Artrosis espinal: que es, síntomas y tratamiento

La osteoartritis espinal o espondiloartritis es un tipo de osteoartritis que provoca una serie de cambios en la columna lumbar, cervical o dorsal que afectan los huesos, ligamentos, disco intervertebral y nervios, provocando dolor y, a menudo, incapacitándolo.

En la osteoartritis, el disco intervertebral se puede deformar, provocando una hernia discal, y además, los ligamentos de la columna se debilitan, creando síntomas típicos de la enfermedad, que incluyen dolor que empeora con el movimiento.

El tratamiento de la osteoartritis espinal debe ser dirigido por un reumatólogo, quien puede sugerir el uso de medicamentos antiinflamatorios en forma de tabletas, inyecciones o ungüentos. Además, la fisioterapia suele estar indicada para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas.

Principales síntomas

Los síntomas de la osteoartritis de la columna están relacionados con su ubicación, región cervical, torácica o lumbar. Algunos de estos síntomas son:

  • Dolor de espalda, que empeora con el movimiento y tiende a mejorar con el reposo;
  • Dolor de espalda que se irradia a las piernas o los brazos, si hay afectación del sistema nervioso periférico;
  • Disminución de la fuerza muscular;
  • Falta de flexibilidad.

El diagnóstico se realiza mediante un examen clínico, en el que el médico evalúa síntomas y signos como dolor, movimiento restringido y entumecimiento, con el apoyo de estudios de imágenes como radiografías, resonancias magnéticas o tomografía computarizada.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la artritis espinal se puede realizar con medicamentos para el dolor y el malestar, pero aún así, la fisioterapia es esencial. Si el dolor desaparece o no desaparece con fisioterapia, se puede utilizar la cirugía.

Otros tratamientos como la acupuntura, los masajes relajantes y la osteopatía también son buenas opciones para complementar el tratamiento, pero es más adecuado adoptar varios tratamientos al mismo tiempo para que se complementen entre sí. Deben ser recetados y controlados por un reumatólogo para evaluar la efectividad del tratamiento y el bienestar del paciente.

Fisioterapia

En fisioterapia para la osteoartritis de la columna, se pueden realizar ejercicios para mejorar la postura, utilizar dispositivos para aliviar el dolor y la incomodidad y estirar, lo que mejorará el riego sanguíneo y la amplitud de movimiento.

Para complementar el tratamiento, es necesario adelgazar, evitar cargar objetos pesados ​​y poner mucho esfuerzo, para no dañar aún más la columna. Pueden resultar útiles tanto los masajes terapéuticos como los relajantes, así como la ingesta de analgésicos y antiinflamatorios en los días de dolor intenso.

La fisioterapia puede ser suficiente para aliviar los síntomas de la osteoartritis, pero dado que es una enfermedad progresiva y degenerativa, es probable que la persona tenga que hacer varias sesiones de fisioterapia a lo largo de su vida.

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Viviendo con osteoartritis de la columna

La actividad física bien dirigida es la mejor forma de aceptar y aprender a vivir con la osteoartritis, que aunque no tiene cura, tiene un tratamiento para controlar los síntomas.

Es importante encontrar la mejor forma de evitar el dolor y las limitaciones que provoca esta enfermedad, y algunos consejos útiles son los masajes de relajación, los ejercicios de estiramiento muscular y las caminatas, aunque en algunos casos puede estar indicada la cirugía para reducir las molestias y frenar la velocidad. de la evolución. de la enfermedad.

La artrosis espinal se puede controlar y pueden pasar días sin dolor, pero es necesario seguir las indicaciones del médico y fisioterapeuta. No hagas esfuerzo, adelgaza y evita las malas posturas, estas son sugerencias que debes seguir a diario.

Los ejercicios como Pilates en el suelo o en la piscina pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la amplitud de movimiento. Sin embargo, es importante que estos ejercicios se realicen bajo la guía de un fisioterapeuta especializado para evitar mayores daños a la columna. La hidroterapia también es un gran aliado porque combina estiramientos con movimientos respiratorios y agua tibia, facilita los movimientos y favorece la relajación muscular.

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