En bebés o niños, pueden tener dengue cuando experimentan síntomas como fiebre, irritabilidad y pérdida de apetito, especialmente durante períodos de brotes de enfermedades como el verano.
El dengue no siempre va acompañado de síntomas fácilmente reconocibles y puede confundirse con la gripe, por ejemplo, que puede engañar a los padres y hacer que el dengue se diagnostique en una etapa más grave.
De esta forma, es ideal que siempre que el bebé o niño tenga fiebre alta y otros signos distintos a los habituales, sea evaluado por un pediatra para identificar la causa e indicar el tratamiento más adecuado, evitando posibles complicaciones.
Principales síntomas
Un niño con dengue puede no tener síntomas o puede ser muy similar a los de la gripe, por lo que la enfermedad a menudo progresa a una etapa grave sin ser diagnosticada. En general, los síntomas son:
- Apatía y somnolencia;
- Dolor en el cuerpo;
- Temperatura alta, aparición repentina y dura de 2 a 7 días;
- Dolor de cabeza;
- Rechazo de comida;
- Vómitos
- Diarrea o heces blandas;
- Manchas rojas en la piel que suelen aparecer después del tercer día de fiebre.
En los niños menores de 2 años, los síntomas como dolor de cabeza y dolores musculares se pueden identificar por el llanto constante y la irritabilidad. En la etapa inicial del dengue no hay síntomas respiratorios que lo acompañen, pero tanto el dengue como la gripe pueden causar fiebre, por lo que los padres están confundidos y piensan que los síntomas están relacionados con la «gripe».
Señales de advertencia en el niño
Los principales signos que pueden indicar complicaciones del dengue en los niños suelen aparecer entre el tercer y el séptimo día de la enfermedad, cuando ha pasado la fiebre. Estos signos son:
- Vómitos frecuentes;
- Dolor abdominal intenso que no desaparece;
- Mareos o desmayos;
- Respiración dificultosa;
- Sangrado de la nariz o encías;
- Temperatura inferior a 35ºC.
En general, el dengue en niños se deteriora rápidamente, por lo que la manifestación de estos signos indica un agravamiento de la enfermedad, pues es de suma importancia acudir al pediatra antes de la aparición de los primeros síntomas, para identificar la enfermedad y evitar complicaciones.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de dengue se realiza mediante un análisis de sangre para evaluar la presencia del virus. Sin embargo, el resultado de este análisis demora varios días para que el médico inicie el tratamiento incluso antes de recibir los resultados.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del dengue comienza cuando se identifican los síntomas, incluso sin la confirmación del diagnóstico mediante análisis de sangre. El tipo de tratamiento que se utilizará dependerá de la gravedad de la enfermedad y, en los casos más leves, el niño puede recibir tratamiento en casa. En general, el tratamiento incluye:
- Ingesta de líquidos;
- Suero intravenoso;
- Medicamentos para controlar los síntomas de fiebre, dolor y vómitos.
En los casos más graves, el niño debe ser hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos. El dengue suele durar unos 10 días, pero la recuperación completa puede tardar de 2 a 4 semanas.
¿Por qué un niño puede tener dengue en más de una ocasión?
Todas las personas, tanto niños como adultos, pueden volver a contraer dengue, incluso si han tenido la enfermedad antes. Debido a que hay 4 virus diferentes del dengue, una persona que alguna vez estuvo infectada con dengue desarrolla inmunidad solo a ese tipo de virus y puede contraer los 3 virus restantes.
Además de esto, es común que las personas que ya han tenido dengue desarrollen dengue hemorrágico, por lo que se debe tener cuidado para evitar contraer la enfermedad.