Los anticoagulantes son fármacos que evitan la formación de coágulos porque bloquean la acción de sustancias que los provocan. Los coágulos son esenciales para la cicatrización de heridas y para detener el sangrado, pero hay situaciones en las que la circulación sanguínea se puede interrumpir, causando enfermedades importantes como apoplejía, trombosis y embolia pulmonar, por ejemplo.
Por tanto, los anticoagulantes permiten que la sangre permanezca siempre líquida en los vasos y circule libremente, lo que se recomienda para personas que padecen enfermedades provocadas por coágulos o que tienen mayor riesgo de desarrollarlos.
Los más utilizados son la Heparina, Warfarina y Rivaroxaban, deben administrarse de acuerdo con las indicaciones médicas, ya que si se usan incorrectamente, existe un mayor riesgo de sufrir hemorragias severas.
¿Quién debería usarlos?
Los anticoagulantes deben ser utilizados por personas que tienen más probabilidades de formar un coágulo de sangre, como aquellas con arritmias cardíacas o válvulas cardíacas protésicas. También se pueden usar para eliminar un coágulo de sangre que se haya formado, como en personas con trombosis, embolia pulmonar o ataque cardíaco.
Los principales tipos de anticoagulantes.
Los anticoagulantes se dividen según el método de uso y su mecanismo de acción:
1. Anticoagulantes inyectables
Los anticoagulantes inyectables como la heparina o el fondaparinux (Aricstra) se administran directamente en una vena o debajo de la piel.
Estos fármacos se utilizan generalmente para prevenir la enfermedad tromboembólica venosa y en personas que se han sometido a cirugía, que tienen movilidad reducida, para prevenir la formación de trombos durante la hemodiálisis o en el tratamiento del infarto agudo de miocardio.
La heparina también se puede utilizar en mujeres embarazadas para prevenir la trombosis, ya que no interfiere con el desarrollo del bebé.
2. Anticoagulantes orales
Existen diferentes tipos de anticoagulantes orales y su elección depende de la valoración que haga el médico de sus ventajas y desventajas para cada persona:
Especies | Nombres | Ventaja | Desventajas |
Inhibidores de la vitamina K |
Warfarina (Kavamed, Kumadin); Acenocumarol (síndrome). |
– Ampliamente utilizado; – más económico; – Proporcionar un mayor control de la coagulación mediante pruebas. |
– Necesidad de controles de coagulación; – Las dosis deben cambiarse con frecuencia; – Su acción puede verse modificada por la acción de otros medicamentos o alimentos que contengan vitamina K. |
Nuevos anticoagulantes |
Rivaroxaban (Xarelto); Dabigatrán (práctica); Apixaban (Elikuis). |
– No es necesario realizar controles de coagulación regulares; – Dosis diarias únicas; – Pueden tener menos efectos secundarios. |
– Más caro; – Contraindicado en diversas enfermedades; – No tienen antídotos. |
En el caso de los inhibidores de la vitamina K, el seguimiento de la regulación debería realizarse habitualmente una vez al mes o según indicaciones médicas.
Remedios naturales para adelgazar la sangre
Hay algunas sustancias fitoterapéuticas que se sabe que pueden «diluir» la sangre y reducir el riesgo de coágulos, como el Ginkgo biloba o el Dong kwai.
Estas plantas se pueden usar en infusiones o en forma de cápsulas, que se venden en las tiendas para productos naturales, pero su uso nunca debe reemplazar a los medicamentos recetados por un médico y no debe usarse en combinación con otros anticoagulantes.
Además, deben tomarse solo después de que el médico se entere, debido a que podrían interferir con la acción de otros medicamentos, se debe suspender el uso de estos medicamentos a base de hierbas en el período preoperatorio de cualquier cirugía, como es el caso de los anticoagulantes.
Cuidados durante el tratamiento
Durante el tratamiento con anticoagulantes, es importante:
- Mencione a su médico siempre que haya cambios en su dieta o medicación para que los anticoagulantes no interfieran;
- Nunca mezcle dos tipos de anticoagulantes, a menos que su médico se lo indique;
- Esté atento a los signos de sangrado, como exceso de imperfecciones en la piel, encías sangrantes, sangre en la orina o las heces. Si nota alguno de estos signos, busque atención médica.
Algunos alimentos ricos en vitamina K reducen el efecto de ciertos anticoagulantes, como la warfarina, por lo que es necesario consumirlos con cuidado. Sin embargo, debido a que la dosis de anticoagulantes se adapta a las necesidades de cada persona, no es necesario dejar de consumir estos alimentos, sino que se deben evitar cambios bruscos en la dieta, manteniendo una cantidad constante en la dieta.
Ejemplos de este alimento son las verduras de hoja verde oscuro como la espinaca, el repollo, la lechuga, el brócoli, el repollo y la coliflor, por ejemplo. Consulte la lista completa de alimentos ricos en vitamina K.
Remedios caseros para evitar en combinación con anticoagulantes
Es común que las personas usen diariamente remedios herbales o remedios caseros sin indicación médica, pensando que son naturales y no hacen daño, pero algunos pueden interactuar, generalmente, para intensificar el efecto de los anticoagulantes. , que aumenta el riesgo de hemorragia y puede poner en peligro la vida.
Es decir, las personas que utilizan anticoagulantes o fármacos antiagregantes plaquetarios deben prestar especial atención a la hora de tomar remedios caseros o complementos alimenticios preparados a base de:
- Cebolla;
- Ginkgo biloba;
- Ginseng;
- Salvia roja;
- Guaco;
- Dong quai o Angelica sinensis;
- Castaño de Indias;
- Boldo;
- Guaraná;
- Árnica.
Debido a este tipo de interacciones entre medicamentos y remedios naturales, es importante tomar medicamentos solo con la aprobación o indicación de un médico.