Para identificar enfermedades que afectan la glándula tiroides, su médico puede ordenar varias pruebas para evaluar el tamaño de la glándula, la presencia de tumores y el funcionamiento de la glándula tiroides. Por lo tanto, su médico puede recomendar medir la cantidad de hormonas que están directamente relacionadas con la función tiroidea, como TSH, T4 libre y T3, así como pruebas de imagen para confirmar la presencia de nódulos.
Sin embargo, es posible que se requieran pruebas más específicas como gammagrafía, biopsia o mediciones de anticuerpos, que el endocrinólogo puede recomendar al examinar ciertas enfermedades como tiroiditis o tumores en esta glándula, por ejemplo. Observe los síntomas que pueden indicar problemas de tiroides.
Las pruebas más solicitadas para evaluar la glándula tiroides son:
1. Perfil de tiroides
Este análisis de sangre evalúa la cantidad de hormonas que muestran cómo está funcionando la glándula tiroides, lo cual es proporcionado por su médico como una guía para detectar y evaluar el hiper o hipotiroidismo.
Los valores de referencia pueden variar en función de la edad de la persona, ya sea que esté embarazada o del laboratorio que realizó la prueba, por lo que los valores normales suelen ser:
0,3 y 4,0 mU / L |
80 a 180 ng / dl |
2,5 a 4 pg / ml |
4,5 a 12,6 mg / dl |
0,9 a 1,8 ng / dl |
Una vez que haya identificado un cambio en la función tiroidea, su médico evaluará si es necesario buscar otras pruebas para ayudar a identificar la causa de estos cambios, como una ecografía que mide la cantidad de anticuerpos, por ejemplo.
Infórmese sobre los posibles resultados de la prueba de TSH.
2. Medición de anticuerpos
También se puede realizar un análisis de sangre para medir los anticuerpos tiroideos, que el cuerpo puede producir en algunas enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto o la enfermedad de Graves, por ejemplo. Los principales son:
- Anticuerpos anti-peroxidasa (anti-TPO): Presente en la mayoría de los casos de tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad que causa daño celular y pérdida gradual de la función tiroidea. Obtenga más información sobre qué es y cómo tratar esta enfermedad autoinmune;
- Anticuerpos anti-globulina (anti-Tg): Está presente en muchos casos de tiroiditis de Hashimoto, pero también se encuentra en personas sin ningún tipo de trastorno tiroideo, por lo que su detección no siempre es indicativa de que la enfermedad se desarrollará;
- Anticuerpos anti-receptor de TSH (anti-Trab): puede estar presente en casos de hipertiroidismo, principalmente causado por la enfermedad de Graves. Descubra qué es y cómo tratar esta enfermedad.
Los autoanticuerpos tiroideos solo deben ser buscados por un médico en caso de un cambio en las hormonas tiroideas o en casos en los que se sospeche una enfermedad tiroidea para ayudar a aclarar el origen.
3. Ecografía de la glándula tiroides
Se realiza una ecografía de la glándula tiroides para evaluar el tamaño de la glándula y la presencia de anomalías como quistes, tumores, bocio o nódulos. Aunque esta prueba no puede decir si una lesión es cancerígena, es muy útil para detectar sus características y dirigir la punción de nódulos o quistes para ayudar en el diagnóstico.
4. Gammagrafía de tiroides
Una exploración es una prueba que utiliza una pequeña cantidad de yodo radiactivo y una cámara especial para tomar una fotografía de la glándula tiroides e identificar qué tan activo está el ganglio.
Está indicado principalmente para el examen de nódulos que indican cáncer o siempre que sospechemos hipertiroidismo, causado por un nódulo secretor de hormonas, también llamado nódulo caliente o hiperfuncional.
5. Autoexamen de la glándula tiroides
El autoexamen de tiroides se puede usar para identificar la presencia de ciertos quistes o nódulos en la glándula, lo cual es importante para la detección temprana de cualquier cambio y la prevención de complicaciones de la enfermedad, y debe ser realizado principalmente por mujeres mayores de 35 años. antecedentes familiares de problemas de tiroides.
Para hacer esto, se deben seguir los siguientes pasos:
- Mire frente a un espejo e identifique la glándula tiroides, que se encuentra debajo de la nuez de Adán;
- Incline el cuello ligeramente hacia atrás para exponer mejor la región;
- Beber abundante agua;
- Observe el movimiento de la glándula tiroides e identifique si hay alguna protuberancia o asimetría.
En caso de notar algún cambio en la glándula tiroides, es importante consultar a un endocrinólogo o médico de cabecera para una evaluación completa mediante pruebas que puedan confirmar o descartar un cambio en esta glándula.
6. Biopsia de tiroides
Se realiza una biopsia, también llamada punción, para identificar si un nódulo tiroideo es benigno o maligno. Durante el examen, el médico inserta una aguja fina en la dirección del ganglio y extrae una pequeña cantidad de tejido o líquido que hace que sea evaluado en un laboratorio.
Una biopsia de tiroides puede ser dolorosa o incómoda, ya que esta prueba no se realiza bajo anestesia y el médico puede mover la aguja durante la prueba para intentar extraer muestras de diferentes partes del ganglio o aspirar más líquido. El examen es rápido y dura aproximadamente 10 minutos, después de lo cual la persona debe permanecer con una bola de algodón en el sitio de inserción durante varias horas.
Cuando necesita exámenes de tiroides
Estas pruebas son necesarias en los siguientes casos:
- Después de los 35 años (midiendo la TSH cada 5 años) o antes si hay sospechas o síntomas de trastornos de la tiroides;
- Mujeres que están embarazadas o que desean quedar embarazadas;
- Cuando se observan nódulos o cambios durante el autoexamen o el examen médico de la glándula tiroides;
- Después de la radiación en el cuello o la cabeza para tratar el cáncer;
- durante el tratamiento con medicamentos con litio, amiodarona o citocinas que pueden interferir con la función tiroidea.
El tipo de exploración a realizar, el médico debe indicar según lo que quiera valorar y las principales dudas en cada caso.