La deshidratación o deshidratación del disco es un proceso degenerativo que ocurre a medida que la persona envejece, debido a que las células presentes en los discos responsables de la absorción de agua comienzan a morir, lo que reduce la concentración de agua en ellos y los vuelve más rígidos y menos flexibles.
De esta forma, a medida que el disco se deshidrata, aparecen signos y síntomas característicos como dolor de espalda y restricción de movimientos, además de tener un mayor riesgo de degeneración discal con el tiempo, que puede verse como empeoramiento de los síntomas.
Para aliviar estos síntomas, el ortopedista puede sugerir el uso de analgésicos o sesiones de fisioterapia, ya que es posible relajar los músculos de la espalda y proporcionar una mejor movilidad.
Síntomas principales
Los síntomas de la deshidratación del disco ocurren cuando la cantidad de agua en los discos disminuye, lo que hace que pierdan su flexibilidad y sea más probable que se froten contra las vértebras, causando síntomas como los siguientes:
- Dolor de espalda;
- Rigidez y restricción de movimiento;
- Debilidad;
- Sensación de opresión en la espalda;
- Entumecimiento en la región lumbar, sensación que puede irradiarse a las piernas dependiendo del disco afectado.
De esta forma, si una persona presenta alguno de estos síntomas, se recomienda que consulte a un ortopedista para realizar una evaluación para determinar si existe deshidratación del disco. Así, durante la consulta, el médico puede pedirle a la persona que permanezca en determinadas posiciones mientras aplica diferentes fuerzas en la espalda para determinar si siente dolor.
Además, su médico puede ordenar ciertas pruebas de imágenes, como radiografías, tomografía computarizada o resonancia magnética, para confirmar el diagnóstico y descartar una hernia de disco, en la cual, en algunos casos, una persona puede tener síntomas similares. Aprenda a reconocer los síntomas de una hernia de disco.
Razones principales
La deshidratación del disco es más común debido al envejecimiento, que es más común en personas mayores de 50 años.
Sin embargo, los jóvenes también pueden tener signos y síntomas de deshidratación del disco, que pueden ser el resultado de una mala postura al sentarse o levantar objetos pesados, o la presencia de antecedentes familiares, que en este caso se consideran hereditarios.
Además, este cambio puede ocurrir como consecuencia de accidentes automovilísticos o durante las artes marciales, o por la rápida pérdida de una gran cantidad de líquidos, pues durante este proceso puede haber una pérdida de líquido que está presente en los discos.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la deshidratación del disco debe realizarse bajo la guía de un ortopedista y generalmente implica el uso de analgésicos y sesiones de fisioterapia que ayudan a mejorar la movilidad, aliviar el dolor y prevenir el entumecimiento. También se recomienda realizar ejercicios de acupuntura, RPG y práctica bajo la guía de un profesional; Además, es importante adoptar hábitos saludables.
En los casos en los que los síntomas son más intensos y no hay mejoría incluso con fisioterapia, el ortopedista puede sugerir un tratamiento local o quirúrgico para favorecer el alivio de los síntomas.