La osteoartritis es el desgaste de las articulaciones que provoca síntomas como hinchazón, dolor y rigidez en las articulaciones y dificultad para realizar determinados movimientos. La osteoartritis acromioclavicular es un desgaste en la articulación entre la clavícula y parte de la escápula llamada acromion.
Este desgaste articular es más común en deportistas, culturistas y trabajadores que usan mucho sus manos y pueden provocar dolor y dificultad de movimiento. Generalmente, el tratamiento consiste en sesiones de fisioterapia, toma de analgésicos y antiinflamatorios y, en casos graves, puede ser necesaria la cirugía.
Posibles Causas
Habitualmente, la artrosis acromioclavicular es causada por un proceso inflamatorio que puede ocurrir por sobrecarga de la articulación, lo que hace que se desgaste, provocando dolor al realizar determinados movimientos.
Este problema es más común en personas que levantan pesas, deportistas que practican deportes en los que es necesario realizar varios movimientos con las manos, como natación o tenis, así como en personas que trabajan con esfuerzo diario en las manos.
Cuales son los signos y síntomas?
En la mayoría de los casos, las personas con osteoartritis acromioclavicular experimentan dolor a la palpación de esta articulación o dolor en la parte superior del hombro al girar o levantar el brazo durante las actividades diarias habituales.
El diagnóstico de la enfermedad consta de exploración física, radiografía y resonancia magnética, que permiten una valoración más precisa del desgaste articular y la observación de las lesiones que pueden producirse como consecuencia de la osteoartritis.
Tratamiento de la osteoartritis acromioclavicular
La osteoartritis acromioclavicular no tiene cura, pero existe un tratamiento que puede mejorar mucho los síntomas; Esto se puede hacer mediante fisioterapia y analgésicos y antiinflamatorios hasta que mejoren los síntomas. Además, los ejercicios que causan desgaste de las articulaciones deben reducirse y reemplazarse por ejercicios que fortalezcan el área de los hombros.
Si la fisioterapia y los nuevos ejercicios no son suficientes para mejorar la situación, puede ser necesario infiltrar la articulación con corticoesteroides para reducir la inflamación.
En casos graves, puede ser necesaria una operación llamada artroscopia de hombro. Después de la cirugía, la extremidad debe inmovilizarse durante aproximadamente 2 a 3 semanas, después de lo cual se recomienda fisioterapia de rehabilitación. Infórmate de cómo se realiza esta operación y cuáles son los riesgos asociados.