La anestesia general es un método utilizado para la sentada profunda de una persona, de tal manera que el cuerpo pierde conciencia, sensibilidad y reflejos. Esto se hace antes de la cirugía para evitar dolor o malestar durante el procedimiento quirúrgico.
Puede administrarse por vía intravenosa, con efecto instantáneo o por inhalación con mascarilla, llegando al torrente sanguíneo después de pasar por los pulmones, y la duración de su acción la determina el anestesiólogo, quien es el médico que decide cuál será el tipo, dosis y cantidad de fármaco anestésico.
Sin embargo, la anestesia general no siempre se elige como primera opción de cirugía, dejándola reservada para aquellas cirugías mayores que requieren más tiempo, como la cirugía abdominal, torácica o cardíaca. En otros casos, está indicado para anestesiar únicamente la zona donde se realizará el procedimiento, en este caso anestesia local como es el caso de las operaciones dermatológicas o de extracción dentaria, o anestesia epidural, por ejemplo para parto o cirugía ginecológica.
Los principales tipos de anestesia general.
La anestesia general se puede realizar por vía intravenosa o por inhalación, y ningún método es mejor que el otro. Antes de la cirugía, el anestesiólogo debe hablar con la persona para hacer un historial de anestesia donde el médico confirmará información de interés, como si es alérgico a un medicamento, edad, peso, altura, tiempo de ayuno y estado de salud. haciendo una valoración individual en el caso, que será importante para determinar la dosis, tipo y método de administración del fármaco, así como el tipo de cirugía a realizar.
Existen varios fármacos, que generalmente se combinan, de modo que además de dejar a la persona inconsciente, provocan insensibilidad al dolor, relajación muscular y amnesia, por lo que todo lo que ocurre durante la operación el paciente se olvida.
1. Anestesia por inhalación
Esta anestesia se realiza inhalando gases que contienen fármacos anestésicos, que tardan varios minutos en surtir efecto. Esto se debe a que el fármaco pasa primero a través de los pulmones, luego llega al torrente sanguíneo y finalmente al cerebro.
La concentración de la cantidad de gas inhalado la determina el anestesiólogo, que dependerá del tiempo de la operación, que puede ser de unos minutos a horas, así como de la sensibilidad de cada persona al fármaco.
Para detener la anestesia, se debe detener la liberación de gas con el medicamento, lo que hace que el cuerpo elimine los anestésicos a través del hígado o los riñones.
Ejemplos de– Algunos ejemplos de anestésicos para inhalación son metoxiflurano, enflurano, halotano, éter etílico, isoflurano u óxido nítrico.
2. Anestesia a través de una vena
Este tipo de anestesia se realiza inyectando el anestésico directamente en una vena, provocando una sedación casi inmediata. La profundidad de la sedación depende del tipo y cantidad de medicamento inyectado por el anestesiólogo, que también dependerá de la duración de la operación, la sensibilidad de cada persona, así como la edad, el peso, la altura y las condiciones de salud.
Ejemplos deLos ejemplos de anestésicos inyectables incluyen tiopental, propofol, etomidato o ketamina. Además de estos fármacos, es posible aprovechar los efectos de otros fármacos para potenciar la anestesia, como los sedantes, los analgésicos opioides o los bloqueadores musculares, por ejemplo.
¿Cuánto tiempo dura la anestesia?
La duración de la anestesia la programa el anestesiólogo, que dependerá del tiempo y tipo de cirugía, además de elegir qué fármaco utilizar para la sedación.
El tiempo que tarda un individuo en despertarse puede variar desde unos minutos hasta unas horas después de la operación, a diferencia de los anestésicos usados en el pasado que duraban todo el día, hoy este tipo de medicamento es más moderno. y eficaz. Por ejemplo, la anestesia que usa el dentista suele ser en pequeñas dosis, que duran unos minutos, mientras que la anestesia para la cirugía cardíaca puede durar hasta 10 horas.
Para realizar cualquier tipo de anestesia, es importante monitorear al paciente con dispositivos para medir la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración, ya que la sensación puede ser muy profunda, es importante monitorear el funcionamiento de los signos vitales.
Posibles complicaciones
Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios durante la anestesia o hasta unas horas después, como mareos, vómitos, dolor de cabeza y alergias al ingrediente activo del medicamento.
Las complicaciones más graves como insuficiencia respiratoria, infarto de miocardio o consecuencias neurológicas son raras, pero pueden ocurrir en personas que no gozan de buena salud, como personas desnutridas con enfermedades cardíacas, pulmonares o renales, y que consumen muchas drogas o drogas ilícitas.
Es aún más raro que la anestesia tenga un efecto parcial, como eliminar la conciencia pero permitir que la persona se mueva, o incluso viceversa, que la persona no pueda moverse pero sienta y escuche las cosas que suceden a su alrededor.