Apnea del sueño: que es, síntomas y tratamiento

La apnea del sueño es un trastorno que provoca un cese repentino de la respiración o una respiración muy superficial durante el sueño, lo que se traduce en ronquidos y un descanso poco relajante que no permite el retorno de la energía. Por tanto, además de la somnolencia durante el día, esta enfermedad provoca síntomas como dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, irritabilidad e incluso impotencia.

La apnea del sueño se produce debido a la obstrucción de las vías respiratorias debido a la desregulación de los músculos faríngeos. También existen hábitos de estilo de vida que aumentan el riesgo de desarrollar apnea obstructiva del sueño, como tener sobrepeso, consumir bebidas alcohólicas, fumar y tomar pastillas para dormir.

Este trastorno debe tratarse mejorando los hábitos de vida y utilizando una máscara de oxígeno que aspira aire hacia las vías respiratorias y facilita la respiración.

Principales síntomas

Para identificar la apnea obstructiva del sueño, se deben tener en cuenta los siguientes síntomas:

  1. Roncar durante el sueño;
  2. Despertarse varias veces durante la noche, incluso durante unos segundos e imperceptiblemente;
  3. Presentar paro respiratorio o asfixia durante el sueño;
  4. Demasiado sueño y cansancio durante el día;
  5. Levantarse para orinar u orinar durante el sueño;
  6. Tiene dolor de cabeza al levantarse;
  7. Disminución del rendimiento en estudios o trabajo;
  8. Tiene problemas de concentración y memoria;
  9. Desarrollar irritabilidad y depresión;
  10. Tienen impotencia sexual.

Esta enfermedad se produce debido al estrechamiento de las vías respiratorias, en el área de la nariz y la garganta; que se produce principalmente debido a la desregulación de la actividad muscular en el área faríngea, que puede ser una relajación o tensión excesiva durante la respiración. El tratamiento lo realiza un neumólogo, que puede sugerir un dispositivo llamado CPAP o, en algunos casos, una cirugía.

Esta afección es más común en personas mayores de 50 años, y el número y la intensidad de los síntomas varían según la gravedad de la apnea, que está influenciada por factores como el sobrepeso y la anatomía de las vías respiratorias. El sistema respiratorio de una persona, por ejemplo.

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Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico definitivo del síndrome de apnea del sueño se realiza mediante polisomnografía, que es una prueba que analiza la calidad del sueño, la medición de las ondas cerebrales, los movimientos de los músculos respiratorios y la cantidad de aire que entra y sale durante la respiración, así como la cantidad de oxígeno en la sangre. Esta prueba se utiliza para identificar tanto la apnea como otras afecciones relacionadas con el sueño.

Además, el médico puede evaluar el historial médico y el examen físico de los pulmones, la cara, la garganta y el cuello de la persona, lo que también puede ayudar a distinguir entre los tipos de apnea.

Tipos de apnea del sueño

Hay 3 tipos principales de apnea del sueño, que pueden ser:

  • Apnea obstructiva del sueño: ocurre, en la mayoría de los casos, debido a la obstrucción de las vías respiratorias causada por la relajación de los músculos respiratorios, el estrechamiento y cambios en la anatomía del cuello, la nariz o la mandíbula.
  • Apnea central del sueño: Generalmente ocurre después de una enfermedad que provoca una lesión cerebral y altera su capacidad para regular el esfuerzo respiratorio durante el sueño, como en el caso de los tumores cerebrales, después de un ictus o una enfermedad cerebral degenerativa, por ejemplo.
  • Apnea mixta: es causada por la presencia de apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño, que son menos comunes.

También existen casos de apnea temporal, que puede ocurrir en personas con amigdalitis o tumores o pólipos en la región, por ejemplo, que pueden dificultar el flujo de aire durante la respiración.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la apnea del sueño generalmente indicará pequeños cambios en el estilo de vida por una posible causa. Por tanto, cuando la apnea es provocada por el sobrepeso, por ejemplo, se recomienda que consultes a un nutricionista para seguir un plan de dieta que te permita adelgazar con la intención de mejorar tu respiración.

Cuando la apnea del sueño es provocada o agravada por el tabaquismo, es recomendable dejar de fumar o reducir el número de cigarrillos fumados al día para evitar la inflamación de las vías respiratorias y facilitar el paso del aire.

Por tanto, en los casos más graves, como cuando no es posible tratar la apnea del sueño con estos pequeños cambios, se pueden recomendar otras formas de tratamiento:

1. Uso de CPAP

CPAP es un dispositivo similar a una máscara de oxígeno que lleva aire a los pulmones, lo que permite una respiración normal y sin interrupciones, lo que permite un descanso más tranquilo.

Normalmente, este dispositivo está indicado cuando hay una obstrucción completa de las vías respiratorias durante el sueño o cuando no es posible mejorar los síntomas simplemente cambiando los hábitos de la vida diaria.

El uso de CPAP puede ser un poco complicado, por lo que muchas personas optan por usar otros dispositivos similares a CPAP o someterse a una cirugía para solucionar el problema.

2. Cirugía

El tratamiento quirúrgico para la apnea del sueño está indicado solo cuando otras formas de tratamiento no funcionan, y se recomienda optar por ellas durante al menos 3 meses. Sin embargo, en algunos casos, es necesario cambiar las estructuras faciales para corregir el problema, de modo que la cirugía pueda considerarse el primer paso del tratamiento.

Los principales tipos de cirugías que se realizan para tratar este problema incluyen:

  • Extracción de tejido: utilizado cuando existe un exceso de tejido en la parte posterior de la garganta para extirpar amígdalas y adenoides, evitando que estas estructuras bloqueen las vías respiratorias o vibren, provocando ronquidos;
  • Reposicionamiento de la barbilla: Recomendado cuando el mentón de la cara está muy estirado y el espacio entre la lengua y la parte posterior de la garganta es reducido. De esta forma es posible posicionar correctamente el mentón y facilitar el paso del aire;
  • Colocación de implantes: son una opción para la extracción de tejido y ayudan a evitar que las partes blandas de la boca y la garganta bloqueen el paso del aire;
  • Creando un nuevo pasaje de aire– Se utiliza en los casos en que la vida está en peligro y otras formas de tratamiento no han surtido efecto. En esta operación, se hace un canal en la garganta para permitir que el aire pase a los pulmones.

Además, todas las cirugías se pueden adaptar para tratar el problema específico de cada persona, por lo que es muy importante discutir las diferentes opciones con su médico.

Signos de mejora o deterioro.

Los signos de mejoría pueden tardar días o semanas en aparecer, según el tipo de tratamiento, e incluyen ronquidos reducidos o ausentes durante el sueño, reducción de la fatiga diurna, alivio del dolor de cabeza y la capacidad de dormir si se despierta. por la noche.

Los signos de deterioro ocurren cuando no se inicia el tratamiento e incluyen un aumento de la fatiga durante el día, levantarse varias veces durante el día con dificultad para respirar y ronquidos fuertes durante el sueño, por ejemplo.

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