Los frijoles, al igual que otros granos como garbanzos, guisantes o lentejas, están muy hinchados porque son ricos en fibra y tienen carbohidratos como oligosacáridos y fitatos que el cuerpo no digiere adecuadamente por falta de enzimas específicas.
Cuando los granos llegan a los intestinos, son fermentados por bacterias intestinales, lo que aumenta la producción de gas y, a su vez, se hincha. Sin embargo, existen 3 estrategias que pueden ayudar a reducir o cambiar la cantidad de oligosacáridos en las legumbres al reducir la cantidad de gas producido.
3 consejos para que los frijoles o cualquier legumbre no produzcan gases son:
1. No coma cáscara de frijoles
Para comer frijoles sin preocuparte por los gases que pueden provocar, debes evitar comer la cáscara del grano, sirviendo solo la sopa. Otra opción es que, una vez que los frijoles estén listos, se deben pasar por un colador para que consuman todos sus nutrientes, evitando que generen gases.
La sopa de frijoles es rica en hierro y es buena para fortalecer las gachas de avena sin causar gases.
2. Deje los frijoles en remojo durante 12 horas.
Al dejar los frijoles en remojo durante unas 12 horas y cocinar con la misma agua, los frijoles no producen gases, lo cual es una estrategia muy fácil de usar para preparar platos como arroz con frijoles, por ejemplo.
3. Deje hervir los frijoles durante mucho tiempo.
Dejando cocinar los frijoles durante mucho tiempo, se vuelve más suave y el almidón presente en los frijoles es más fácil de digerir.
Los frijoles se pueden ofrecer de esta forma incluso a bebés mayores de 7 meses que ya han iniciado una alimentación variada. Todo lo que tienes que hacer es agregarlo a la papilla preparada. Aprenda a eliminar los gases intestinales.