La maniobra de Valsalva es una técnica en la que aguantas la respiración, te cubres la nariz con los dedos y luego fuerzas el aire a salir, aplicando presión. Esta maniobra se puede realizar fácilmente, pero las personas con presión ocular y problemas de retina no deben realizar esta prueba. En algunos casos, esta maniobra puede ser necesaria durante un examen cardíaco para evaluar la insuficiencia cardíaca o la presencia de soplos cardíacos.
Esta maniobra es muy utilizada en situaciones en las que el oído está bloqueado porque facilita la liberación de aire a través de los oídos, alivia la sensación de estancamiento y, además, puede utilizarse para ayudar a revertir problemas cardíacos, como la taquicardia ventricular. Por ejemplo, Ayuda a relajar el corazón regulando los latidos del corazón.
Para qué sirve
La maniobra de Valsalva es una prueba realizada por la presión provocada por contener la respiración y expulsar el aire al exterior, y puede utilizarse en las siguientes situaciones:
- Evaluar el desarrollo de insuficiencia cardíaca;
- Identificación de soplos cardíacos;
- Arritmia cardíaca inversa;
- Detectar puntos de sangrado después de una cirugía de tiroides;
- En odontología, se utiliza para determinar si se ha producido comunicación orosinusal en operaciones de extracción de dientes superiores posteriores;
- Ayudar en el diagnóstico de varicocele y hernia.
Esta maniobra puede ayudarlo a relajar los oídos en los casos en que se sienta cubierto durante el vuelo, especialmente durante el despegue y el aterrizaje. Para el diagnóstico de problemas de salud, esta maniobra debe realizarse solo en un laboratorio y bajo la supervisión de un médico.
Cómo hacerlo
Para realizar la maniobra de Valsalva, la persona debe sentarse o acostarse, respirar profundamente y contener el aire, cerrar la boca, apretar la nariz con los dedos y expulsar el aire sin dejarlo escapar. Al final de la prueba, es necesario mantener la presión entre 10 y 15 segundos.
La técnica utilizada para realizar esta maniobra es similar a situaciones cotidianas, como forzar una evacuación o tocar un instrumento de viento, como el saxofón.
Fases de la maniobra de Valsalva
La maniobra de Valsalva ayuda a eliminar problemas cardíacos, como las arritmias, y, además, permite escuchar mejor algunos soplos cardíacos, ya que la técnica implica cambios en el organismo que se dividen en cuatro etapas:
Fase I: la aparición de la presión provocada por contener la respiración genera un aumento transitorio de la presión arterial, pues en ese momento se produce una descarga de sangre de las grandes venas, lo que reduce la circulación en los pulmones;
Fase II: La presión dentro del pecho provoca una disminución en el retorno de la sangre al corazón, lo que mantiene la presión arterial en una disminución, pero con un aumento de la frecuencia cardíaca;
Fase III: Este es el momento en el que finaliza la maniobra, en el que los músculos del pecho se relajan y la presión arterial desciende un poco más;
Fase IV: En esta etapa, la sangre vuelve a la normalidad en el corazón, lo que regula el flujo sanguíneo y eleva ligeramente la presión arterial.
Estas etapas ocurren rápidamente y no se notan fácilmente al realizar la maniobra, sin embargo, los efectos de la prueba se pueden sentir, especialmente si la persona tiende a tener hipotensión, que es el pico de bajo voltaje. Sepa qué hacer cuando baja la presión.
¿Cuáles son los riesgos?
La maniobra de Valsalva no está indicada en personas que tienen problemas con la retina, que es el revestimiento del ojo, o en quienes tienen implantes de lentes intraoculares, presión intraocular alta o cardiopatía congénita debido a cambios en la presión arterial durante el procedimiento. la maniobra, estas condiciones pueden empeorar.
Asimismo, la realización de la maniobra de Valsalva puede provocar dolor torácico, desequilibrio cardíaco y episodios de síncope vasovagal, caracterizado por pérdida repentina del conocimiento y desmayos.