Un aneurisma aórtico consiste en un agrandamiento de las paredes de la arteria aórtica, que es el vaso de mayor diámetro del cuerpo humano que transporta sangre arterial desde el corazón a otras partes del cuerpo. Dependiendo de la región de la aorta afectada, el aneurisma se puede dividir en dos tipos:
- Aneurisma de la aorta torácica: ocurre en el segmento torácico de la aorta, es decir, en el área del tórax;
- Aneurisma aórtico abdominal: Es el tipo más común de aneurisma aórtico y ocurre debajo del área del pecho.
Aunque no provoca ningún síntoma ni problema de salud, el mayor riesgo de un aneurisma aórtico es su rotura, que puede provocar una hemorragia interna grave y poner en peligro la vida de una persona en cuestión de minutos.
Principales síntomas
En la mayoría de los casos, el aneurisma aórtico no genera ningún tipo de síntomas específicos, que se identifican solo mediante exámenes médicos de rutina, como la tomografía, o cuando se rompe.
Sin embargo, si el aneurisma crece demasiado o afecta las regiones más sensibles, pueden aparecer síntomas más específicos según su ubicación:
1. Aneurisma de la aorta torácica
Con este tipo de aneurisma, algunas personas pueden experimentar los siguientes síntomas:
- Dolor severo y severo en el pecho o en la parte superior de la espalda;
- Sensación de falta de aire
- Dificultad para respirar o tragar.
Este tipo de aneurisma es más común en personas con hipertensión arterial descontrolada o en quienes han sufrido algún tipo de trauma.
2. Aneurisma de la aorta abdominal
Los síntomas de un aneurisma de la aorta abdominal son menos frecuentes que los de un aneurisma de la aorta torácica; sin embargo, puede ocurrir lo siguiente:
- Sensación de pulsaciones en el abdomen;
- Dolor severo de espalda o de costado;
- Dolor en la región de los glúteos, ingle o piernas.
Este tipo de aneurisma es más común en personas mayores, generalmente mayores de 65 años, que padecen aterosclerosis. Sin embargo, el trauma y la infección también pueden causarlo.
¿Quiénes corren mayor riesgo de sufrir un aneurisma aórtico?
El riesgo de desarrollar un aneurisma aórtico generalmente aumenta con la edad y es más común en hombres mayores de 65 años.
Además, existen otros factores que pueden aumentar su riesgo, especialmente si tiene algún tipo de enfermedad crónica no tratada, como diabetes, aterosclerosis, colesterol alto, presión arterial alta o enfermedad coronaria.
Cómo confirmar el diagnóstico
Para diagnosticar un aneurisma aórtico, su médico puede ordenar ciertas pruebas, principalmente una tomografía computarizada, una radiografía y un ecocardiograma, por ejemplo. Obtenga más información sobre las pruebas de salud cardiovascular.
Si se identifica un aneurisma en las imágenes de prueba, el médico generalmente evaluará otros factores, como la edad de la persona, el historial médico y la extensión del desarrollo del aneurisma, para determinar la mejor forma. de tratamiento.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para un aneurisma aórtico varía según la gravedad del aneurisma, la región donde se encuentra y otras afecciones que pueda tener la persona.
Generalmente, las formas de tratamiento más utilizadas son las siguientes:
- Aneurisma menor de 5,4 cm y asintomático: Se realiza un seguimiento médico con exámenes periódicos para evaluar la evolución del aneurisma;
- Aneurisma mayor de 5,5 cm, con síntomas o agrandamiento progresivo: cirugía.
La operación se realiza con el fin de extirpar la parte de la aorta que tiene el aneurisma, y en algunos casos es necesario colocar un tubo para reemplazar el vaso sanguíneo.
¿Cómo es la recuperación después de la cirugía?
La cirugía de aneurisma de aorta abdominal se considera cirugía cardíaca, por lo que el tiempo de recuperación puede variar de 2 a 3 meses. Además, es importante, durante este tiempo, reanudar las actividades diarias solo después de 6 semanas, con el consentimiento del médico y de forma lenta y gradual.
También es importante relajarse y evitar situaciones estresantes durante la recuperación, ya que pueden elevar la presión arterial y provocar algún tipo de complicación.
Viviendo con un aneurisma
En los casos en que el aneurisma es pequeño y solo se realiza un control médico regular, su médico puede incluso recetarle el uso de ciertos medicamentos para reducir la presión arterial o el colesterol, por ejemplo, que reducen las posibilidades de que el aneurisma aumente de tamaño.
Sin embargo, además de lo anterior, también es importante considerar las siguientes precauciones a diario:
- Evite fumar y consumir bebidas alcohólicas;
- Tome la medicación prescrita por su médico;
- Haga ejercicio de forma regular;
- Reducir el consumo de sal y productos industrializados;
- Consuma una dieta balanceada rica en frutas y verduras.
Este cuidado ayuda a garantizar una mejor salud cardiovascular, ralentizando el progreso del aneurisma y reduciendo las posibilidades de rotura.
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