El yeso es una estructura formada exclusivamente en los riñones, que a menudo no se identifica en la orina de personas sanas. Por lo tanto, cuando se observa yeso en una prueba de orina, puede ser un indicio de algún cambio en los riñones, ya sea infección, inflamación o destrucción de las estructuras renales, por ejemplo.
La presencia de yeso se comprueba mediante análisis de orina, EAS o análisis de orina tipo I, durante el cual es posible observar el yeso mediante análisis microscópico. Normalmente, cuando se confirma la presencia de un yeso, otros valores de la prueba cambian, como leucocitos, recuentos de células epiteliales y eritrocitos, también llamados glóbulos rojos, por ejemplo. Obtenga más información sobre la prueba general de orina.
Las principales razones por el tipo de cilindro.
Dependiendo del sitio de formación y los componentes, el yeso en la orina puede considerarse normal, pero cuando se revisa un gran número y se identifican otros cambios en la prueba de orina, es importante realizar más investigaciones, ya que puede indicar cambios más graves.
Los principales tipos de cilindros urinarios y su posible significado son:
1. Cilindros hialinos
Este tipo de cilindro es más común y se forma básicamente a partir de la proteína Tamm-Horsfall. Cuando hay hasta 2 placas hialinas presentes en la orina, esto normalmente se considera normal, lo que puede ocurrir debido a una actividad física intensa, deshidratación, calor excesivo o estrés. Sin embargo, cuando se ve más yeso hialino, puede ser un indicio de glomerulonefritis, pielonefritis o enfermedad renal crónica, por ejemplo.
2. Yeso químico
Este tipo de cilindro, además de la proteína de Tamm-Horsfall, consta de glóbulos rojos y normalmente indica daño a cualquier estructura de la nefrona, que es la unidad funcional de los riñones encargada de producir orina. Es común que, además de los cilindros, un análisis de orina pueda mostrar la presencia de proteínas y numerosos glóbulos rojos. Además de indicar problemas renales, también pueden aparecer yesos en el análisis de orina de personas sanas después de practicar deportes de contacto.
3. Yeso de leucocitos
Estos cilindros están compuestos principalmente por leucocitos y su presencia es un indicio de infección o inflamación de la nefrona y generalmente se asocia con la presencia de pielonefritis o nefritis intersticial aguda, que es una inflamación no bacteriana de la nefrona.
Aunque el recuento de leucocitos indica pielonefritis, la presencia de esta estructura no debe considerarse el único criterio y es importante evaluar los demás parámetros de la prueba.
4. Cilindros bacterianos
El cilindro bacteriano es difícil de visualizar, sin embargo, es común en la pielonefritis y está formado por bacterias asociadas con la proteína Tamm-Horsfall.
5. Yeso de células epiteliales
La presencia de células epiteliales de yeso en la orina suele indicar una destrucción avanzada del túbulo renal; sin embargo, pueden estar asociadas con toxicidad inducida por fármacos, exposición a metales pesados e infecciones virales.
Además, existen placas granulares, cerosas o grasas, las últimas de las cuales están formadas por células grasas y generalmente se asocian con el síndrome nefrótico y la diabetes mellitus. Es importante que un médico evalúe el resultado de la prueba de orina, especialmente si el informe indica la presencia de cilindros. El médico también puede investigar la causa del cilindro y comenzar el tratamiento más adecuado.
Cómo se forman los cilindros
El yeso se forma en el túbulo constreñido distal y en el túbulo colector de las nefronas, que son estructuras asociadas con la formación y eliminación de orina. Uno de los componentes principales del yeso es la proteína Tamm-Horsfall, que es una proteína secretada por el epitelio tubular renal y que se elimina naturalmente en la orina.
Cuando hay una mayor eliminación de proteínas debido al estrés, la actividad física extenuante o problemas renales, las proteínas tienden a unirse para formar una estructura sólida, yeso. Sin embargo, durante el proceso de formación, también se pueden incorporar los elementos presentes en el filtrado tubular (luego llamado orina), células epiteliales, bacterias, pigmentos, glóbulos rojos y leucocitos.
Después de la formación del yeso, las proteínas constituyentes se expulsan del epitelio tubular y se eliminan en la orina.