Accidente cerebrovascular (infarto cerebral): que es, síntomas y consecuencias

Un ictus, también llamado infarto cerebral, ictus isquémico o isquemia cerebral, ocurre cuando hay una reducción del flujo sanguíneo al cerebro, una disminución en la cantidad de oxígeno que llega a este órgano, que se caracteriza por un cuadro de hipoxia cerebral. La hipoxia cerebral puede tener consecuencias graves o incluso la muerte si no se trata ni se trata al inicio de los primeros síntomas, como somnolencia, parálisis de brazos y piernas y cambios en el habla y la visión.

La isquemia cerebral puede ocurrir en cualquier momento, durante la actividad física o incluso mientras duerme, y es más común en personas con diabetes, aterosclerosis y anemia de células falciformes. El diagnóstico se puede realizar sobre la base de pruebas de imagen como la resonancia magnética y la tomografía computarizada.

Hay 2 tipos de isquemia cerebral:

  1. Atención, en el que un coágulo bloquea un vaso en el cerebro e impide o ralentiza el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede provocar la muerte de células en la región del cerebro que ha sido bloqueada;
  2. Global, existe un compromiso en el suministro de sangre general al cerebro, lo que puede causar daño cerebral permanente si no se identifica y trata rápidamente.

Principales síntomas

La no recepción de la isquemia cerebral puede durar desde segundos hasta períodos más prolongados y puede ser:

  • Pérdida de fuerza en brazos y piernas;
  • Mareo;
  • Hormigueo;
  • Dificultad para hablar;
  • Dolor de cabeza;
  • Náuseas y vómitos;
  • Alta presión;
  • Falta de cordinacion;
  • Pérdida de consciencia;
  • Debilidad en uno o ambos lados del cuerpo.

Los síntomas de isquemia cerebral deben identificarse lo antes posible para comenzar el tratamiento; de lo contrario, puede ocurrir un daño cerebral permanente. En la isquemia cerebral transitoria, los síntomas son temporales y duran menos de 24 horas, pero deben tratarse clínicamente.

¿Qué es la isquemia cerebral transitoria?

La isquemia cerebral transitoria, también llamada mini accidente cerebrovascular, ocurre cuando hay una reducción en el flujo sanguíneo al cerebro durante un período corto de tiempo, con síntomas de aparición repentina y desaparición general en aproximadamente 24 horas, y requiere atención inmediata, ya que puede ser un signo de isquemia cerebral grave.

La isquemia transitoria debe tratarse de acuerdo con las pautas médicas y generalmente se trata con comorbilidades como diabetes, hipertensión, colesterol alto y cambios en los hábitos dietéticos y de estilo de vida, como el ejercicio y la presión arterial baja. de grasas y alcohol, además de evitar fumar.

Posibles consecuencias de un derrame cerebral

Un derrame cerebral puede tener consecuencias como:

  • Debilidad o parálisis del brazo, pierna o cara;
  • Parálisis de un lado o de todo el cuerpo;
  • Pérdida de coordinación motora;
  • Dificultad para tragar;
  • Problemas de razonamiento:
  • Dificultad para hablar;
  • Problemas emocionales como depresión;
  • Dificultades de visión;
  • Daño cerebral permanente.

Las consecuencias de un ictus varían mucho de persona a persona y dependen del momento de la visita para iniciar el tratamiento, por lo que muchas veces es necesario acompañar a un fisioterapeuta, logopeda o terapeuta ocupacional para mejorar la calidad de vida y evitar que las consecuencias sean permanentes.

Posibles Causas

Las causas del accidente cerebrovascular están relacionadas en gran medida con el estilo de vida de una persona. Por esta razón, las personas que padecen aterosclerosis, diabetes e hipertensión, que son enfermedades asociadas con los hábitos alimentarios, tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

Además, las personas con anemia de células falciformes tienen más probabilidades de sufrir una reducción del suministro de oxígeno al cerebro porque la forma alterada de los glóbulos rojos no permite un transporte adecuado de oxígeno.

Los problemas de coagulación también contribuyen al desarrollo de ictus, ya que existe una mayor posibilidad de obstrucción en el vaso cerebral.

¿Cuál es el tratamiento y cómo prevenir un derrame cerebral?

El tratamiento de la isquemia cerebral se basa en la consideración del tamaño del coágulo y las posibles consecuencias para la persona, pudiendo estar indicado prescribir fármacos que diluyan el trombo, como Alteplasa (activador del plasminógeno tisular) o cirugía. El tratamiento debe realizarse en un hospital para poder monitorizar la presión arterial y la presión intracraneal, evitando así posibles complicaciones.

A pesar del uso de medicamentos, es importante consultar a un fisioterapeuta, logopeda o terapeuta ocupacional para mejorar la calidad de vida de una persona y evitar daños permanentes. Vea cómo se realiza la fisioterapia para el accidente cerebrovascular.

Después de salir del hospital se deben mantener buenos hábitos para que el riesgo de desarrollar nueva isquemia cerebral sea mínimo, es decir, llevar una buena alimentación, evitar alimentos ricos en grasas y sal, hacer actividad física, evitar el consumo de alcohol. bebidas y dejar de fumar. Existen algunos remedios caseros que pueden prevenir un derrame cerebral porque tienen propiedades que evitan que la sangre se vuelva espesa y forme coágulos.

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