El suicidio corresponde al acto de quitarse la vida, el cual puede ocurrir como consecuencia de conflictos internos que ocurren a lo largo de la vida, con mayor riesgo de depresión, trastorno bipolar, abuso de sustancias y trauma emocional, por ejemplo.
La conducta suicida se divide en 3 etapas: ideación suicida, intento de suicidio y realización del acto. La persona que está considerando quitarse la vida cree que no hay más soluciones a sus problemas y suele presentar signos de un desequilibrio emocional que puede pasar desapercibido para familiares y amigos. Vea cómo identificar los signos y síntomas que pueden indicar un riesgo de suicidio.
Algunos factores que favorecen los pensamientos e intentos suicidas durante la adolescencia incluyen:
1. Depresión
La depresión es una de las principales causas del suicidio, ya que los sentimientos de soledad y tristeza son más intensos, así como los sentimientos de impotencia, lo que aumenta la probabilidad de que la persona tenga pensamientos suicidas, creyendo que esta es la única forma de acabar con el sufrimiento.
Hacer: Buscar la ayuda de un psicólogo, psiquiatra o asistir a grupos de autoayuda puede ayudar a combatir la depresión y promover una mejor calidad de vida. En algunos casos, un psiquiatra puede sugerir el uso de ciertos medicamentos para la depresión.
2. Problemas amorosos o familiares
Problemas familiares como la pérdida de los padres, la separación, las peleas y peleas frecuentes, así como la falta de espacio dentro del hogar para expresar emociones o la sensación de que la pareja no siente amor y comprensión, son factores que aumentan el dolor, que puede llevar a una persona. a tiene pensamientos suicidas.
HacerEncontrar tiempo para hablar con calma y calma, además de mantener un ambiente hogareño equilibrado o una historia de amor, puede ayudar a una persona a sentirse mejor. Sin embargo, es importante expresar tus sentimientos con calma y sin prejuicios, y no señalar los errores de la otra persona, mostrando un deseo de ser comprendido.
3. Consumo de drogas o alcohol
El alcoholismo y el uso de drogas también favorecen el suicidio porque en la mayoría de los casos, el abuso de estas sustancias ocurre como una forma de escapar de los problemas, especialmente cuando una persona está atravesando un momento de dolor o frustración. Además, la acción de estas sustancias en el cerebro modifica las funciones cerebrales, el estado de conciencia y el pensamiento, favoreciendo las ideas autodestructivas.
Qué hacer: En caso de adicción, lo mejor es buscar tratamiento para la adicción química, pero si el uso de estas sustancias es esporádico, todavía hay tiempo para darse por vencido sin tener que permanecer en un centro de rehabilitación. Dedicar tiempo a las actividades al aire libre ayudará a distraer la mente.
4. Intimidación
El acoso ocurre cuando la imagen se empaña o la persona es atacada física y / o mentalmente, sintiéndose indefensa. Si bien es un delito, esta situación es común en la niñez y la adolescencia y, cuando esta situación ocurre con frecuencia, puede hacer que una persona muestre cambios en su comportamiento, mostrando dolor e inseguridad, lo que puede llevar a pensamientos suicidas. Obtenga más información sobre el acoso y sus consecuencias.
Hacer: El acoso escolar es una situación que es más común en las escuelas, por lo que es importante que la institución educativa esté informada sobre este acto para que se puedan adoptar estrategias para evitar esta práctica. Además, es importante que la víctima reciba apoyo psicológico para que se puedan prevenir consecuencias como los pensamientos suicidas.
5. Trauma emocional
Ser víctima de abuso o acoso sexual son factores que favorecen los pensamientos suicidas, porque las personas se sienten estancadas en sus problemas y no pueden sobrellevar el dolor que experimentan todos los días. Con el tiempo, el dolor no cede y la persona permanece ansiosa y deprimida, lo que favorece los pensamientos suicidas que pueden llevar a un atentado contra la propia vida, creyendo que es la mejor solución al problema.
Hacer: el trauma emocional debe ser tratado y acompañado por un psiquiatra, quien puede recetar sedantes. La participación en grupos de apoyo también puede ayudar a reducir el dolor emocional e incluso físico. Escuchar las historias de otras personas que han pasado por situaciones similares y realizar las actividades y tareas sugeridas en estos grupos también forman parte del tratamiento del trauma. Aprenda a lidiar con las consecuencias del abuso sexual.
6. Diagnóstico de enfermedades
Cuando existe un diagnóstico de una enfermedad que ocasiona ciertas limitaciones, como trastornos neurológicos, esclerosis múltiple o enfermedades que no tienen cura, por ejemplo, una persona puede volverse ansiosa y tener pensamientos negativos derivados del diagnóstico de problemas físicos, económicos y consecuencias emocionales.
Hacer: es importante contar con apoyo psicológico tras el diagnóstico de la enfermedad, porque de esta forma se puede afrontar mejor la situación, además de ser imprescindible y seguir el tratamiento recomendado por el médico para poder potenciar la calidad de la vida de una persona.
Cómo evitar el suicidio
Para evitar pensamientos y planes suicidas, es importante estar atento a las señales de que una persona pueda estar considerando quitarse la vida. Los cambios de humor repentinos, la agresión, la depresión y el uso de frases como «quiero suicidarme», «el mundo estaría mejor sin mí» o «todo se decidiría si ya no estuviera aquí» son señales de advertencia. .
No basta con identificar estos signos, por lo que es muy importante buscar la ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra para definir estrategias para dejar de lado estos pensamientos.
Si cree que no tiene a nadie que le ayude, puede ponerse en contacto con un centro de asistencia telefónica, que suele estar disponible las 24 horas del día.