Antibióticos: que son, que son y otras sospechas habituales

Un antibiótico es un tipo de medicamento que se usa para combatir microorganismos susceptibles, como bacterias, parásitos u hongos que causan enfermedades. Estos medicamentos solo deben usarse si los prescribe un médico.

Los antibióticos se utilizan para tratar varios tipos de infecciones, tales como: infección del tracto urinario, en los oídos, ojos, riñones, piel, huesos, genitales, cavidad abdominal, articulaciones o vías respiratorias y digestivas, sinusitis, úlceras, úlceras infectadas, amigdalitis, rinitis, bronquitis o neumonía.

Si estos medicamentos se usan de manera incorrecta o sin receta, pueden causar resistencias y efectos secundarios innecesarios, ya que los antibióticos también pueden matar bacterias que son buenas para el cuerpo, como las que viven en los intestinos y la piel, que pueden provocar el desarrollo de infecciones fúngicas, diarreas o infecciones de la piel, que dificultan el tratamiento de la enfermedad.

Sospechas comunes sobre los antibióticos

1. ¿Tomar antibióticos causa obesidad?

La ingestión de antibióticos no engorda, ya que no tienen efectos secundarios que indiquen que su uso contribuya al aumento de peso o al apetito. Sin embargo, algunos antibióticos pueden provocar indigestión y exceso de gases, lo que puede provocar hinchazón en el abdomen, que puede confundirse con aumento de peso.

2. ¿Los antibióticos interrumpen el efecto de las píldoras anticonceptivas?

Pocos antibióticos reducen el efecto de los anticonceptivos y recientemente se ha demostrado científicamente que solo la rifampicina y la rifabutina interfieren con su acción. Sepa qué hacer en estos casos.

Sin embargo, debido a que uno de los efectos secundarios más comunes de la mayoría de los antibióticos es la diarrea, existe el riesgo de que el anticonceptivo no se absorba por completo si la diarrea ocurre 4 horas después de tomarlo. En estos casos, se recomienda el uso del condón desde el momento en que se detiene la diarrea hasta 7 días después.

3. ¿Tengo que llevar la caja de antibióticos hasta el final?

El antibiótico siempre debe tomarse por completo o durante el tiempo que su médico le recete, incluso cuando haya signos de mejoría, lo que generalmente ocurre de 3 a 5 días después de comenzar el tratamiento.

En algunos casos, las personas que experimentan una mejoría en los síntomas tienden a dejar de tomar el antibiótico antes del tiempo recomendado, pero no deben hacerlo porque es posible que las bacterias responsables de causar la infección no se hayan eliminado por completo. Por tanto, cuando se suspende el tratamiento, pueden volver a multiplicarse, volver a desarrollar la enfermedad y, además, es posible desarrollar resistencias a los compuestos ya utilizados, haciendo que el antibiótico sea ineficaz en el futuro.

4. ¿Por qué los antibióticos causan diarrea?

La diarrea es un efecto secundario común de los antibióticos, que se produce debido al efecto que provocan en la flora intestinal. Lo que pasa es que los antibióticos son fármacos que eliminan bacterias sensibles a determinados compuestos, eliminando así tanto las bacterias buenas como las malas, lo que provoca cambios en el funcionamiento de los intestinos. Aprenda a combatir la diarrea por antibióticos.

5. ¿El alcohol interrumpe la acción del antibiótico?

El alcohol no detiene el antibiótico, pero puede reducir su eficacia porque el alcohol tiene un efecto diurético, lo que puede facilitar el paso del fármaco en la orina y reducir su concentración en el torrente sanguíneo, y puede que no sea eficaz para el tratamiento. Además, el uso de alcohol y antibióticos al mismo tiempo puede sobrecargar el hígado, ya que ambos se metabolizan en este órgano, por lo que la biodisponibilidad del fármaco puede verse afectada y la toxicidad del antibiótico puede aumentar.

Por estas razones, los médicos generalmente recomiendan no beber alcohol durante el tratamiento, ya que existen antibióticos específicos que no se pueden tomar con alcohol, como metronidazol, tinidazol, cefoxitina y una combinación de sulfametoxazol y trimetoprima. Tóxico para el cuerpo, puede causar efectos desagradables. síntomas como: vómitos, palpitaciones, calor, sudoración excesiva, dificultad para respirar, dolor de cabeza e hipotensión.

¿Cuáles son los antibióticos más utilizados?

Algunos de los antibióticos más utilizados para tratar infecciones son:

  • Ciprofloxacina: Comercialmente conocido como Cipro, es un fármaco indicado para el tratamiento de infecciones respiratorias, de oído, oculares, renales, cutáneas, óseas o reproductivas, así como para el tratamiento de infecciones generalizadas. Las dosis recomendadas de este antibiótico varían entre 250 y 1500 mg al día, dependiendo de la gravedad de la infección a tratar.
  • Amoxicilina: indicado para el tratamiento de infecciones producidas por bacterias, como neumonía, bronquitis, amigdalitis, sinusitis, infecciones urinarias o vaginales, piel y mucosas. Este antibiótico pertenece al grupo de las penicilinas y las dosis recomendadas varían entre 750 mg y 1500 mg al día, dependiendo de la gravedad de la infección a tratar. Además, se puede vincular al ácido clavulánico para reducir la resistencia bacteriana al antibiótico.
  • Azitromicina: Indicado para el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio superior e inferior, como sinusitis, faringitis o amigdalitis; infecciones de piel y tejidos blandos; otitis media aguda y; en enfermedades de transmisión sexual no complicadas tanto en hombres como en mujeres, causadas por las bacterias Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae. También está indicado para el tratamiento del chancroide causado por Haemophilus ducreyi. Generalmente, las dosis recomendadas varían entre 500 y 1000 mg al día, dependiendo de la infección a tratar.
  • Cefalexina: puede ser conocido por los nombres comerciales de Keflex, Optocef, Facelit, Nixelaf-C, Ceporexin, Cefalex, entre otros, generalmente indicados para el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio, otitis media, infecciones de piel y tejidos blandos, infecciones del tracto urinario e infecciones óseas. Generalmente se recomiendan dosis que oscilan entre 750 y 1500 mg por día, dependiendo de la gravedad de la infección a tratar. Más información sobre este fármaco en: Antibiótico Cefalexina.
  • Tetraciclina: Conocido comercialmente por Ciclotetryl, Guayatetra, Urovec, Acromycin, entre otros. Es un antibiótico que generalmente está indicado para el tratamiento de infecciones causadas por organismos sensibles a la tetraciclina, como brucelosis, gingivitis, gonorrea o sífilis. Generalmente, las dosis recomendadas varían entre 1500 y 2000 mg por día.

Es importante tener siempre presente que todos los antibióticos deben tomarse hasta el final de la caja o según las instrucciones dadas por el médico, respetando la duración del tratamiento, incluso cuando se note mejoría. También debe cumplir con el programa de dosificación para asegurarse de que el tratamiento dé el efecto deseado.

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