Algunos remedios caseros como el té verde, el té de alcachofa o el jugo de melón pueden ayudar a tratar el hígado graso porque ayudan a reducir el nivel de colesterol «malo» y triglicéridos en la sangre o protegen y regeneran las células del hígado. , manteniéndolo sano.
Además, estos remedios caseros, cuando se usan de forma regular, ayudan a aliviar los síntomas típicos del hígado graso, como náuseas, vómitos o hinchazón, por ejemplo. Vea otros síntomas de hígado graso.
Es importante señalar que los remedios caseros solo deben usarse además del tratamiento prescrito por un médico, que generalmente incluye el uso de medicamentos, una dieta balanceada con poca o ninguna grasa y ejercicio físico regular.
Obtenga más información sobre la dieta del hígado graso.
1. Té verde
Algunos estudios demuestran que el té verde, científicamente conocido como Camellia sinensis, contiene en su composición compuestos fenólicos, como la epigalocatequina, que tiene propiedades antioxidantes, ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, que pueden acumularse en el hígado y empeorar el grado de hígado graso.
Además, consumir té verde puede ayudar a reducir las enzimas hepáticas, ALT y AST, que generalmente aumentan cuando hay grasa en el hígado.
El té verde se puede utilizar en forma de infusiones, infusiones o extracto natural y debe utilizarse bajo orientación médica, ya que su uso excesivo puede tener el efecto contrario y dañar el hígado.
Ingredientes
- 1 cucharada (té) de hojas de té verde o 1 bolsita de té verde;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agrega las hojas o la bolsita de té verde a la taza de agua hirviendo y déjalas hervir durante 10 minutos. Colar o retirar el sobre y beber a continuación. Este té se puede consumir de 3 a 4 veces al día o según las indicaciones de un médico.
El té verde no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o lactantes, o personas con insomnio, hipertiroidismo, gastritis o presión arterial alta. Además, por contener cafeína, debes evitar beber este té al final del día o en cantidades superiores a las recomendadas, ya que puede provocar efectos secundarios como insomnio, irritación, sensación de ardor en el estómago, fatiga o palpitaciones. en el corazón.
Las personas que sufren de hipertensión pueden consumir un máximo de 3 tazas de té verde al día, bajo la guía de un médico, porque el té puede bloquear la acción de los medicamentos para controlar la presión arterial.
2. Té de cardo mariano
Un buen remedio casero para el hígado graso es la infusión de cardo mariano, ya que esta planta tiene propiedades astringentes, facilita la digestión y estimula el apetito, alivia síntomas como pérdida de apetito, mareos y vómitos provocados por esta enfermedad.
Ingredientes
- 2 cucharaditas de semillas de cardo mariano;
- 2 vasos de agua.
Modo de preparación
Hierva el agua y luego agregue las semillas de cardo mariano. Dejar reposar 15 minutos, colar y beber 30 minutos antes de las comidas.
3. Jugo de melón y menta
La menta es una planta medicinal muy utilizada para tratar problemas digestivos porque contiene sustancias amargas que ayudan a revitalizar la salud del hígado y la vesícula biliar, aliviando síntomas como mareos e hinchazón.
Además de esto, cuando se agrega melón, se obtiene un jugo muy refrescante y delicioso que se puede reemplazar con té, por ejemplo.
Ingredientes
- ¼ de melón;
- 1 puñado de menta.
Modo de preparación
Agregue los ingredientes a la licuadora y mezcle hasta que quede suave con pequeños trozos de menta. Si es necesario, agregue un poco de agua para que el jugo se hinche un poco. Finalmente, beba el jugo recién preparado.
4. Té de fenogreco
La alholva contiene un aminoácido conocido como 4-hidroxiisoleucina, que reduce los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos en sangre. Por tanto, es posible potenciar el efecto del tratamiento médico, para aliviar los síntomas más rápidamente.
Ingredientes
- 25 gramos de semillas de fenogreco.
