La hipercifosis dorsal es una curvatura excesiva de la columna en la región dorsal. En algunas ocasiones, esta curvatura puede ser muy pronunciada y dar un aspecto de «jorobado», y el rostro puede tener el cuello, la cabeza y los hombros inclinados hacia adelante.
La hipercifosis puede ser el único trastorno grave de la columna; sin embargo, también puede aparecer como una forma de compensar otros trastornos posturales, como la hiperlordosis o la escoliosis. Por ello, es importante que cada caso sea evaluado por un ortopedista y fisioterapeuta para que el tratamiento se lleve a cabo de acuerdo con las características que presenta el individuo.
La hipercifosis tiende a empeorar con la edad si no se trata y puede haber dolor de espalda, deformidad de la columna y dificultad para mantener el cuerpo erguido y la cabeza hacia arriba o hacia atrás. La hipercifosis también puede afectar la respiración al reducir la expansión pulmonar y la flexibilidad espinal.
Razones principales
Según la causa, la hipercifosis se puede clasificar de la siguiente manera:
- Congénito: es cuando nace el bebé con este cambio en la columna, que tiende a agravarse con el tiempo, lo que a menudo requiere cirugía en los primeros años de vida;
- Adquirido: ocurre como consecuencia de enfermedades tales como osteomielitis, osteoporosis o traumatismos, por ejemplo;
- Postural: Ocurre por malos hábitos posturales, que pueden corregirse estando de pie manteniendo una buena postura. El tratamiento de esta lesión se realiza mediante corrección postural, fortalecimiento muscular de los extensores y, en caso de sobrepeso, dieta.
De esta forma, algunas de las razones que pueden favorecer la aparición de hipercifosis congénita, adquirida o postural son las siguientes:
- Problemas psicológicos, como baja autoestima o depresión;
- Malos hábitos posturales, cómo sentarse con el cuerpo inclinado hacia adelante;
- Falta de aptitud física provocando debilidad de los músculos paravertebrales, ubicados junto a la columna, y los músculos abdominales;
- Traumatismo de la médula espinal debido a un accidente;
- Fractura con compensación vertebral;
- Debido a enfermedades tales como espondilitis anquilosante, osteoporosis senil o tumores;
- Defectos congénitos que puede estar asociado con síndromes neurológicos.
La hipercifosis es más común en adolescentes que crecen muy rápido y son más altos que sus compañeros de la misma edad, lo que puede generar sentimientos de vergüenza, y también en los ancianos por trastornos óseos como artritis u osteoporosis, por ejemplo.
¿Cómo es el diagnóstico?
El diagnóstico de hipercifosis lo realiza el ortopedista, principalmente sobre la base de la observación de la curvatura de la columna. Para ello, es necesario poner a la persona de lado para que el médico pueda valorar si hay cambios. Del mismo modo, el médico suele prescribir pruebas de imagen, como radiografías laterales, para evaluar el ángulo de Cobb y así determinar la gravedad del cambio.
El ángulo normal de cifosis torácica varía entre 20 y 40 grados, sin valor absoluto, y la necesidad de tratamiento surge cuando hay más de 50 grados de cifosis. Para realizar esta medida se debe tener en cuenta el ángulo entre las vértebras C7 y T12.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la hipercifosis debe estar determinado por su gravedad, por lo que es necesario realizar un examen visual para determinar el grado de cambio en la curvatura de la columna. Dependiendo de la gravedad y causa de la hipercifosis, el tratamiento puede ser mediante fisioterapia y, en los casos más graves, cirugía.
1. Ejercicios generales para la hipercifosis
Se recomiendan ejercicios en casos de hipercifosis leve, cuando la persona tiene dolor o malestar en la mitad de la espalda y los hombros están bajados hacia adelante.
En estas ocasiones, los ejercicios más habituales para corregir la hipercifosis son la natación, el culturismo y la gimnasia acuática, porque ayudan a fortalecer la musculatura de la espalda y a mejorar la forma física.
Aprenda algunos ejemplos de ejercicios para mejorar la postura.
2. Fisioterapia para la hipercifosis
La fisioterapia para la hipercifosis se puede realizar con medidas que alivien el dolor, como el uso de compresas calientes y ejercicios de estiramiento, por ejemplo. El fisioterapeuta también debe señalar las técnicas de manipulación de la columna y los ejercicios específicos para la hipercifosis según las necesidades de cada persona.
Los mejores ejercicios de kinesioterapia para la hipercifosis son la Rehabilitación Postural Global (RPG) y Pilates Clínicos y Pilates (Water Pilates), Ejercicios de Estiramiento e Hidroterapia, dirigidos por un fisioterapeuta. Consiguen excelentes resultados en la corrección de la hipercifosis y la postura.
3. Cirugía por hipercifosis
La cirugía está especialmente indicada en personas con hipercifosis congénita, que es cuando la deformidad está presente desde el nacimiento, generalmente asociada a un síndrome genético. También puede ser una opción en personas que presentan síntomas neurológicos o dolor de espalda persistente, como en la enfermedad de Scheuermann, un trastorno común en hombres adolescentes, siempre que presenten más de 70 grados de hipercifosis cuando el ángulo es menor, el tratamiento de fisioterapia logra excelentes resultados. .
Código ICD10 de hipercifosis
La hipercifosis tiene cura y se puede conseguir mediante un tratamiento, el cual debe realizarse según su gravedad, que puede incluir sesiones de fisioterapia, ejercicio regular, mantenimiento de una buena postura y, en los casos más graves, se puede recurrir a la cirugía. alineación vertebral.
Además, el uso de colchones ortopédicos, chalecos de sujeción y plantillas a medida ayudan en el tratamiento y son útiles para obtener mejores resultados.