Una hernia epigástrica se caracteriza por una especie de orificio que se forma debido a la debilidad de los músculos de la pared abdominal, entre el ombligo y el tórax, lo que permite que los tejidos salgan por esta abertura, como el tejido adiposo e incluso parte del intestino. , formando un bulto que se vuelve visible desde el exterior del abdomen.
Generalmente, una hernia epigástrica no ocasiona otros síntomas, sin embargo, en algunas situaciones se puede sentir dolor o malestar en la región cuando la persona tose o levanta peso, por ejemplo.
El tratamiento consiste en cirugía, donde los tejidos se vuelven a insertar en la cavidad abdominal. Además, se puede colocar una red para fortalecer la pared abdominal.
Posibles Causas
La hernia epigástrica es causada por el debilitamiento de los músculos de la pared abdominal. Algunos de los factores que pueden contribuir al debilitamiento de estos músculos son el sobrepeso, el ejercicio de cierto tipo de deportes, el trabajo duro o poner mucho esfuerzo, por ejemplo.
¿Cuales son los sintomas?
En la mayoría de las situaciones, una hernia epigástrica es asintomática, con solo hinchazón por encima del ombligo. Sin embargo, en algunos casos pueden producirse dolor e incomodidad en la región, como al toser o levantar pesas.
Además, si la hernia aumenta de tamaño, el intestino puede filtrarse desde la pared abdominal. Como consecuencia, puede producirse una obstrucción intestinal o ahogamiento, generando síntomas como estreñimiento, vómitos y diarreas, en cuyo caso es necesaria una cirugía correctora.
Vea cómo distinguir una hernia epigástrica de una hernia umbilical.
Cómo se realiza el tratamiento
En la mayoría de los casos, una hernia epigástrica debe tratarse cuando es sintomática para evitar complicaciones.
La operación se puede realizar bajo anestesia local, cuando sea pequeña o general, y consiste en la reinserción y reposición de los tejidos que sobresalen en la cavidad abdominal. El médico luego cose la abertura, pudiendo colocar una red en la región donde la hernia es grande para fortalecer la pared abdominal y evitar que la hernia se vuelva a formar.
Generalmente, la recuperación de la cirugía es rápida y exitosa, y la persona es dada de alta uno o dos días después. Durante el período de recuperación, la persona debe evitar el esfuerzo y las actividades vigorosas. Su médico puede recomendar analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor posoperatorio.
Efectos secundarios de la cirugía
En general, la operación se tolera bien y solo causa un dolor leve y hematomas en el área de la incisión. Sin embargo, aunque es poco común, la infección puede reaparecer en la región y en aproximadamente el 1-5% de los casos la hernia puede reaparecer.