Modo de preparación
Unte las semillas en una licuadora o compre las semillas ya en polvo. Luego agregue jugos, sopas o ensaladas durante todo el día.
Esta planta no debe ser utilizada por mujeres embarazadas ni durante la lactancia.
5. Té de albahaca con romero
El té de albahaca con romero es rico en ácido ursólico y ácido carnósico que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiadipogénicas, reduciendo la acumulación de grasa en el hígado.
Además, este té mejora la digestión y ayuda a reducir las náuseas, que es un síntoma que puede presentarse en personas con hígado graso.
Ingredientes
- 10 hojas de albahaca;
- 1 cucharada de té de romero;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agrega las hojas de albahaca y romero al agua hirviendo. Tapar y dejar actuar durante 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas al día.
Este té no debe tomarse durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de 12 años.
6. Té de jengibre, cacao y canela
Este té tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a reducir el daño causado por los radicales libres en las células del hígado, además de mejorar los niveles de las enzimas hepáticas ALT y AST, la resistencia a la insulina y reduce la deposición de grasa en el hígado.
Ingredientes
- 1 cm de raíz de jengibre cortada en rodajas o rallada;
- 1 pizca de canela molida;
- 1 pizca de cacao en polvo;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación
Hierva el agua y agregue el jengibre. Hervir durante 5 a 10 minutos. Saque el jengibre de la taza y beba el té en 3 a 4 tomas divididas durante el día. Otra opción para hacer té es reemplazar la raíz con 1 cucharada de jengibre en polvo.
Este té no debe ser consumido por personas que toman medicamentos antihipertensivos, anticoagulantes o antidiabéticos, ya que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios de estos medicamentos o sangrado.
7. Té de ajo con limón
El ajo contiene alicina, que tiene un efecto antioxidante y ayuda a reducir el nivel de colesterol malo y triglicéridos, reduciendo así el riesgo de acumulación de grasa en el hígado.
Ingredientes
- 3 dientes de ajo, pelados y cortados por la mitad;
- 1/2 taza de jugo de limón;
- 3 vasos de agua;
- Endulzar la miel (opcional)
Modo de preparación
Hervir el agua con ajo. Retirar del fuego y agregar el jugo de limón y la miel. Retire el ajo y sirva a continuación. El ajo tiene un sabor fuerte, por lo que durante la preparación se puede agregar media cucharadita de jengibre en polvo o 1 cm de raíz de jengibre. El jengibre puede potenciar el efecto del té de ajo, ya que también ayuda a reducir el colesterol malo. Sin embargo, no debe ser consumido por personas que usan anticoagulantes.
8. Té de alcachofa
El té de alcachofa es rico en antioxidantes, como la cinarina y la silimarina, que ayudan a proteger el hígado del daño causado por los radicales libres, además de estimular el crecimiento de nuevas células sanas en el hígado, que pueden ayudar a combatir la acumulación de grasa en el hígado. . .
Ingredientes
- 15 g de hojas secas de alcachofa;
- 500 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agrega las hojas de alcachofa al agua hirviendo y cocina por 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas de té al día, de 15 a 20 minutos antes de las comidas.
9. Té de Ipagula
La piel de la planta ispágula contiene propiedades que reducen los niveles de colesterol en sangre y controlan la cantidad de grasa en el organismo. De esta forma evita el aumento de grasa en el hígado, especialmente cuando se asocia a una dieta equilibrada y actividad física.
Ingredientes
- 10 gramos de corteza de igula;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agrega los ingredientes y deja reposar unos 10 minutos. Luego debes colarlo y beberlo como máximo 2 veces al día. Este té debe ser evitado por personas que sufren de estreñimiento o tienen un problema inflamatorio intestinal como diverticulitis o enfermedad de Crohn, por ejemplo.
Seguir una dieta de desintoxicación durante 2 o 3 días también puede ayudar a que el hígado se recupere más rápido.
Vea en el siguiente video qué alimentos debe incluir y evitar en su dieta para tratar el hígado graso: