puede provocar complicaciones graves si no se trata adecuadamente, como hepatitis, anemia, artritis, meningitis o endocarditis.
Como evitar
Para evitar la brucelosis, siempre se recomienda ingerir leche y derivados pasteurizados, ya que es la única forma de garantizar que estos alimentos sean seguros para ingerir y no contengan las bacterias que provocan la brucelosis. Además, para evitar una infección bacteriana, debe:
- Evite comer carne poco cocida;
- Evite consumir productos lácteos crudos;
- Use guantes, gafas, delantal y mascarilla cuando manipule animales enfermos o muertos o durante el parto;
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Evite consumir productos lácteos no pasteurizados, como leche, queso, helado o mantequilla casera.
Estas medidas están destinadas a prevenir la transmisión de enfermedades o una nueva contaminación si la persona ya está enferma.