La mandíbula dislocada, una afección conocida como dislocación o dislocación de la mandíbula inferior, se produce cuando el cóndilo, que es una parte redondeada del hueso de la mandíbula, se separa de su lugar en la articulación temporomandibular, también conocida como ATM, y se atasca en la parte delantera. de una parte del hueso llamada eminencia articular., provocando mucho dolor e incomodidad.
Esto puede suceder cuando la boca está muy abierta, como al bostezar o durante un procedimiento dental, o cuando hay un problema con la articulación temporomandibular. Si esto sucede y la mandíbula no vuelve al lugar correcto, se debe visitar de inmediato y no se debe intentar reposicionarla en casa.
El tratamiento consiste en utilizar la técnica correcta para reposicionar la mandíbula en el lugar correcto, lo cual debe ser realizado por un médico. Sin embargo, en casos más graves puede ser necesario recurrir a la cirugía.
¿Cuales son los sintomas?
Cuando la mandíbula está dislocada, puede ocurrir dolor intenso, malestar, dificultad para hablar e incapacidad para abrir o cerrar la boca. La mandíbula también se puede doblar hacia un lado.
Posibles Causas
La mandíbula puede desplazarse debido a una lesión o situaciones en las que la boca está muy abierta, como bostezos, durante procedimientos dentales e incluso vómitos.
Sin embargo, también puede ocurrir en personas que tienen una malformación de los huesos de la mandíbula o problemas con la articulación temporomandibular, que han tenido lesiones previas en la mandíbula o que padecen el síndrome de hipermovilidad, una afección en la que los ligamentos y las articulaciones se relajan.
Es más probable que la dislocación ocurra en personas que previamente han padecido esta afección.
Como prevenirlo
En las personas que tienen riesgo de dislocación de la mandíbula, el dentista puede sugerir el uso de una placa durante el día o solo por la noche cuando duermen, lo que ayuda a que la mandíbula se mueva correctamente.
También existen procedimientos quirúrgicos que pueden ayudar a prevenir una nueva luxación de la mandíbula.
Cómo se realiza el tratamiento
En algunos casos, la mandíbula puede volver a su posición original sin necesidad de tratamiento; sin embargo, si esto no sucede, es posible que se solicite a un dentista o médico que cambie la posición de la mandíbula, tire de ella hacia abajo y doble la barbilla hacia arriba para reposicionar el cóndilo.
Una vez que la mandíbula vuelve a estar en su lugar, el médico puede aplicar un «vendaje de Burton» para restringir el movimiento de la mandíbula y evitar una mayor dislocación. También debes evitar abrir la boca en exceso durante al menos 6 semanas y también evitar los alimentos duros que requieran mucha masticación, como la carne, las zanahorias o las tostadas, y dar preferencia a los alimentos blandos como las sopas, por ejemplo. .
En caso de que la luxación maxilar se vuelva muy común, puede ser necesario recurrir a la cirugía para fijar el cóndilo con suturas con el fin de evitar un nuevo bloqueo de la articulación temporomandibular y así reducir el riesgo de futuras luxaciones.